La historia detrás de «La historia interminable»: cómo nació Fantasía, el mundo que revolucionó la literatura juvenil
Este año se cumplen 45 años de la publicación de la obra emblemática de Michael Ende y, para conmemorarlo, te contamos cómo se gestó esta icónica novela.
Avance de La historia interminable (1984). Cortesía de Warner Bros.
Hace 45 años, el 1 de septiembre de 1979, se publicó por primera vez La historia interminable, un clásico incontestable de la literatura fantástica juvenil y una obra que ha dejado una huella indeleble en la cultura popular. El libro de Michael Ende fue un éxito rotundo desde el momento de su publicación, traducido a más de 36 idiomas y adaptado a múltiples formatos, entre los que se incluye el cine y el teatro musical. La historia interminable es algo más que una novela de fantasía, ya que su estatus de clásico literario ha hecho de esta novela un fenómeno social. Y es que, además, entre las páginas de esta obra subyace una crítica a diversos aspectos sociales y una reflexión sobre la naturaleza humana.
La historia interminable es, sin duda, uno de los libros dentro de un libro más célebres de la literatura fantástica. En esta novela, seguimos la historia de Bastian Bux, un niño solitario que, tras encontrar un misterioso libro en un polvoriento sótano, se sumerge en un mundo mágico llamado Fantasía, quedando atrapado en el libro. En este universo encantado, Bastian se encuentra con personajes inolvidables como Atreyu, un valiente guerrero, y la Emperatriz Infantil, quienes lo acompañan en un viaje épico para salvar a Fantasía de su destrucción inminente.
La historia interminable (edición ilustrada) (Colección Alfaguara Clásicos)
Michael Ende
Me gustaría saber qué pasa realmente en un libro cuando está cerrado...
Edición especial ilustrada por Ayesha L. Rubio
Pero ¿cómo surgió esta obra que cambió para siempre la literatura infantil y juvenil? El origen de La historia interminable es, en palabras de su autor, una historia interminable en sí misma. Todo comenzó en la década de 1970, cuando Ende decidió dejar su tierra natal y mudarse a Genzano, un pintoresco pueblo cerca de Roma. Este idílico lugar contaba ya con una cierta reputación dentro del mundo literario, ya que Hans Christian Andersen ubicó allí parte de su primera novela, El improvisador.
Después del éxito de sus primeras novelas, especialmente Momo, Michael Ende comenzó a explorar nuevas ideas para su próxima obra. Pero fue durante una visita de su editor a Genzano en febrero de 1977 cuando la semilla de La historia interminable comenzó a germinar. Al buscar entre las notas que tenía guardadas en una caja de zapatos, Ende encontró un papel que contenía el siguiente resumen: «Un niño coge un libro, se encuentra literalmente dentro de la historia y tiene problemas para salir». Tras recibir la aprobación de su editor, Ende prometió entregar el manuscrito para Navidad partiendo de esta premisa. Pero, como ya sabemos, la novela no se publicó hasta dos años más tarde.
Y es que, lo que inicialmente parecía una idea sencilla y rápida de escribir, pronto se convirtió en un proyecto colosal que absorbió por completo al autor. A medida que avanzaba en la escritura, la historia se expandía ante sus propios ojos, complicándose cada vez más y haciendo que Ende se viera obligado a pedir una prórroga para la entrega del manuscrito. Y es que, según el autor, la novela parecía haber cobrado vida propia y Bastian, su protagonista, se negaba a abandonar Fantasía. Como escritor, Ende sentía que su deber era acompañar a su protagonista en sus viajes, por lo que no podría parar de escribir hasta que este lograra volver a casa.
Esta relación simbiótica entre autor y personaje preocupó a su editor, quien temía que la novela estuviera consumiendo a Ende, quien parecía estar atrapado por su propio mundo de fantasía. Sin embargo, fue precisamente esta lucha por encontrar una vía de escape de Fantasía y su concienzuda búsqueda de un final apropiado lo que hizo de La historia interminable la obra maestra que conocemos hoy en día. Y fue durante el duro invierno de 1978, uno de los más fríos en la memoria reciente, que Ende finamente halló la solución que necesitaba y consiguió ponerle fin a la historia.
Pero su escritura no fue el único desafío que presentó la publicación de esta novela, ya que el autor tenía una idea muy concreta de cómo debía ser presentada al público. Ende insistió en que el libro necesitaba una presentación especial que hiciera justicia a su carácter único y, tras muchas discusiones con su editor, consiguieron llegar a un acuerdo que conformara a ambas partes. Así la primera edición de La historia interminable se publicó en un volumen encuadernado en tela en dos colores e ilustraciones de Roswitha Quadflieg. Aunque esta edición aumentó significativamente el coste de producción, la inversión resultó ser un éxito rotundo. La primera edición se agotó rápidamente, catapultando a Michael Ende a la fama internacional y consolidando su reputación como uno de los grandes autores de literatura fantástica.
La historia interminable (Colección Alfaguara Clásicos)
Michael Ende
Descubre este inolvidable libro de aventuras, La historia interminable de Michael Ende, en esta preciosa edición íntegra de la colección «Alfaguara Clásicos».
Pero fue especialmente tras el estreno de la película de 1984 inspirada en la novela y dirigida por Wolfgang Petersen que se terminó por cimentar la popularidad de la historia, consiguiendo llegar a un público aún más amplio. Sin embargo, aunque la película fue un éxito comercial y ayudó a popularizar aún más la historia, Michael Ende quedó profundamente insatisfecho con el resultado. El autor consideraba que esta adaptación cinematográfica, convertida ya en toda una obra de culto, no le hacía justicia a la novela, quedándose solo en las capas superficiales y obviando los temas más importantes.
Michael Ende siempre se resistió a ofrecer una interpretación definitiva de La historia interminable, ya que consideraba que la riqueza de la obra residía en que los lectores pudieran darle sus propios significados. Para el autor, no existía una interpretación «correcta», ya que cada lector puede hacer su propia lectura de la obra. Sin embargo, sí reveló que, para él, la fantasía no era un simple escapismo, sino una herramienta para explorar y comprender la realidad. «Cuando nos fijamos un objetivo, el mejor medio para alcanzarlo es tomar siempre el camino opuesto», afirmaba Ende en una entrevista para El País. «Para encontrar la realidad hay que hacer lo mismo: darle la espalda y pasar por lo fantástico. Ése es el recorrido que lleva a cabo el héroe de La historia interminable. Para descubrirse, a sí mismo, Bastián debe primero abandonar el mundo real (donde nada tiene sentido) y penetrar en el país de lo fantástico, en el que, por el contrario, todo está cargado de significado».
Aunque La historia interminable es, en esencia, una historia sobre un niño que se queda atrapado dentro de un libro y se adentra en un mundo de fantasía, la novela toca temas universales como la importancia de las historias o la diferencia entre el bien o el mal. Sus enseñanzas, junto con la estructura única de la novela, que mezcla la realidad con la fantasía, han hecho de La historia interminable sea una obra imperecedera.
Así, a más de cuatro décadas de su publicación original, La historia interminable sigue siendo una obra de culto en la cultura popular y su influencia ha trascendido generaciones, inspirando a escritores, artistas y cineastas de todo el mundo. La novela ha marcado a millones de lectores, tanto jóvenes como adultos, y es que el impacto de La historia interminable radica en su capacidad para resonar con lectores de todas las edades.