La publicación en Francia de «El consentimiento» supuso un bienvenido estallido en el sólido sistema de consagración de la intelectualidad francesa: la hoy editora Vanessa Springora relata cómo a los trece años quedó bajo el dominio psíquico y sexual del encumbrado escritor Gabriel Matzneff, un notorio pedófilo tres décadas mayor. Ni novela ni mero testimonio, la autora convierte con su escritura a su cazador en presa, actualiza el debate sobre moral y arte en tiempos del #MeToo y a la vez echa luz sobre aquella celebrada época donde el «prohibido prohibir» abrió las puertas a los depredadores.