Mucho se ha escrito en las últimas semanas sobre las raíces de la relación entre Rusia y Ucrania. Pero quizá pocos occidentales se han sumergido tanto en el tema como el novelista gráfico Igort (Italia, 1958). En 2010 y 2011, tras vivir dos años en Rusia, Ucrania y Siberia, publicó los «Cuadernos ucranianos y rusos» (ahora reeditados en un solo volumen por Salamandra Graphic), donde registra con una crudeza y una sensibilidad pocas veces vista en historieta los terribles testimonios recogidos sobre la hambruna genocida con la que Stalin sojuzgó al pueblo ucraniano a comienzos de los años 30, y luego da cuenta de la historia de la periodista Anna Politkóvskaya, asesinada por sus denuncias sobre las atrocidades cometidas por el ejercito ruso durante la guerra de Chechenia. Desde su casa en Bolonia, Igort habló con LENGUA sobre cómo fue aquel trabajo y la sombra rusa que cubre, una vez más, a Ucrania.