Roboters 2 - Código troglodita

Tom Helix

Fragmento

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Es la hora del recreo en el colegio, pero Gala no tiene tiempo para juegos. Tiene por delante la misión MÁS DIFÍCIL de su vida. Se muerde el labio mientras repasa el código fuente.

Se encuentra en una sala atiborrada de componentes de electrónica, androides a medio montar y un BOCATA DE CHORIZO en descomposición (esto último es culpa de Hugo, que nunca se acuerda de dónde deja las cosas).

Gala lleva días trabajando en DISTR4CTOR, un robot que la salve del lío en el que se ha metido. Lo ha construido reciclando una lámpara de lava, un teléfono móvil escacharrado y la plancha del pelo de su madre (que lleva días buscándola), entre otras cosas. El diseño no es de lo mejorcito, pero en cuanto a programación, nadie gana a Gala.

La chica se coloca las gafas para los últimos ajustes:

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—¡AHORA SÍ! —Gala da un paso atrás para contemplar a DISTR4CTOR en todo su esplendor. El robot parece recién sacado del vertedero—. Bienvenido al mundo.

La programadora aprieta el botón de ENCENDIDO.Poco a poco, DISTR4CTOR abre los ojos (dos puntos en la pantalla del móvil) y mira a su alrededor. Siempre es emocionante ver el nacimiento de un robot.

—¿Quién soy? ¿Qué hago aquí? —DISTR4CTOR se echa un vistazo a sí mismo—. ¿¡Y por qué tengo una escobilla de váter pegada al cuerpo!?

Gala pone los ojos en blanco.

—Eres DISTR4CTOR… ¡y no me quedaban brazos articulados! —La chica se pone en pie—. No hay tiempo que perder: tienes que evitar una reunión de alto riesgo.

Pronto se da cuenta de que DISTR4CTOR solamente quiere confundirla para quitarle unos tornillos de la mano. Gala está satisfecha: el robot distrae a las mil maravillas. 56747.jpgEs perfecto para entretener a sus padres y evitar el MARRÓN ANTOLÓGICO.

El robot se dirige a la puerta para empezar LA MISIÓN, pero justo cuando está a punto de llegar, la puerta de la sala se abre de golpe y el robot sale volando por los aires.

—¡DISTR4CTOR! —chilla Gala.

La chica corre a comprobar el estado del robot mientras lanza una mirada asesina a Ulises Cuchicuchi, más conocido como EL PROFESOR, que es quien ha abierto la puerta y ha provocado el desastre. Pero el Profesor ni se ha enterado porque está en mitad de una discusión. Cualquiera que lo viese pensaría que está hablando solo y llegaría a la conclusión de que está un poco LOCO.

Efectivamente, lo está. Pero Gala sabe que no habla solo.

—Has gastado hasta la última gota de aceite balsámico. ¡Si ni siquiera tienes papilas gustativas!

A simple vista no hay nadie con él, hasta que se escucha una voz metálica en el interior de la mochila.

—¡Oh, gracias por recordarme que no tengo sentido del GUSTO! ¡PORQUE SOY UN ROBOT!

La cremallera se abre desde dentro y un robot se descuelga hasta el suelo. Es C-R3BRO, la creación más especial de Gala hasta la fecha (aunque su habilidad de viajar en el tiempo no haya sido una cosa programada, sino más bien un accidente).

27194.jpg—Si pudiese engrasarme con aceite normal, no utilizaría esa cursilada balsámica que tienes —continúa el robot.

—¡Te compré aceite de palma para eso! —protesta el Profesor.

—¿Lo has oído, Gala? —C-R3BRO se cruza de brazos—. Quería que me engrasase con aceite de palma. ¡DE PALMA! ¿Es que nadie piensa en mi cutis?

51270.jpgEl robot se mira en un espejo, presumido. Gala lo dotó de tanta personalidad que no deja de sorprenderla.

—¡Mira qué has hecho! —se queja la chica y por fin llama la atención del Profesor—. Me van a matar, me van a matar, me van a matar…

Gala saca a DISTR4CTOR de la caja de los muelles y comprueba que el impacto no le haya producido daños irreversibles. Deja el robot en el suelo y el trasto empieza a caminar de nuevo.

—¡MENOS MAL! —suspira la chica—. Si llegáis a cargaros a DISTR4CTOR, os hago un formateo del disco duro.

—Si yo no tengo disco duro… —dice el Profesor.

Por la mirada que le echa Gala, más vale que no la ponga a prueba.

—Tengo que evitar una reunión de ALTO RIESGO.Como no intercepte a mis padres a tiempo…

La puerta se abre otra vez, un chico entra a la carrera y aplasta al pobre DISTR4CTOR.

Y esta vez es la definitiva.

—Pffffff… —murmura el robot antes de la desconexión. Suelta un chispazo y se apaga para siempre.

—¡HUGO! —Gala tiene que hacer un esfuerzo para no desenroscarle la cabeza. Conoce muy bien a ese chico: es su compañero de curso, y desde hace poco, su amigo. Aunque también es un torpe de campeonato—. ¡HAS PISADO MI ROBOT!

El chico echa un vistazo debajo de la zapatilla. DISTR4CTOR ha quedado como una lata apisonada por un camión.

29282.jpg—¡Ups! No me he dado cuenta. —Hugo se rasca la coronilla, avergonzado. Gala le pone más nervioso que beber cinco litros de Coca-Cola—. Es que tengo un MARRÓN muy gordo.

Pero la excusa de Hugo solo consigue enfurecer más a Gala, que parece una olla exprés.

—No me robes protagonismo. El MARRÓN ANTOLÓGICO lo tengo yo. ¡Y acabas de arruinar mi plan!

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La programadora se pone a sudar. Como no aborte la reunión PADRES-DIRECTOR, le pondrán una orden de alejamiento de cualquier ordenador.

—Espero que por lo menos no te haya seguido nadie —dice, a punto de convulsionar.

—Claro que no.

TOC, TOC.

Alguien llama a la puerta.

Gala, C-R3BRO y el Profesor acusan a Hugo con la mirada.

—PUES VA A SER QUE SÍ —dice Hugo con una risita nerviosa.

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Gala corre a la puerta y echa un vistazo por la cámara de videovigilancia. En la pantalla aparece un primer plano de VANESA ESTRUENDO DÍEZ, una de las castigadas más peligrosas: toca la flauta dulce tan rematadamente mal que desmaya a quien la oye.

—El sistema de seguridad ha fallado —lamenta Gala, que corre a comprobar el informe en su tableta.

Vanesa vuelve a llamar a la puerta.

LOS ROBOTERS se tensan, a la espera de un plan.

Un momento. Esto merece una explicación: LOS ROBOTERS no son una pandilla cualquiera. Son viajeros en el tiempo, pero es un... SECRETO

Y su base de operaciones tampoco es una habitación cualquiera: es la mismísima SALA DE LOS CASTIGOS, donde se conocieron.

Solo que han tenido que

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