Índice
DEDICATORIA
CITA
CAPÍTULO UNO
CAPÍTULO DOS
CAPÍTULO TRES
CAPÍTULO CUATRO
CAPÍTULO CINCO
CAPÍTULO SEIS
CAPÍTULO SIETE
CAPÍTULO OCHO
CAPÍTULO NUEVE
CAPÍTULO DIEZ
CAPÍTULO ONCE
CAPÍTULO DOCE
CAPÍTULO TRECE
CAPÍTULO CATORCE
CAPÍTULO QUINCE
CAPÍTULO DIECISÉIS
CAPÍTULO DIECISIETE
CAPÍTULO DIECIOCHO
CAPÍTULO DIECINUEVE
CAPÍTULO VEINTE
CAPÍTULO VEINTIUNO
CAPÍTULO VEINTIDÓS
CAPÍTULO VEINTITRÉS
CAPÍTULO VEINTICUATRO
CAPÍTULO VEINTICINCO
CAPÍTULO VEINTISÉIS
CAPÍTULO VEINTISIETE
CAPÍTULO VEINTIOCHO
CAPÍTULO VEINTINUEVE
CAPÍTULO TREINTA
CAPÍTULO TREINTA Y UNO
CAPÍTULO TREINTA Y DOS
CAPÍTULO TREINTA Y TRES
CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO
CAPÍTULO TREINTA Y CINCO
CAPÍTULO TREINTA Y SEIS
CAPÍTULO TREINTA Y SIETE
CAPÍTULO TREINTA Y OCHO
CAPÍTULO TREINTA Y NUEVE
CAPÍTULO CUARENTA
CAPÍTULO CUARENTA Y UNO
CAPÍTULO CUARENTA Y DOS
CAPÍTULO CUARENTA Y TRES
CAPÍTULO CUARENTA Y CUATRO
CAPÍTULO CUARENTA Y CINCO
CAPÍTULO CUARENTA Y SEIS
CAPÍTULO CUARENTA Y SIETE
CAPÍTULO CUARENTA Y OCHO
CAPÍTULO CUARENTA Y NUEVE
CAPÍTULO CINCUENTA
CAPÍTULO CINCUENTA Y UNO
CAPÍTULO CINCUENTA Y DOS
CAPÍTULO CINCUENTA Y TRES
CAPÍTULO CINCUENTA Y CUATRO
CAPÍTULO CINCUENTA Y CINCO
CAPÍTULO CINCUENTA Y SEIS
EPÍLOGO
AGRADECIMIENTOS
AGRADECIMIENTOS ESPECIALES
Para Jo,
mi guía y mi apoyo.
Toda pregunta que pueda responderse debe responderse
o, al menos, analizarse.
Es necesario enfrentarse a los procesos mentales
ilógicos cuando se presenten.
Las respuestas incorrectas deben corregirse.
Las respuestas correctas deben afirmarse.
—Del manifiesto de Erudición.
CAPÍTULO UNO
TRIS
No paro de dar vueltas por nuestra celda de la sede de Erudición mientras sus palabras me resuenan en la cabeza: «Mi nombre será Edith Prior, y hay muchas cosas que estoy deseando olvidar».
—Entonces ¿no la habías visto nunca? ¿Ni siquiera en foto? —me pregunta Christina, que tiene la pierna herida apoyada en una almohada.
Recibió el disparo durante nuestro desesperado intento de revelar el vídeo de Edith Prior a la ciudad. En aquel momento no teníamos ni idea de lo que habría en él, ni de que haría temblar los cimientos de nuestra sociedad, de las facciones, de nuestras identidades.
—¿Es tu abuela, tu tía o qué? —sigue preguntando.
—Ya te he dicho que no —respondo, volviéndome al llegar a la pared—. Prior es... era el apellido de mi padre, así que tendría que ser alguien de su familia. Pero Edith es un nombre de Abnegación, y los parientes de mi padre tenían que ser de Erudición, así que...
—Así que debe de ser mayor —concluyó Cara por mí, recostando la cabeza en la pared. Desde este ángulo se parece mucho a su hermano Will, mi amigo, el que maté de un tiro. Después se endereza, y el fantasma de Will desaparece—. De hace unas cuantas generaciones. Una antepasada.
—Antepasada.
La palabra me suena a viejo, como un ladrillo que se desmorona. Toco una pared de la celda al darme la vuelta: el panel es blanco y frío.
Mi antepasada, y esta es la herencia que me ha dejado: libertad de las facciones y el conocimiento de que mi identidad como divergente es más importante de lo que imaginaba. Mi existencia es una señal que nos indica que tenemos que abandonar esta ciudad y ofrecer nuestra ayuda a quien haya ahí fuera.
—Quiero saberlo —dic