The Crazy Haacks y el compás del universo (The Crazy Haacks 9)

The Crazy Haacks

Fragmento

cap-1

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El universo está lleno de preguntas para las cuales aún no tenemos respuesta: ¿Existe vida inteligente en el patio de mi colegio? ¿Podría un indio cocinar un pollo tikka masala tan picante que ni siquiera él pudiera comérselo? ¿Hay vida después de suspender un examen?

Pero, sin duda, la pregunta más importante de todas, la que me quita el sueño y a veces hasta el hambre es…

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—¡Pero, Hugo! ¿Cómo puedes ser tan marrano? —pregunta Daniela, tapándose la nariz.

—Eso digo yo. Huele como a LENTEJAS… ¡Y hace semanas que no comemos LENTEJAS! —exclamo.

—¡Bobadas! —se excusa Hugo—. Mis PEDOS huelen a rosas y os da rabia, solo eso.

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Sí, claro… ¡Por eso ha despejado el patio y todos se han alejado de nosotros! Parecemos unos apestados, cuando la única PESTE es la de su pedo.

imagen—Tus pedos son peores que el GAS LACRIMÓGENO —protesta Daniela—. Ni con las mascarillas para protegernos del coronavirus hemos conseguido evitar que nos llegue la pestilencia.

—Hugo, a este paso vamos a tener que pedir a Mami que nos compre mascarillas antigás. Vivir contigo cerca es un auténtico peligro para la salud… ¡Y PARA NUESTRA VIDA SOCIAl! Todos se han alejado de nosotros por tu culpa —le digo en tono de reproche. imagen

—¡Qué va! Se ve que hay algo en ese árbol, por eso todos se han ido allí —responde Hugo al tiempo que señala el gran árbol que hay en una esquina del patio.

Tiene razón. ¿Por qué están todos APELOTONADOS ahí? Me alejo un poco de mis hermanos para ir a investigar. Pero ellos me siguen, ¡como siempre! Es la maldición del hermano mayor… Una cruz que llevaré de por vida.

imagen—Yo no veo nada de nada —dice Daniela—. ¡Es muy SUSPICIOUS!

Nos acercamos un poco más y empezamos a escuchar un zumbido un tanto extraño, parecido al ordenador de Hugo con los ventiladores a tope cuando le mete mucha caña con los videojuegos.imagen ¿Habrá un superordenador en el patio? ¡Eso sí que sería CRAZY! Y parece que Hugo estaba pensando más o menos lo mismo:

—¿Os imagináis que a la directora le ha dado una ENAJENACIÓN MENTAL y ha decidido instalar un ordenador colectivo en el patio para la hora del recreo, con asientos grandes y cómodos, una máquina de palomitas, una nevera para las bebidas y los helados…? —dice Hugo.

imagen—Sí, claro, con lo tacaña que es… —le digo—. Deja de fantasear porque aquí no hay ningún ordenador, ni ningún helicóptero ni nada parecido.

Pero lo que vemos que hay en medio del patio del colegio es…

¡Una colmena gigantesca! imagen

¿Pero de dónde ha podido salir algo así?

—¡Por todos los polvos de glitter del mundo! —grita Daniela al verlo—.

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—Ehhh… Yo mejor me voy a clase, que me he dejado… Esto… El diccionario de suajili —tartamudea Hugo disimulando… ¡LE DAN MIEDO LAS ABEJAS!

—No seas cobarde —le digo—. Seguro que esa colmena es de mentira, ayer no estaba aquí y es imposible que la hayan construido en un día.

—¡Yo la quiero ver! —exclama Daniela dando saltitos—. A lo mejor es el proyecto de ciencias de alguna clase. Ojalá tenga miel, ¡me encaaanta la miel!

—¿Pero ayer vinimos a clase? ¿No estábamos en la India del futuro? —pregunta Hugo haciendo cuentas.

imagen—Creo que vinimos a clase después de estar en el pasado con el Minotauro —elucubra Daniela—, justo antes de ir al futuro.

—A ver, chicos, el tiempo real no pasa cuando VIAJAMOS AL PASADO O AL FUTURO CON KLAUS. ¡Pero si os lo he explicado mil veces!

Son unos despistados, pero, la verdad… con tantas aventuras, ¡cualquiera se desorienta! Aunque, ahora que lo pienso… ¿Y si la aparición de la colmena es culpa nuestra? Es algo bastante loco y nosotros somos especialistas en hacer que pasen cosas así… ¡No sería la primera vez que la liamos!

—A ver, chicos, ¿alguno tocó algo en el futuro? —pregunto.

—Ojalá —suspira Dani—. Porque me quedé con las ganas de tocar una de las VACAS SAGRADAS… ¡parecían tan suaves…!

imagen—A mí me hubiera gustado acercarme más a Hannah —dice Hugo—. Pero ¡no le di ni la mano!

Pongo los ojos en blanco, cada uno con su tema.

—Me refiero a si tocasteis o hicisteis algo que haya podido alterar el presente y hacer que aparezca la colmena aquí de repente.

—Pero, Mateo, eso no tiene sentido. ¡No se puede cambiar el presente desde el futuro porque ya es pasado! —dice Hugo.

—Ya, pero Klaus ya nos lo advirtió: tocar o alterar algo del pasado o del futuro puede influir en el presente —responde Daniela.

imagenNos acercamos más a la colmena y vemos que sobre ella hay posadas un par de abejas. ¡Son enormes!

—Vaya abejorros, ¿no? —les digo a mis hermanos.

—Eso no son abejas —asegura Hugo—, son avispas. Y ¡algunas son las más grandes que he visto en mi vida!

—Mirad, ¡hay más! —exclama Dani—. ¡EL PROYECTO DE CIENCIAS se les ha ido de las manos!

¡Hay muchísimas avispas! Son tantas que ni se ve el cielo y el patio se vuelve oscuro de repente. El ruido del zumbido de las alas es ensordecedor, como veinte ordenadores ventilando a la vez o un helicóptero a punto de despegar.

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Los otros niños empiezan a gritar y a correr de un lado para otro. ¡Menudo jaleo! Lo que no me cuadra es que eso enorme que tenemos delante es una colmena de abejas y no un avispero. Esto no es normal para nada. Algo NO CUADRA.

De repente, Hugo empieza a correr en dirección a la escuela y Daniela hacia los columpios, con tan mala suerte que se chocan entre ellos y caen al suelo.

—¡Mira por dónde vas!

—¡Mira tú, cabezahueca!   imagen

—¡No me llames cabezahueca, cara culo!

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