Introducción
Sigrid, la hija de Agnes, fue probablemente quien nos indujo a escribir este libro. Acababa de tener su primer hijo y, como es natural, se hacía muchas preguntas, algunas sencillas y otras algo más complicadas. Pensaba un poco molesta: «¿Qué habría hecho yo si mi madre no fuera médica? La mayoría de la gente no tiene una madre médica. La verdad, esto es injusto». Sí, es injusto y, dicho en términos un poco altisonantes, no es democrático. Nos gustaría creer que nuestra sociedad, a la que en momentos de optimismo llamamos «sociedad de la información», proporciona información fidedigna a quien lo necesita. Pero no siempre es así.
Los nuevos o futuros progenitores se ven saturados de consejos sobre el embarazo y la crianza de los hijos tanto si los piden como si no. Colegas, blogueros, representantes de la administración y autoproclamados expertos querrán ayudarte a que te conviertas en una madre o un padre perfectos. Y tú los escucharás porque, cuando vas a tener un hijo o acabas de tenerlo, lo que más deseas es hacer lo correcto. Esto, por supuesto, lo saben también los fabricantes de productos para bebés, que te inundarán de publicidad en cuanto los motores de búsqueda de internet registren que has buscado: «presión abdominal síntoma de embarazo» o «remedios para las náuseas matutinas».
No pasará mucho tiempo antes de que todo se complique. Te llegarán montones de consejos contradictorios. Un día oirás que es muy importante llevar al niño en una mochila portabebés anatómicamente adaptada, y al día siguiente, que esa misma mochila es mala para la columna vertebral del bebé. Un día oirás que al niño hay que darle el pecho sí o sí y que el uso del chupete puede dar al traste con la lactancia, y al poco un amigo te dirá que el biberón salvó su relación y otra amiga te contará que con el chupete consiguió que su bebé durmiera al menos unas horas por la noche. Un día lees que los bebés deben comer sin sal y al día siguiente que necesitan sal. Quien no tenga amigos o familiares con conocimientos sólidos sobre el cuerpo humano y el desarrollo de un niño, es fácil que se sienta desorientado. Nosotras tenemos, entre las dos, ocho hijos y cuatro nietos, así que sabemos lo solos y asustados que pueden sentirse un padre y una madre ante la responsabilidad de un pequeño ser vivo.
Pero también somos médicas e investigadoras. Cecilia es especialista en pediatría y prepara su tesis doctoral sobre los programas de vacunación. Agnes es médica especialista en bacteriología clínica e inmunología y profesora de bacteriología clínica. Como profesionales de la medicina hemos aprendido a comprender el funcionamiento del cuerpo, y como investigadoras estamos acostumbradas a leer, resumir y, a veces, descubrir artículos científicos de dudosa calidad. Durante muchos años, juntas o por separado, nos hemos dedicado a analizar los consejos sobre el embarazo y la maternidad y hemos sacado a la luz no pocas creencias falsas. Por ejemplo, que si las mujeres beben vino durante la lactancia el bebé puede sufrir daños y que la higiene previene las alergias.
Con este libro queremos difundir los conocimientos que hemos adquirido con los años. Por supuesto, durante el proceso de escritura hemos leído otros cientos de artículos científicos y hemos encontrado otro montón de falsos mitos que desmentiremos aquí.
Como mujeres de ciencia que somos, ponemos los datos científicos por delante. Cuando hay investigaciones bien hechas sobre un tema, informamos de sus resultados. Si no existen estudios fiables (lo cual es más frecuente de lo que la mayoría piensa), también lo decimos. Las fuentes bibliográficas de cada capítulo se citan al final del libro. En los capítulos 3 y 6 hay pequeñas notas que remiten a las fuentes específicas que respaldan nuestras afirmaciones. En el resto de los capítulos hemos prescindido de las notas para que la lectura resulte más ágil.
Somos feministas y estamos a favor de que la madre y el padre compartan a partes iguales los cuidados del niño. Y eso no solo porque pensamos que es lo mejor para el pequeño, sino también porque sabemos que un reparto equitativo de las responsabilidades da a cada progenitor la posibilidad de lograr la independencia económica y una pensión razonable en el futuro, así como la oportunidad de conocer a su hijo y de crear una relación con él.
Veamos cómo hemos estructurado el libro. En el capítulo 1 hablaremos de las cosas en las que hay que pensar antes de que nazca el bebé: decidir cómo los progenitores van a repartirse el trabajo y el cuidado del niño. En nuestra opinión, la desigualdad de hoy en día crea grandes problemas sociales que abordaremos en el primer capítulo, así como las razones por las que estamos convencidas de que una crianza compartida es una buena solución. En el capítulo 2 describiremos los hechos básicos del embarazo, el paso por la consulta de la comadrona y las complicaciones más habituales; además, hablaremos sobre los diagnósticos prenatales y las enfermedades fetales. En el capítulo 3 analizaremos científicamente los consejos que suelen dárseles a las embarazadas; podemos adelantar ya que no todos esos con