8 libros feministas (y sobre feminismo) no tan obvios
Siempre está bien atreverse con las más clásicas, confiar en los textos universalmente conocidos y celebrados; pero más allá de los títulos evidentes, hay muchos otros para explorar el feminismo, ya sea desde la reflexión ensayística o a través de vidas noveladas.

Cada 8 de marzo, desde su proclamación en 1910, el mundo se para —o se pone en marcha— para conmemorar el Día Internacional de la Mujer. No es una fecha de celebración, sino de reivindicación; no es un aplauso colectivo a los progresos evidentes, sino una sacudida global a todo lo que permanece; no es un regalo adulador ante el que sentir agradecimiento, sino la consecuencia de un hartazgo histórico, de una lucha permanente, de un deseo justificado de habitar el mundo en igualdad de condiciones: sin miedo, sin juicios, con oportunidades, con voz propia, con la plenitud de una existencia libre.
A lo largo de la historia son muchas las que han plasmado su lucha feminista en textos críticos acordes a las reivindicaciones de cada momento histórico: la genealogía de mujeres ilustres que Christine de Pizan construye, en el siglo XV, en su Ciudad de las Damas; la defensa de la educación de las mujeres proclamada por Wollstonecraft en su Vindicación de los derechos de la mujer, en el siglo XIX; o las tesis más contemporáneas de autoras como Simone de Beauvoir o Virginia Woolf.
Pero además de los títulos universalmente conocidos, puedes explorar el pensamiento feminista con los libros no tan obvios de escritoras que recogen entre sus páginas las ideas subversivas y agudas que ponen a temblar los cimientos del patriarcado. Te proponemos ocho títulos tan diversos como comunes: novelísticos, ensayísticos o autobiográficos, todos denuncian el machismo imperante en la sociedad y se unen a la lucha por la igualdad.
Carmen G. de la Cueva —autora de Mamá, quiero ser feminista y Un paseo por la vida de Simone de Beauvoir— rastrea en este libro las voces de mujeres que, durante la guerra civil y los años también trágicos que siguieron al conflicto, supieron encontrar en las otras la fuerza para confiar en sí mismas y tejer —con poemas, libros y cartas— una historia de amistad y creación. Clara Campoamor, Emilia Pardo Bazán y Carmen Martín Gaite, entre muchas otras, componen el relato común de aquellas que desde finales del siglo XIX protagonizaron una revolución cultural en nuestro país y posaron en las demás el miedo y las aspiraciones compartidas. La narración de Carmen G. de la Cueva les devuelve la voz que, en realidad, nunca perdieron; y las ilustraciones de Ana Jarén potencian la belleza contenida en este relato atemporal de sororidad.
Escritoras
Carmen G. de la Cueva
Ana Jarén
De Emilia Pardo Bazán a Carmen Martín Gaite, de María Lejárraga a Elena Fortún y Carmen Laforet, la conmovedora historia de unas mujeres que encontraron en la escritura y la amistad la fuerza para ...
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Es una novela, ¿pero es una ficción o un testimonio generacional? Kim Ji-young tiene el nombre más repetido entre las mujeres coreanas de su generación… Pero no solo su nombre es común, también su vida podría ser la de cualquier otra. Con una simpleza narrativa que golpea los prejuicios y superioridad moral de Occidente, este relato denuncia la permanencia de una sociedad patriarcal que sigue transpirando bajo capas de cambios siempre insuficientes, mero maquillaje impuesto a una estructura defectuosa en origen que sigue privilegiando a unos y atosigando a otras. Cho Nam-joo consigue despertar la ira y la comprensión en este relato de vida cotidiana que ha supuesto una embestida para el panorama literario de todos los países donde ha visto la luz.
Kim Ji-young, nacida en 1982
Cho Nam-joo
Su nombre es Kim Ji-young. Tiene 33 años y el nombre más común de Corea. Su historia ha incendiado Asia entera.
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Prostitución, violación, pornografía, represión del deseo, maternidad… Son los temas sobre los que la escritora francesa reflexiona en este ensayo tan personal como universal. Incisiva y provocadora como ninguna, Virginie Despentes escribe con una honestidad apabullante, con palabras que cortan. Lo hace, partiendo de su propia experiencia, «desde la fealdad, y para las feas, las viejas, las camioneras, las mal folladas, las infollables, las histéricas…», en definitiva, la disidencia que no cabe en el etiquetado capitalista de las chicas buenas.