
Introducción
¿Te gustan los rompecabezas? No solo son pasatiempos para niños, sino para adultos también. Los científicos han concluido que ayudan a mejorar la memoria y a fomentar conexiones mentales. Además, nos ayudan a ejercitar los músculos de la creatividad, la tenacidad y la perseverancia.
Sin embargo, si sostienes una sola pieza del rompecabezas, ¿serías capaz de imaginar el producto final? Probablemente no. Del mismo modo, si tomas un solo proverbio bíblico no puedes ver el panorama completo de la vida humana. Cada proverbio debe ser estudiado de este modo: como una pieza del rompecabezas. En otras palabras, un proverbio no contiene “toda” la enseñanza sobre un tema.
Además, ¿te ha pasado que estás a punto de terminar el rompecabezas y te das cuenta de que te falta una pieza? Te aseguro que no estarás tranquila hasta encontrarla, porque ¡es indispensable! Así también sucede con los proverbios. Si decides prestar atención a los proverbios que hablan del dinero, pero desestimas los que enseñan a cuidar tus palabras, estarás menospreciando una parte importante de la sabiduría.
Recuerda que siempre son las piezas pequeñas las que forman el gran cuadro. Así que, te invitamos a tomar una pequeña pieza del rompecabezas de la sabiduría, para hacer las conexiones pertinentes y ser sabia, un proverbio a la vez.
¿Comenzamos?

Día 1
Las decisiones sabias te protegerán;
el entendimiento te mantendrá a salvo.
Proverbios 2:11, NTV
¿Has escuchado el dicho: “Más vale maña que fuerza”? Aunque admiramos a los fortachones que sorprenden con sus hazañas, más nos impactan los listos y sabios, puesto que las consecuencias de sus acciones son más duraderas.
Una mujer tomó una decisión inapropiada y terminó en una profesión poco honrada. La ubicación de su vivienda reflejaba su poca respetabilidad. No sabemos qué la empujó a hacerlo; tal vez no tenía otra manera de sostener a su familia. Pero a pesar de su mala fama, su vida dio un giro cuando tomó una decisión sabia, que la protegió de la muerte a ella y a toda su familia.
Me refiero a la ramera Rahab. Este versículo habla sobre “decisiones sabias” que mantienen a alguien a salvo, y describe perfectamente a Rahab. Ella creyó que el Dios de los israelitas era el verdadero y escondió a los espías hebreos. Cuando los espías se marcharon, le dijeron que dejara un cordón escarlata colgando de su ventana para identificarse y ser salva cuando los israelitas atacaran la ciudad (Josué 2:18). Rahab hizo lo que le habían pedido y, aun cuando la población de Jericó fue destruida, ¡ella y sus familiares se salvaron!
Ese cordón rojo puede tomarse como un símbolo de la sangre de Cristo que representa la salvación. La decisión más sabia, y la que nos mantendrá a salvo por siempre, es creer que Jesús es Hijo de Dios, el salvador que necesitamos. ¿Has tomado una decisión al respecto? Da el paso; de ti depende hacerlo.
Señor, guíame para tomar decisiones sabias y recibir tu protección.
MH

Noche 1
Sea bendito tu manantial,
y alégrate con la mujer de tu juventud.
Proverbios 5:18, RVR1960.
Un manantial se puede detener poco a poco, con una piedra a la vez. Si te lo propones, y cada día colocas una piedra cerca de la naciente del agua, la corriente se hará menor en unos meses, y eventualmente, harás que desaparezca o encuentre otro camino.
En el proverbio de hoy, el manantial representa el matrimonio y la intimidad sexual de una pareja. La sabiduría desea que toda pareja sea bendecida y que se disfruten el uno al otro. Tristemente, muchas veces vamos colocando piedras, una a la vez, que detienen el flujo de una relación. ¿Algunas de ellas? Los problemas no resueltos, las expectativas que sobrepasan la realidad, los anhelos o preferencias que no se comparten, las excusas para no estar juntos.
Salomón, el escritor de muchos de estos proverbios, no supo ser el mejor ejemplo en esta área. Sin embargo, también nos dejó una serie de poemas que le escribió a una de sus primeras esposas, en el cual leemos: “Atrapen todos los zorros, esos zorros pequeños, antes de que arruinen el viñedo del amor” (Cantar de los Cantares 2:15, NTV).
Si eres casada, no arruines el manantial. Arregla a tiempo las cosas, aunque sean pequeñas. Expresa con amor tus gustos y tus deseos. Pide perdón aun en lo que parezca una nimiedad. Aclara tus expectativas y conversa mucho con tu pareja. Si no eres casada, los mismos consejos aplican para tu relación con tus hijos, tus amigos o tus compañeros de trabajo. Cuidemos el manantial de las relaciones sanas. No olvides que se arruinan una piedra a la vez.
Señor, que mi manantial sea bendito y encuentre gozo en él.
KO

Día 2
El odio provoca peleas,
pero el amor cubre todas las ofensas.
Proverbios 10:12, NTV.
Recuerdo cuando ahorré para comprar mi primera computadora. Después de un largo tiempo, ya tenía casi toda la cantidad necesaria. Luego supe que mi esposo había hecho una decisión que afectaba nuestras finanzas de manera negativa, y mis ahorros tenían que usarse con otro objetivo. Lloré y estuve muy molesta, pero Dios me mostró que debía usar corrector, no para cubrir imperfecciones. Dios me pidió que lo perdonara.
Esta no fue la primera, ni la última vez que tuve que perdonarlo. Y él, por su parte, tuvo que perdonarme en muchas ocasiones. En casi treinta y siete años de matrimonio, mi esposo y yo tuvimos muchas otras oportunidades para practicar el amor en nuestro trato diario. Hoy, mi esposo está en el cielo, y yo me alegro de haber practicado y recibido el perdón.
Dios nos recuerda que “el amor cubre gran cantidad de pecados” (1 Pedro 4:8, NTV). El que ama no sigue recordando las ofensas para usarlas en contra de los demás. Todos actuamos de forma incorrecta en muchas ocasiones, ya sea consciente o inconscientemente. El amor verdadero perdona las faltas y busca la reconciliación. El máximo ejemplo es Jesucristo, que dio su vida para cubrir nuestra maldad.
Al convivir mucho tiempo con otra persona, es inevitable que tengamos diferencias y discusiones, pero evitemos que sean peleas. El enemigo de nuestras almas quiere destruir nuestros matrimonios y familias. El que nos salvó en su mucho amor quiere que practiquemos el amor en el trato diario con quienes nos rodean.
Padre, hoy, como todos los días, renueva en mí tu amor para no tomar en cuenta las ofensas y vencer al enemigo.
MH

Noche 2
Da con generosidad y serás más rico;
sé tacaño y lo perderás todo.
Proverbios 11:24, NTV.
Muchos campesinos cosechan frutas y viajan a las ciudades para vender sus productos. Los transportan en pesadas cubetas o canastas de palma. Cuando yo era niña, era frecuente que los vendedores tocaran la puerta de nuestra casa ofreciendo aguacates o pitayas. Venían cansados, con los pies agrietados y llenos de polvo de tanto caminar. Mi mamá los invitaba a pasar a la casa. Los hacía sentar, les daba agua fresca, comida y ropa. Platicaba con ellos con gran interés informándose de sus nombres y sus vidas. También les hablaba del amor de Dios. A veces ellos se marchaban de casa dejando atrás las más pesadas cargas: las del corazón.
En mis años atareados atendiendo a mis niñas, recordaba a mi mamá y me preguntaba cómo se había dado tiempo para escuchar a las personas y mostrar generosidad. Hoy pienso que daba prioridad a estas labores porque también su corazón quedaba lleno. Mi madre tenía la certeza de que es mejor dar que recibir. Y debo añadir que Dios siempre proveyó abundantemente a nuestra familia.
La generosidad es algo que está en el centro del corazón de Dios. Lo estipuló en la ley al decir: “Da al pobre con generosidad, no de mala gana, porque el Señor tu Dios te bendecirá en todo lo que hagas” (Deuteronomio 15:10, NTV).
En nuestra cotidianidad, marcada con apretadas agendas, tendremos interrupciones muchas veces. Está bien hacer pausas para poner atención a las personas que necesitan de nuestra generosidad. Voltea a tu alrededor y observa. ¿Hay alguien que te necesita? Dios promete prosperidad para el alma que comparte.
Señor, quiero ser un dador alegre. Hoy propongo en mi corazón ser generosa. Ayúdame a compartir tu provisión y tu amor.
MG

Día 3
Para aprender, hay que amar la disciplina;
es tonto despreciar la corrección.
Proverbios 12:1, NTV.
¿Has intentado aprender un idioma? Actualmente existen aplicaciones que te prometen que, con solo usarlas quince minutos al día, hablarás un nuevo idioma en tres meses. Pero para hablar de manera fluida y correcta los atajos no funcionan.
Aunque era holandés, Willem hablaba muy bien español. Curiosa, le pregunté cómo es que lo había aprendido. Me confesó que, cuando era joven, conoció a una chica española de quien se enamoró, así que se propuso aprender el castellano para impresionarla. El amor había sido su motivación. En contraste, conozco estudiantes que se conforman con pasar una asignatura con la más baja calificación aprobatoria. No tienen ni la motivación ni la disciplina para obtener el conocimiento. Aborrecen la disciplina porque, quizá, tampoco aman el conocimiento.
Para vivir la vida cristiana, necesitamos disciplina. Cuando conocemos al Señor Jesús, estamos llenas de hábitos como la pereza o el ocio. Sin embargo, cuando estamos enamoradas de Jesús, queremos conocerlo más y hablar con Él todo el tiempo. Creemos, como Pablo, que “todo lo demás no vale nada cuando se le compara con el infinito valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor” (Filipenses 3:8, NTV).
¿Qué tan grande es tu motivación para conocer a Dios a través de la lectura de la Biblia? ¿Cuánto tiempo inviertes en hablar con Él? El proverbio de hoy nos anima a amar la disciplina. No seamos necias y busquemos, como Willem, hablar un nuevo idioma: el idioma del amor a Dios.
Señor Jesús, ayúdame a ser disciplinada en conocerte. Ayúdame a darte tiempo y esforzarme en la lectura y la oración.
YF

Noche 3
La vida del justo está llena de luz y de alegría,
pero la luz del pecador se apagará.
Proverbios 13:9, NTV.
Nadie quiere subir fotos a las redes sociales donde salga llorando o perdiendo los estribos. Si revisas las fotografías en Instagram, verás que todos aparecen sonriendo y pasándola bien. ¿De eso habla el proverbio de hoy? Leonard Cohen escribió una canción en 1992 que dice: “Toca las campanas que aún pueden sonar, olvida tu ofrenda perfecta; hay una grieta en todo, así es como entra la luz”.
Quizá al leer este proverbio el día de hoy suspires y digas: “¡Pero mi vida no está llena de luz y alegría!”. Tu hijo adulto sufre de depresión; tu hijita de dos años batalla con la leucemia; tu hija trató de quitarse la vida y está en el hospital; te han diagnosticado cáncer; te han negado la visa de trabajo que necesitas; se ha hecho recorte de personal en tu empresa. ¿Cómo puedes ser luz o ayudar a los demás si batallas con poner un pie frente al otro?
Las vidas perfectas no existen. Todos cargamos grietas causadas por el sufrimiento de una traición, una pérdida o una caída. Pero “Dios es luz y en él no hay nada de oscuridad” (1 Juan 1:5, NTV). En medio de los momentos más oscuros, la luz de Jesús es tan fuerte que puede atravesar esas grietas y darnos esperanza. Cuando pasamos por momentos complicados, lo que nos sostiene es el amor de Jesús que, más que una alegría superficial, nos brinda el gozo de su presencia.
Tal vez hoy las grietas te abruman, pero recuerda que, aun en medio del dolor, puedes brillar y compartir con otros que hay una luz que nunca se apaga, y es Jesús.
Padre, que tu luz atraviese mis grietas este día, y que esa luz ayude a otros a verte a ti.
KO

Día 4
Mejor es adquirir sabiduría que oro preciado;
y adquirir inteligencia vale más que la plata.
Proverbios 16:16, RVR1960.
A lo largo de la historia, el oro ha sido el motivo de conquistas, disputas e incluso asesinatos. Quizá se deba a que es difícil de conseguir. Las rocas pulverizadas de los yacimientos se vierten en un recipiente al que después se agrega agua. Los minerales pesados, como el oro, se van al fondo y después, hay que tirar poco a poco el agua e ir añadiendo más. Con mucha paciencia, se sigue lavando hasta que, en el fondo, poco a poco se vea el ansiado polvo amarillo. Hay técnicas para que el polvo se compacte y se obtenga una pelotita pequeñita. ¿Fácil? No, pero vale la pena para los amantes del oro.
Todo el libro de Proverbios nos anima a buscar la sabiduría de lo alto. ¿Qué pasaría si los buscadores de oro se dieran cuenta de que buscar la sabiduría de Dios es mucho mejor que el oro y que es mejor arriesgar su vida para ser sabios? ¿Qué tal si conquistaran naciones para compartir esta verdad? Claro que el mundo sería diferente. No existiría toda la maldad que estamos viviendo hoy.
La sabiduría es el interior de Dios. Él está anhelando que miremos adentro de su corazón y que actuemos conforme a lo que vemos ahí. Pero, me preguntarás: ¿cómo puedo hurgar dentro de su corazón? La Biblia nos da la respuesta. El Señor Jesús es el corazón de Dios. “Él es la imagen del Dios invisible” (Colosenses 1:15, RVR1960).
No podemos cambiar al mundo, pero podemos hacer nuestra parte en donde estamos y con los que nos rodean. Pero antes debemos hurgar en el corazón de Dios. Como al oro, busquemos cada día la sabiduría de lo alto.
Señor, quiero conocer tu corazón por medio de Jesús. Abre mis ojos.
YF

Noche 4
Los padres son el orgullo de sus hijos.
Proverbios 17:6, NTV.
Cuando no sepas qué tema de conversación comenzar con una madre, pregúntale por sus hijos. Los padres, por lo general, se sienten orgullosos de sus hijos y les gusta compartir con otros sus logros e idiosincrasias. Sin embargo, si te fijas en el proverbio de hoy, el predicador ha cambiado el orden de los factores. En lugar de ver una generación más abajo, orienta nuestros ojos para mirar hacia arriba.
Muchas de nosotras comprendemos que hemos sido bendecidas con padres que nos han legado la fe o nos han dado un ejemplo de responsabilidad. Otras, quizá, no conocimos a nuestros progenitores o fuimos lastimadas por ellos. Sin embargo, vayamos un paso más adelante. ¿Eres madre? ¿Están tus hijos orgullosos de ti? La clave para ser una madre digna es mirar al Padre por excelencia.
Si hemos puesto nuestra fe en Jesús, tenemos un Padre de quien nos podemos sentir sumamente orgullosas. Contamos con un Padre eterno, sin principio ni fin. Hemos sido adoptadas por un Padre de misericordias que se desborda en compasión. Nuestro Padre es perfecto y no nos fallará jamás.
Cuando nos enorgullecemos de algo, solemos hablar de ello todo el tiempo. Para saber si nuestro Padre celestial es nuestro orgullo, pensemos en lo siguiente: ¿Hablamos de Él con frecuencia? ¿Es él un tema recurrente en nuestras conversaciones? ¿Nos emociona poder contar a otros de su amor?
Padre, tengo en ti al mejor padre y me siento conmovida por ser tu hija.
KO

Día 5
El egoísta solo busca satisfacer su propio bien;
está en contra de todo buen consejo.
Proverbios 18:1, NBV.
¿Te ha pasado que alguien pide tu consejo solo para no hacer lo que sugeriste? En tu opinión, tu consejo era bueno y sabio. ¿Por qué la gente pide consejo si no piensa escuchar? ¿Seremos todos así?
Después de la universidad, yo no sabía qué pasos seguir para buscar empleo. Mis papás vivían en un pueblo chico, así que tendría que salir a alguna ciudad. Llevaba poco tiempo de haber conocido más de Dios, y con temor y temblor le pedí consejo a mi papá. Un poco sorprendido, porque yo siempre había sido tan independiente, mi padre me indicó unas posibilidades para emprender mi búsqueda. Después me dijo: “A fin de cuentas, son algunas sugerencias mías. Pero siempre has hecho lo que tú quieres”. En otras palabras, me dijo: “¿Por qué me pides consejo si no me vas a hacer caso?”.
Notemos que el proverbio nos indica que el egoísta se opone a todo “buen” consejo. ¿Por qué haríamos eso? ¿Por qué cerrar los oídos a las sabias recomendaciones de un padre, como en mi caso? Santiago 3:15 dice que la “envidia y el egoísmo no forman parte de la sabiduría que proviene de Dios” (NTV). Cuando queramos tomar una buena decisión, escuchemos el consejo.
Es fácil que uno busque “satisfacer su propio bien”, pero aun eso no garantiza que sea un bien real y duradero. Consideremos el valor de recibir el consejo de personas con más experiencia y madurez espiritual para guiarnos hacia cosas buenas.
Padre, ayúdame a escuchar el buen consejo.
MH

Noche 5
Una esposa que busca pleitos
es tan molesta como una gotera continua.
Proverbios 19:13, NTV.
“Solo por hoy” es el lema que ha ayudado a más de seis millones de personas en todo el mundo a dejar el alcohol. “Concentramos la energía en evitar la borrachera el día de hoy, de mañana nos ocuparemos cuando llegue”, dice Carlos de Marco, magíster en psicología social.
“Solo por hoy” es un propósito que puede ser útil para motivarnos a dejar cualquier tipo de hábito. Algunas mujeres desarrollamos el hábito de quejarnos constantemente y nuestros seres queridos llegan a hartarse de nuestras supuestas críticas constructivas. El resultado es tan molesto como una gotera constante cayendo en una cubeta. A nadie le gusta vivir con una persona así. Podríamos proponernos evitar estas conductas “solo por hoy”.
La Biblia nos ha provisto del ejemplo de Ana, una mujer de la que solo se expresan cosas positivas. Su situación era complicada. Ana era estéril y su esposo tenía otra esposa que, además, la afligía con sus palabras. Sin embargo, ella cerró sus labios. Cuando fueron al templo, desbordó su afligido corazón ante Dios. Su voz apenas era un murmullo, pero Dios la escuchó y le concedió convertirse en madre.
Hay cosas que solo Dios puede cambiar. Las contiendas no ayudan ni resuelven las cosas. La oración sí. Cuando te sientas tan afligida como Ana, puedes hacer lo que hizo ella. Cierra tus labios y entra en la presencia del Dios Todopoderoso con toda oración y ruego. Te escuchará y te responderá.
Padre, ayúdame a no quejarme “solo por hoy”.
MG

Día 6
Honroso es al hombre evitar la contienda,
pero no hay necio que no inicie un pleito.
Proverbios 20:3, NVI
Definitivamente, para evitar una pelea se necesita sabiduría divina. Hay una línea muy delgada entre involucrarnos en una pelea o dejarla pasar. Nuestra vieja naturaleza se siente ofendida fácilmente y reacciona a la más mínima provocación.
Éramos cuatro personas al frente de una reunión de mujeres. Al principio todo parecía funcionar muy bien, pero poco a poco empezaron las fricciones e iba reflejándose en el ánimo, así que nos reunimos para darle la cara al asunto. Salieron a relucir los enojos y las molestias que hacían que no quisiéramos estar con alguien en particular. Tuvimos que sacrificar nuestro orgullo, pedir perdón y tratar de comprender y sobrellevar a las que considerábamos insoportables. El ambiente se transformó y pronto sentimos que el Señor nos había unido de una manera increíble. Nos amábamos unas a otras y pudimos trabajar mucho mejor.
El apóstol Juan nos dice claramente que no amamos a Dios si no amamos a nuestros hermanos. El amor que debe caracterizar a los creyentes debe mostrarse en los momentos en que el otro nos decepciona o nos agrede. Si no soy lo suficientemente madura para dejar pasar la ofensa y, en cambio, decido “pelear” por mi honor, entonces me portaré como necia a los ojos de Dios.
Cuánta falta hacen las personas sabias que deciden sacrificar su orgullo y evitar las contiendas. No es fácil tomar esa decisión, pero si decides amar a la otra persona y tratas de amistarte con ella, verás que vas a ganar a una amiga maravillosa y con ello también honrarás a Jesús, nuestro Señor.
Señor, ayúdame a ser sabia y no ser parte de los pleitos, sino amar a los demás.
YF

Noche 6
La mente del rey, en manos del Señor,
sigue, como los ríos, el curso que el Señor quiere.
Proverbios 21:1, DHH.
El cine nos ha influenciado tanto que entendemos bien cuando alguien nos dice que vivimos dentro de una película. El problema es cuando, siendo solo actrices, queremos ser guionista y directora. Algunas estrellas famosas tienen muchas actuaciones por un tiempo hasta que, de pronto, desaparecen de la pantalla. ¿La razón? Gente a su alrededor afirma que es muy difícil trabajar con esas figuras, pues exigen demasiado e, incluso, se atreven a cuestionar a los guionistas. Tristemente, nosotras solemos comportarnos así.
El proverbio de hoy nos habla de los ríos que tienen un curso, un lugar definido que recorren, y cuando se desbordan, causan estragos. Sin embargo, Dios ha creado un mundo tan coordinado que, tard