Soy como como

Fragmento

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Prólogo

Las personas no decidimos, al menos no de forma voluntaria, lo que nos va a cambiar la vida. Es más, la mayoría de las veces, ni somos conscientes de qué nos ha cambiado la vida.

Somos un cúmulo de muchas pequeñas experiencias que nos transforman. Poco a poco. Solo con el tiempo, cuando miras hacia atrás, te das cuenta de qué te ha hecho mejor.

Y ahora, quizá sin que tú lo sepas todavía, has encontrado algo que probablemente sume a ese pequeño cúmulo de experiencias, y puede que gracias a este libro tu vida sea mejor.

Lo que tienes entre tus manos y estás a punto de empezar es más que un libro, es una guía de vida.

La alimentación es uno de los pilares sobre el que se sostienen estas páginas, pero para nada es lo único que vas a encontrar. La alimentación saludable es una asignatura pendiente para muchos y también parte fundamental de nuestra vida.

Comer mejor es una de las múltiples puertas de entrada a lo que Núria llama la «rueda de la vida sana», pero también vas a encontrar otras puertas.

Y, aunque la alimentación es el hilo conductor de una vida equilibrada, si comes bien y te falla todo lo demás, también necesitas un cambio. Porque, para tener una buena vida, comer bien es fundamental, pero también moverse y respetar el cuerpo y la mente.

En este manual de vida vas a encontrar cómo equilibrar todas las partes que construyen una vida, una buena vida, una vida mejor.

Da igual en qué punto estés, lo bien que hagas las cosas o lo mal que las hagas. Aquí vas a descubrir el camino para dar pasos hacia delante en cada área importante de tu existencia.

Además de la alimentación, también forman parte de esta rueda una vida sin tóxicos, el descanso, la actividad física, la gestión del estrés y la tribu.

Y, quizá, como muchas personas, llevas años sintiendo que te falta algo. Buscando rellenar los espacios y responder a muchas preguntas para las que no tenías respuesta.

No temas, porque todas las respuestas a las preguntas que Núria plantea en este libro y en su proyecto de Soycomocomo se basan en la ciencia y en el saber de decenas de profesionales del mundo de la nutrición, la medicina y la psicología, que también apoyan este proyecto y están detrás de él.

Núria tiene una habilidad única, que espero que también te contagie a través de este libro, algo muy raro de encontrar pero increíble de presenciar: consigue que las personas que la rodean sean mejores en lo que hacen.

Trabajar con ella me ha hecho mejor a varios niveles, y lo mismo consigue cada día con las entrevistas a sus invitados en su pódcast, las clases en directo o su comunidad.

Estoy seguro de que lo hará por ti también a través de este libro.

Parte de su razón de vida es precisamente esa: saber que está ayudando a los demás con lo que hace. De hecho, su frustración proviene del mismo sitio: pensar que no está ayudando lo suficiente. Por esta razón hoy tienes este manual entre las manos.

Estoy convencido de que en estas páginas encontrarás algo que mejore tu vida. Si es tu primer paso en este mundo, será difícil escoger qué es lo que más te ha ayudado.

Como dice el refrán, el maestro aparece cuando el alumno está listo. Si tú estás a punto, Núria puede ser tu maestra.

Lo que descubras aquí te hará mejor, en tu vida, en tu trabajo, con tu pareja, con tus amigos o con tus hijos.

Quizá cuando te encuentres con Núria, tú también le digas, como miles de personas hacen cada día: «Gracias, me has cambiado la vida». Y te darás cuenta de que, efectivamente, este libro ha mejorado tu vida y no te habías dado cuenta hasta ese momento.

Una vez que das el paso, mejoras tu alimentación y tus hábitos, no hay vuelta atrás. El mundo cambia de color, la vida se ve de otra manera.

Espero que este libro te ayude tanto como Núria ha ayudado a tantas personas, especialmente a mujeres, a mejorar su salud y, en realidad, también su vida.

Esta es tu puerta de entrada a la rueda de la vida sana. Ojalá seas valiente y decidas entrar por la puerta de la rueda que tú quieras.

JOSÉ LEÓN,

consultor de negocios digitales

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Introducción

Me interesé por el mundo de la alimentación saludable a los treinta años. Antes era una chica que seguía una dieta convencional y tenía un hábito muy tóxico: el tabaco.

A los dieciocho empecé a trabajar intensamente en el mundo de la radio y a los veintitrés fiché por el mejor programa de radio que se hacía por aquel entonces en Cataluña.

Aquella época fue maravillosa, pero tuvo un alto coste. Trabajaba muchas horas y me despertaba a las cuatro de la mañana, un horario desastroso para respetar mi reloj interno y el de mi tránsito intestinal. Como he dicho, fumaba bastante y, pese a ser muy joven, ya empezaba a sufrir estrés y estreñimiento. Mucho estreñimiento. Y, así, maltratando un poco mi cuerpo, llegué a los treinta y sufrí una amenorrea que se prolongó tres años. El estrés de los treinta ya iba poniendo más palos en las ruedas, y al estreñimiento se sumaba que no tenía la regla, no ovulaba; por tanto, no podía quedarme embarazada. Esta época coincide con el nacimiento de Soycomocomo.

En enero de 2011, otro periodista, Adam Martín, y yo decidimos abrir un blog de alimentación saludable. Él ya hacía años que se cuidaba y conocía muy bien este mundo, de modo que con él aprendí a comer mejor y me trasladó su amor por todo aquello.

Pero hay un hecho anterior que también ayuda a explicar la historia. Mi marido es fisioterapeuta y acupuntor, y a su lado he alcanzado a comprender la salud en unos términos que me han servido para el proyecto de Soycomocomo.

Cuando abrí el blog, en 2011, conocí a distintas personas clave, verdaderas pioneras en el campo de la alimentación saludable, como, por ejemplo, la bioquímica Olga Cuevas o la chef Montse Vallory. Gracias a ellas y a los libros de Annemarie Colbin, Paul Pitchford, Michael Pollan y Thomas Colin Campbell, en pocas semanas adopté una nueva forma de comer y de vivir.

Al cabo de un tiempo, gracias al crecimiento del equipo, Soycomocomo se convirtió en una comunidad de referencia, con cientos de artículos elaborados por dietistas, nutricionistas, fisioterapeutas, naturópatas, psicólogos y creadores culinarios con los que hemos trazado el camino hasta hoy, como Marc Vergés, Jordina Casademunt, Yolanda García, Neus Elcacho, Martina Ferrer, Lucía Redondo, Mireia Segarra, Gina Estapé, David Gasol, Cristina Bellido, Pilar Rodrigáñez, Lluca Rullan, Carlota Gurri y Glenn Cots.

Otro nombre clave de mi viaje es Xevi Verdaguer, una de las personas con las que he compartido más proyectos profesionales y gracias a quien he conocido otra manera de entender la salud y el cuerpo humano. Aparte de él, actualmente hay otros nombres de referencia que aportan mucha luz a mis proyectos, como Cristina Pellicer, Pau Oller, Carlos González, Antonio Valenzuela y Sergi Abanades, además de mi socia, Laura García, y Nina Benito, dos investigadoras del campo de la salud únicas.

Siguiendo las recomendaciones de mis primeros asesores, el estreñimiento fue remitiendo y mi alimentación dio un giro de 180 grados. Pero no fue de un día para otro. Fui incorporando los consejos poco a poco, en la medida en que me veía fuerte y motivada para ello. Y, en medio de muchas modas, fui separando el grano de la paja. Y así continúo hoy en día: cambiando viejas creencias por nuevas evidencias que mejoran lo que hacía en el pasado. Sin ningún pesar por haberla pifiado en el camino. Este es el aprendizaje principal: nada es seguro y nada es para siempre, pero lo que sabemos hoy nos hace mucho mejores de lo que éramos ayer.

Y lo somos gracias a haber aprendido y descubierto juntos cómo interpretar la etiqueta de un producto, cómo proteger nuestra salud digestiva, cómo cocinar los alimentos, etcétera. En este viaje, también quiero abrirte los ojos en referencia a la industria alimentaria, que muy a menudo nos enreda, y que compruebes que se pueden preparar buenas elaboraciones sin añadir ingredientes nocivos.

Estoy convencida de que en la alimentación nos va la vida, literalmente, y te hablaré a menudo de la salud como motor de todo.

En mi discurso, también te pediré que des una oportunidad a alimentos que quizá no te resulten sabrosos, pero sin los cuales, una vez que se te acostumbre el paladar, no podrás vivir. La alimentación saludable es absolutamente deliciosa. Es cierto, yo juego con ventaja y es que, para mí, un plato de brécol es tan delicioso como el caviar para algunos o las salchichas y las patatas fritas para otros.

Quizá no pueda contagiarte el amor incondicional que siento por los vegetales, pero seguro que, si das oportunidades a la comida saludable, acabarás enganchándote. Además, cada vez se experimenta más en las empresas y en la restauración, y se hacen auténticas virguerías con unas simples verduras. Ahora ya tenemos una clasificación anual de los mejores cincuenta restaurantes del mundo cocinando verduras. Eso no quiere decir que sean vegetarianos o veganos, hecho que a menudo se confunde cuando se defiende una dieta repleta de vegetales. En realidad, uno de los restaurantes que aparece en la lista de los cincuenta mejores es Gat Blau, uno de mis restaurantes preferidos de Barcelona, capitaneado por un maestro de la cocina comprometida, Pere Carrió, que, después de conseguir la excelencia con platos de proteína animal, se adentró en el mundo de las verduras de tal manera que, si pruebas su coliflor o sus buñuelos de zanahoria, no te atreverás a decir nunca más que detestas la verdura.

Aunque quizá debamos aprender o reaprender a cocinar verduras, y la decisión de Pere de pasarse a los vegetales, como dijo el presidente Kennedy cuando decidió ir a la Luna, no fue porque fuese fácil, sino justamente porque era difícil. Pero que costase cocinar verdura y hacer vibrar a la gente no quería decir que fuese imposible. Y por eso han triunfado chefs como el israelí Yotam Ottolenghi, que a través de sus libros de restaurantes nos ha enseñado mil y una combinaciones exquisitas de platos con la verdura como protagonista.

En este libro, también me siento capaz de arrojar luz sobre una manera de vivir que puede ser mucho más saludable y relajada. Me gustaría que tener una vida sana fuese un divertimento para todos, y para que eso pase algún día tendrás que ignorar todo lo que has aprendido, rechazarlo con alegría y pasotismo. Porque aquí no se trata de ganar ninguna carrera ni de repartir medallas. Habrá muchos momentos para hacer excepciones, e incluso algunos para torpedear de forma absoluta e indiscriminada tu vida saludable. Cuando ocurra, llámame, porque aquí hay que celebrarlo todo y lo haremos con una copa de vino llena de azúcar e histamina mientras escuchamos a Belle and Sebastian a todo trapo, o a Coldplay, como prefieras. Porque… ¡la vida también es eso!

Pese a que nos va la vida en esto de alimentarnos, de manera literal, me gustaría que siguieras los consejos de forma relajada y solo cuando te sientas capaz, cuando tengas ganas, y que hagas excepciones cuando lo consideres oportuno. A lo largo de este libro, también quie

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