Cómo criar hijxs no machistas

Ariel Dorfman
Liora Gomel

Fragmento

Corporativa

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A nuestros hijos e hijas, por darnos

la oportunidad de ser mejores personas (y por el tiempo que invertimos juntos

para que estas páginas sean posibles).

A nuestras madres, por habilitarnos

las herramientas para ser quienes somos.

A nuestros padres, por mostrarnos un camino distinto.

A la familia, que siempre prioriza

que estemos todos sentados en la misma mesa.

A mi hermana.

A la bruja y sus hijas,

qué importante fue crecer juntas.

A mis amigas. A mis amigos. A nuestros amigos.

A las y los compañeros de

la Fundación Encontrarse en la Diversidad,

con quienes materializamos cada día

muchas de estas ideas y preguntas.

A mis compañeros y compañeras del INADI,

por los aprendizajes de todos estos años.

A mis compañeras y compañeros de trabajo

que siempre compartieron la riqueza de sus mundos.

A todas las personas que vivieron y murieron

para que podamos conversar sobre estos temas.

A MODO DE PRÓLOGO

“Finalmente, el viaje hacia los orígenes es más importante que los orígenes mismos”.

JULIA KRISTEVA

Mientras escribíamos este libro, alguien nos sugirió que hagamos visible que somos pareja. Nosotros creímos que lo más interesante era nuestro proyecto compartido de crianza, pero una vez que llegó ese comentario entendimos que ambas perspectivas son interesantes, sobre todo cuando la familia es una estructura social que suele estar asociada con la opresión de la mujer.

Este libro nos desafía en los dos sentidos: nos da tiempo para pensarnos como padre y madre y revisar nuestras prácticas con respecto a una crianza igualitaria, pero también nuestro vínculo y nuestras individualidades para encontrar esas zonas grises en las que todavía no estamos del todo cómodos y no somos del todo iguales. Porque los dos lavamos los platos y cocinamos, ninguno de los dos plancha, Ariel es mejor en la verdulería, el cuaderno de comunicaciones lo mira Liora y ambos cargamos nafta, pero el mecánico sigue siendo de Ariel, aunque Liora se lleva mejor con las herramientas. Por ahora, porque nos movemos todo el tiempo.

Cuando nos casamos, diseñamos unos anillos que tienen una parte quieta y una parte móvil que gira sobre ella: así nos pensamos. Elegimos ser juntos, pero sin anular el movimiento de cada uno, su búsqueda, sus inquietudes, sus incomodidades. Así nos vamos volviendo iguales, a veces nos desconcertamos porque fuimos criados en esta sociedad machista y a veces nos da vértigo encontrarnos desparejos y no lograr resolver cuestiones como la “carga mental”. Pero estos procesos nos ayudan a construir un futuro más inclusivo para nosotros mismos y las futuras generaciones.

Tratamos de ser iguales en términos de género, pero como dice la mamá de Liora, nunca termina por ser 50 y 50. Siempre aparecen bifurcaciones que nos provocan enojo o fastidio. A veces es Liora la que extraña vivir a la sombra de un macho alfa. A veces es Ariel el que preferiría volver a casa y tener la cena lista. Cuando eso pasa, nos detenemos, hablamos, discutimos y tratamos de emparejar las cosas. A veces lo logramos.

INFINITO PUNTO ROJO

“Más vale multiplicar las posibilidades y no las restricciones de las grandes multitudes”.

JULIO VERNE, París en el siglo XXI

Estas páginas surgen de la necesidad de buscar junt@s, como compañeros de crianza, alguna senda peatonal que nos permita desanudar las piernas en este camino de encontrar alternativas a la crianza machista. Y este junt@s l@s incluye a ustedes, quienes decidieron sumarse a estas páginas para ayudarnos mutuamente, enriquecernos y desplegar aún más el recorrido colectivo para criar hijos e hijas no machistas.

Nos propusimos compartir nuestro siempre bifurcado y mutante recorrido, que crece y se llena de nuevos sentidos cada día. Un camino desprolijo y con una única certeza: si no hacemos nada ni pensamos nada ni preguntamos nada, vamos a replicar por inercia el modelo hegemónico de familia machista, incluso cuando no se parezcan ni a nosotr@s ni a nuestros hij@s. Esquemas y paradigmas que podemos (des)elegir.

¿Escucharon hablar de que lo personal es político? Este es un lema central del feminismo de los sesenta que, entre otras cosas, quiere decir que podemos hacer una diferencia grande si nos atrevemos a construir diferencias pequeñas cada dí

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