El pueblo más tranquilo del mundo

Rush Smith

Fragmento

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No me ha dado tiempo a contaros quién ha muerto, aunque tampoco sé si pueden llegar a ser de vuestro interés los terribles sucesos que acontecieron en la habitación de un viejo motel del pueblo más tranquilo del mundo. No podemos traer de vuelta un corazón que ha dejado de latir, pero podemos compartir su historia para que de alguna forma lo siga haciendo. Y esa es mi labor como escritor, la de resucitar a los muertos.

La escena era demasiado aterradora para describirla, pero es necesario que lo haga para cumplir con la reputación que me precede en anteriores libros. Estaba tumbada en el suelo sonriendo, como si el charco de sangre que había debajo de su cuerpo no tuviera nada que ver con ella. Este se había convertido en una prolongación del vestido rojo que llevaba, haciendo difícil distinguir dónde empezaba la mancha y dónde acababa la tela. La sangre nacía del oscuro agujero que tenía en el pecho, como si brotaran las costuras desde su corazón hasta la madera. Mientras sus pies permanecían todavía al calor de la tibia estancia, sus manos se empapaban en el exterior por la lluvia.

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La más grande de las tormentas desataba toda su rabia sobre La Vila, uno de los pueblos costeros más pequeños del norte del continente. El sonido del oleaje del mar se erguía fuerte a pesar de los inútiles esfuerzos que hacían los truenos por intentar acallarlo. La fuerza del viento golpeaba con dureza las ventanas, que, a punto de caerse, esperaban pacientemente el momento de desprenderse y golpear contra el suelo.

La gente cambia mucho cuando está muerta. De hecho, cualquier suceso importante en nuestra vida nos cambia de una forma u otra. Yo, por ejemplo, cada vez me estoy volviendo más cabrón —con perdón de quien esté leyendo este libro—, y, como escritor, me voy a tomar la licencia de hablaros sobre la señora Busquets sin guardarme absolutamente nada. Porque presuponer que esa mujer esté muerta es aventurarse demasiado, y no contaros las circunstancias en las que se toparon con su cadáver sería hacer un flaco favor a la historia que estoy a punto de narrar.

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CAPÍTULO 1

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