70 años de la primera tira de Quino: el origen del gran retratista de la clase media argentina
Siete décadas después de la publicación de su primera tira, el legado de Quino sigue tan vivo como siempre.
El dibujante Joaquín Salvador Lavado, alias Quino, posa junto a una escultura de su personaje Mafalda. Créditos: Getty Images.
9 de octubre de 1954. Buenos Aires. Joaquín Salvador Lavado Tejón, más conocido como Quino, publica su primera viñeta en el semanario Esto Es. El cálculo es fácil: este 9 de octubre de 2024 se cumplen ¡70 años! del hito que marcó el comienzo de la prolífica carrera de uno de los humoristas gráficos más influyentes en el mundo entero.
Quino nació en Mendoza, Argentina, en 1932, hijo de padres españoles originarios de Fuengirola que emigraron a Argentina. Apodado Quino desde niño para distinguirlo de su tío Joaquín Tejón, dibujante y diseñador gráfico gracias al que Quino descubrió su vocación desde una temprana edad. A los tres años, para ser más concretos. Así a los 13 años se matriculó en la escuela de Bellas Artes pero en 1949 abandona sus estudios, según el propio Quino, por estar «cansado de dibujar ánforas y yesos». Y tan solo se le ocurre una profesión posible: ser dibujante de historietas y humor. Su estilo único que le caracterizaría a lo largo de los años, combinando un agudo sentido del humor con la crítica social, comenzaría a gestarse en esta época.
Determinado a labrarse una carrera como dibujante de humor, se traslada a los 18 años a Buenos Aires en busca de un editor que quiera publicar sus dibujos. Pero tendría que pasar primero varios años de penurias económicas antes de ver su sueño hecho realidad en 1954. «El día que publiqué mi primera página pasé el momento más feliz de mi vida», afirmaba Quino. Esto sucede el 9 de octubre cuando publica su primera viñeta en el semanario Esto Es y, a partir de entonces, nunca dejó de trabajar en medios y campañas de publicidad. Comenzó a publicar regularmente para diversas revistas y en 1963 se publica su primer libro de humor, Mundo Quino, un álbum recopilatorio que sería el primero de muchos.
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En esa misma época recibe el encargo de parte de una agencia publicitaria de crear un personaje que comenzase por la letra M, como las iniciales de la marca de electrodomésticos para las que serían los dibujos. Y así es como nace Mafalda, su personaje más emblemático. Aunque la campaña no siguió adelante, Quino se quedó con unas pocas de las tiras que creó para ello, que le servirían, unos meses más tarde, para darle vida al personaje.
Mafalda hizo su primera aparición el 19 de septiembre 1964 en el suplemento de la revista literaria Leoplán, tras lo que pasó a publicarse de forma semanal en el semanario Primera Plana. Ya convertida en todo un éxito, estas tiras empezaron a publicarse a partir de 1965 en el diario argentino El mundo. Y tan solo unos años después, en 1969, Mafalda cruzó el charco para viajar a Italia y en 1970 a España, donde la censura hizo que tuviera que ser clasificada como un contenido “para adultos”.
Y es que Mafalda representaba el inconformismo de la sociedad que empezaba a demandar una serie de cambios sociales y políticos. A través de la voz de Mafalda, el dibujante consiguió no solo retratar la hipocresía humana y hacer una crítica implacable a la guerra, sino que también mantenía un punto esperanzador y optimista donde el cambio parecía posible. Todo esto desde el punto de vista de una niña, sí, pero con preocupaciones muy adultas. El tono humorístico combinado con la inocencia infantil y la visión crítica hicieron de Mafalda un personaje único y de vital importancia para la época.
En realidad, la trayectoria de Malfada fue más bien corta, a pesar de que su legado haya sido eterno. Porque, tras haber creado casi dos mil tiras, Quino decidió que el tiempo de Mafalda había llegado a su fin en 1973, cuando deja de sentir la necesidad de utilizar la estructura de las tiras en secuencia. A pesar de ello el interés de Mafalda se ha mantenido vivo durante todos estos años, ya que sus libros continúan reimprimiéndose y leyéndose. Y es que este personaje es ya un emblema de la cultura popular a nivel global. De hecho, 20 años más tarde desde que dejó de publicarse, en 1993, una empresa española produce 104 episodios de Malfada en dibujos animados de 1 minuto de duración, que después serían difundidos en Italia y Argentina.
Tras dejar atrás al personaje de Mafalda, Quino continúa publicando tiras de humor semanales, que después se han ido agrupando en la colección de libros de humor. Desde sus primeras publicaciones, Quino destacó por su capacidad para retratar a la clase media argentina de una manera fidedigna pero llena de humor. Sus personajes y situaciones reflejan las preocupaciones y contradicciones de la sociedad argentina y se encuentran profundamente vinculados con el contexto de su país, pero también pueden resonar con los lectores de cualquier parte del mundo gracias a su carácter universal. Y es ese mismo valor universal de su humor y sus personajes lo que han hecho del dibujante todo un icono a nivel global.
Con un estilo sencillo pero cargado de poder, Quino consiguió sintetizar situaciones y emociones muy complejas en viñetas aparentemente simples pero llenas de significado. Quino no solo capturaba la vida cotidiana, sino que también interpelaba a estos ciudadanos, invitando a los lectores a reflexionar sobre las injusticias del mundo y los absurdos del día a día. Y es que, aunque Mafalda sea su personaje más conocido, Quino desarrolló una gran producción humorística en la que abarcaba temas muy diversos y con un destacado valor humanístico.
Recopilatorios de Quino
A lo largo de su carrera, Quino recibió múltiples reconocimientos, entre ellos la Orden Oficial de la Legión de Honor por parte del gobierno francés o Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en España. Pero su mayor impacto fue, sin duda, la influencia que ejerció en generaciones de lectores y nuevos dibujantes de humor.
Quino falleció el 30 de septiembre de 2020, a los 88 años, un día después de haberse cumplido cincuenta y seis años de la primera publicación de Mafalda. Pero su legado sigue vivo a día de hoy entre todos los lectores que crecieron con el autor, pero también todos los que siguen descubriendo su obra con nuevos ojos. Y es que el impacto de Quino, tanto en el humor gráfico como en la cultura popular contemporánea, no se limita solamente a Argentina, sino que ha sido de gran relevancia en todo el mundo. Su obra ha sido traducida a decenas de idiomas y Mafalda se ha convertido en un personaje muy querido en el mundo entero. 70 años después de la publicación de su primera tira, el legado de Quino sigue tan vivo como siempre.
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