¿Es la industria editorial una industria contaminante?
Para celebrar el Día Mundial del Medio Ambiente, Carlota del Amo, directora de Comunicación Corporativa y RSC de Penguin Random House Grupo Editorial, nos explica el compromiso de la empresa con una producción de libros sostenible y responsable con el cuidado del planeta.
¿Es la industria editorial una industria contaminante? Claro, como toda actividad que hace el ser humano en la tierra. ¿Es una industria de las más contaminantes? En ningún caso, hay muchas actividades que son mucho más contaminantes. Estos días han salido artículos y estudios que lo constatan. Vamos a fijarnos en el publicado la semana pasada en Publisher Weekly en español por Jordi Panyella y Manuel Gil. Para el artículo habían realizado un ejercicio en el que establecían que la huella de carbono de la industria editorial en España podría ser de alrededor de 79.000 toneladas de CO2 en 2021, asumiendo que cada libro de media emite 400 gramos y que la producción en España de libros ese año fue de 198.132.000 libros. La nuestra, la huella de carbono de PRHGE en 2021, teniendo en cuenta toda la actividad de la compañía y no sólo la producción de los libros, fue de 23.668 toneladas de CO2.
Si tenemos en cuenta esas cifras y las comparamos con las que se desprenden del trabajo de Joana Moll, que ha estudiado que la emisión de una búsqueda en Google pueden ser de más de 500 gr. de CO2 por segundo (y que podéis comprobar al momento aquí) o con las más de 126.000 toneladas que emitieron los vuelos de jet privados que salieron de España en ese mismo año o con las más de 52.000 toneladas que emitieron las visitas a la página web de una de las tiendas de ropa más conocidas en nuestro país, podemos averiguar el punto en el que se encuentra la industria editorial.
Pero esta comparativa no nos puede servir de excusa. No existen libros ecológicos pero sí existe la posibilidad de producir libros que sean lo más sostenibles posible. Y eso está en nuestra mano: en Penguin Random House Grupo Editorial llevamos años trabajando en ello porque, como editores, reducir el impacto ambiental de nuestra actividad es nuestra responsabilidad... y nuestra obligación.
El Institut de la Ecoedició de Catalunya, pioneros en este tema y del que formamos parte, y más tarde la guía para las administraciones públicas de la Ecoedición, han establecido los criterios que hacen que un libro sea medioambientalmente más sostenible. Los tres más importantes son: un papel certificado, la producción local y comunicar la huella de carbono.
Penguin Random House Grupo Editorial fue el primer grupo editorial español en tener una certificación FSC con matricula propia que se puede encontrar en la gran mayoría de nuestros libros. Conseguimos esta certificación en 2014 y cada año pasamos las auditorias correspondientes para seguir manteniéndola. Empezamos por el papel porque es la materia prima esencial para fabricar un libro y que más efecto tiene en la medición de la huella.
¿Y qué significa que un libro lleve esa matricula? Que proviene de bosques en los que se preserva la diversidad biológica y beneficia la vida de las poblaciones y los trabajadores locales asegurando, al mismo tiempo, la viabilidad económica. Y, por otro lado, esa matricula significa que no se ha perdido la cadena de custodia del papel. Es decir, que ese papel viene de ese bosque, por lo que desde que se cortó el árbol hasta que llegó a ser papel, no se ha dejado de custodiar. Y para eso, las empresas que tienen esa certificación pasan generalmente dos auditorias al año.
Además, en nuestro caso, el papel que utilizamos para imprimir nuestros libros, proviene en su gran mayoría de bosques europeos certificados FSC, como por ejemplo los de la empresa papelera Holmenn, que no solo certifica los bosques sino que mide su huella de carbono y año tras año minimiza su huella y la compensa. Además, estos árboles europeos tienen un tiempo de vida de 90 años, lo que quiere decir que durante todo ese tiempo han sido sumideros de carbono, y los que se plantan en su lugar y seguirán haciendo la misma función.
A esto unimos el siguiente punto importante, la producción local. Esto quiere decir que los libros que publicamos en España están impresos en su inmensa mayoría en imprentas españolas con las que hemos empezado a trabajar, además, la medición y minimización de la huella de carbono.
Y para finalizar con estos tres aspectos prioritarios, sería la comunicación de la huella de carbono, que en nuestro caso la estamos midiendo como empresa en su conjunto y que estamos trabajando para en breve poder empezar a medirla libro a libro.
Hay muchos más aspectos que medimos y en los que estamos trabajando para minimizar que os contaremos en próximas ocasiones, pero no queremos terminar hoy, Día del Medio Ambiente, sin otro tema importante que es la unión de toda la cadena de la industria para hacer que los libros sean cada vez medioambientalmente más sostenibles, y esto está empezando a ser una realidad que dará grandes resultados para que tú, como lector, no tengas que preocuparte por el impacto medioambiental del producto que tienes en tus manos, porque de eso ya nos ocupamos nosotros, solo tienes que abrir el libro y disfrutar con la lectura.
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