«La señora Dalloway», de Virginia Woolf: 100 años del clásico que revolucionó la novela moderna
El 14 de mayo de 2025 se cumplen cien años de la publicación original de «La señora Dalloway», una obra maestra de Virginia Woolf que marcó un antes y un después en la literatura del siglo XX. Descubre por qué este clásico sigue tan vigente y conmovedor.

En mayo de 1925, Virginia Woolf publicó La señora Dalloway, una novela revolucionaria que desafiaba las convenciones literarias de su tiempo. En 2025, este hito cumple un siglo... y sigue siendo tan relevante, poético y perturbador como en su primera edición. ¿Por qué esta historia ambientada en un solo día en Londres ha resistido el paso del tiempo y sigue fascinando a lectores de todo el mundo? Porque La señora Dalloway no es solo un clásico de la literatura inglesa; es una pieza clave del modernismo literario. Con una técnica narrativa pionera basada en el flujo de conciencia (stream of consciousness), Virginia Woolf nos invita a entrar en las mentes de sus personajes, sobre todo en la de Clarissa Dalloway, una mujer de la alta sociedad que, en apariencia, se prepara para dar una fiesta. Pero esa fiesta es solo un telón de fondo para explorar temas como el paso del tiempo, la represión emocional, el trauma de la guerra, el sentido de la identidad y el lugar de la mujer en una sociedad patriarcal.
En el centenario de su publicación, redescubrir La señora Dalloway es más que un ejercicio literario: es una experiencia íntima y conmovedora que sigue dialogando con los conflictos del presente. Si nunca la has leído, este es el momento. Si ya la conoces, volver a ella es una cita con la belleza, la melancolía y la introspección más profunda.
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El argumento de «La señora Dalloway»: un día en la mente de Clarissa y el Londres de entreguerras
La señora Dalloway narra un solo día en la vida de Clarissa Dalloway, una mujer de clase alta que vive en el Londres de posguerra. Mientras organiza una elegante fiesta en su casa, los pensamientos de Clarissa viajan libremente entre el presente y los recuerdos del pasado. Reflexiona sobre su juventud, sus elecciones vitales y la pasión que una vez sintió por Sally Seton, una amiga con la que compartió una intensa conexión emocional y romántica.
En paralelo, la novela introduce a Septimus Warren Smith, un joven veterano de la Primera Guerra Mundial que sufre de estrés postraumático. La historia de Septimus es sombría y dolorosa, y sirve como contrapeso a la vida aparentemente tranquila de Clarissa. Ambos personajes, aunque no se conocen directamente, representan dos caras de la misma sociedad: una que aparenta normalidad mientras esconde profundas grietas internas.
Otros personajes destacados son Peter Walsh, un antiguo pretendiente de Clarissa que vuelve de la India y revive sentimientos ambivalentes hacia ella; Richard Dalloway, su marido, un hombre correcto pero emocionalmente distante; y la hija de ambos, Elizabeth, símbolo de una nueva generación que desafía las expectativas tradicionales.
Woolf no construye una historia lineal. La trama avanza a través de monólogos interiores y saltos temporales, permitiendo al lector habitar la mente de los personajes. Esta técnica, influenciada por autores como James Joyce y Marcel Proust, convirtió a La señora Dalloway en una joya del modernismo literario y una referencia ineludible de la narrativa del siglo XX.
Un legado inmortal: adaptaciones y huella cultural de «La señora Dalloway»
A lo largo de estos cien años, La señora Dalloway ha inspirado múltiples adaptaciones en el cine, el teatro y la televisión, así como numerosas reinterpretaciones académicas y artísticas. Su poderosa exploración de la subjetividad y el tiempo ha resonado en creadores de diversas disciplinas.
Una de las adaptaciones más conocidas es Mrs. Dalloway (1997), dirigida por Marleen Gorris y protagonizada por Vanessa Redgrave. Esta versión cinematográfica captura con gran sensibilidad el espíritu introspectivo de la novela, y dio nueva visibilidad a la obra para una generación contemporánea. Redgrave ofrece una interpretación sublime de Clarissa, transmitiendo su fragilidad emocional y sus conflictos internos.
Además, la novela fue una gran influencia para The Hours (2002), la aclamada película basada en la novela homónima de Michael Cunningham. En esta historia entrelazada, tres mujeres de diferentes épocas —incluida la propia Virginia Woolf, interpretada por Nicole Kidman— están conectadas por La señora Dalloway. The Hours ganó el Oscar a Mejor Actriz y contribuyó a reavivar el interés por la obra de Woolf a nivel mundial.
También se han producido obras de teatro y adaptaciones radiofónicas que reinterpretan la novela, destacando su relevancia en debates actuales sobre salud mental, feminismo y diversidad sexual. La forma en que Woolf describe la lucha interna de sus personajes —especialmente la depresión de Septimus y la melancolía de Clarissa— sigue tocando fibras sensibles hoy, en un mundo donde hablar de la salud mental aún es un tabú.
En redes sociales, foros literarios y clubes de lectura, La señora Dalloway sigue generando conversación. Cien años después, continúa siendo un espejo para lectoras y lectores de todo el mundo que buscan entender la complejidad de la mente humana, la nostalgia del pasado y la belleza efímera de la vida cotidiana.