La elegancia masculina

Eugenia de la Torriente

Fragmento

cap-1

PRÓLOGO

LAS

10 REGLAS

DE LA MODA

MASCULINA

por

Giorgio Armani

1.

Personalidad

Se puede establecer reglas, dar consejos y ofrecer orientación. Sin embargo, la verdad es que todo depende de la personalidad: sin ella no hay estilo ni elegancia. Un hombre con estilo debería saber cultivar el propio gusto y descubrir lo que realmente le satisface. Basta tener una verdadera curiosidad por todo lo que nos rodea y unas ganas enormes de aprender y conocer cosas nuevas. Esto significa una apertura a todo lo que la vida puede ofrecernos de sorprendente, maravilloso, estimulante, novedoso y nunca visto.

2.

Conócete a ti mismo

Es un imperativo que nadie debería olvidar. En un hombre encuentro muy interesante la expresión de un estilo propio y una particularidad personal, que no siga ciegamente los dictados de la moda, ya que, en algunas ocasiones, nos puede hacer parecer ridículos. No obstante, para que esto suceda se necesita una cierta disciplina. Es necesario mirarse atentamente al espejo y averiguar cuáles son físicamente nuestras virtudes y defectos. Al mismo tiempo hay que mirar hacia el interior y descubrir el propio carácter. La elección de la ropa y los complementos que mejor nos definen es el resultado de este doble análisis, que si realizamos con lucidez, no nos llevará a equivocarnos. La ropa masculina debe adaptarse al cuerpo sin ningún tipo de ataduras y debe ser cómoda para permitir que nos sintamos a gusto en todo momento. Si se tienen los hombros anchos es inútil llevar una chaqueta de hombros construidos. Y si se tienen las piernas robustas, los pantalones pitillo, por mucho que estén de moda, siempre estarán fuera de lugar. Y así sucesivamente.

3.

Todo hombre debería tener siempre en mente lo que yo llamo «la regla de Cary Grant»

Es decir, vestirse de tal modo que en las fotos se pueda percibir nuestro estilo, más allá de las tendencias de moda y de las épocas. Me viene siempre a la mente Cary Grant, un hombre extraordinariamente elegante, de modo cortés y silencioso, pero con un gran carácter. No era una estrella a la última moda, pero todavía hoy y con el pasar de los años, sigue siendo un verdadero icono de estilo.

4.

La coherencia variable

La elegancia masculina debería expresar una virtud específica: la coherencia variable. Somos personas diferentes en las distintas estaciones de nuestras vidas y es justo que la elección de nuestra ropa lo refleje. Solamente es necesario filtrar todo lo que la moda nos ofrece en cada estación y adaptarlo a nuestra personalidad. Es una habilidad que se perfecciona con el tiempo, que requiere ser conscientes de nosotros mismos, pero que a la larga es sumamente gratificante.

5.

No puede concebirse la verdadera elegancia sin comodidad

Porque la ropa que nos aprieta, que no se adapta a las formas del cuerpo y que fuerza los movimientos, quita naturalidad a la persona. Y para mí, sencillez y elegancia son una única cosa. Actualmente, vestirse de modo formal ya no significa ponerse los austeros trajes de otro tiempo, sino elegir las prendas que se adapten a las líneas de nuestro cuerpo.

6.

Comodidad no puede y no debe convertirse en sinónimo de aspecto descuidado

Algo que ocurre muy a menudo en la actualidad. Es verdad que los códigos de vestir y las normas de protocolo se han suavizado con respecto a otras épocas, pero también es cierto que el tipo de prenda y la ocasión están estrechamente vinculados entre sí. Es un error exagerar en las ocasiones informales como también es una equivocación vestir demasiado sport en las citas formales. Por tanto, la regla de oro es prestar mucha atención. Vestirse con esmero es una señal de respeto: hacia nosotros mismos y hacia quienes están a nuestro alrededor.

7.

Trayectoria profesional

Desde el momento en el que inicié mi trayectoria profesional en el mundo de la moda, han cambiado muchas cosas y, quizás, puedo decir que he contribuido a este cambio. Hoy en día los hombres no tienen miedo a expresarse, incluso a través de la ropa. Lo cual está muy bien, pero eso sí, siempre que no se exagere. Porque un hombre elegante pasa casi siempre desapercibido, pero deja una impresión duradera en todo aquel que se cruza en su camino.

8.

Un hombre elegante no debe llevar corbata por obligación

Aunque en las ocasiones formales sirve de ayuda, en general no pienso que la corbata pueda ser considerada como símbolo del buen vestir. A lo largo de los años, en mi trabajo, he propuesto a menudo la camisa sin cuello de inspiración oriental, que encuentro sencilla y sofisticada a la vez. En algunas ocasiones he propuesto las corbatas, pero nunca exageradas o extravagantes. Y en otras, la camisa completamente abotonada sin otros complementos. Depende siempre de la persona y de la ocasión.

9.

En el estilo no existe el color

Cada uno debe elegir el color que prefiera, pero si tuviera que elegir uno, escogería el color azul. Intenso, elegante, versátil, se adapta de modo apropiado a casi todas las ocasiones y queda bien prácticamente a todo el mundo. Transmite calma, serenidad y una especie de melancolía viril. Es atemporal y está por encima de las modas.

10.

La elegancia y el buen vestir comienzan por el cuidado de uno mismo y del propio cuerpo

Mens sana in corpore sano es un lema en el que siempre he creído. La auténtica elegancia proviene únicamente del verdadero equilibrio psico-físico. La prenda más hermosa no podrá ocultar jamás un cuerpo descuidado, y un cuerpo desaliñado quita elegancia incluso a la prenda de alta costura más impecable.

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