Pequeño cerdo capitalista. Inversiones

Sofía Macías

Fragmento

Índice
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ÍNDICE

Portadilla

Índice

Agradecimientos

Introducción

1.- ¿Vas a invertir o a apostar? Principios generales de las inversiones

Qué es, pero sobre todo, qué no es una inversión

Diversificación: ¿Por qué meter todos los huevos en una sola canasta puede terminar en omelette financiero?

Los tres cochinitos… capitalistas

2.- Un ojo al gato y otro al garabato. ¿Qué factores afectan a las inversiones?

¿Qué son y cómo funcionan los mercados?

1.-La inflación

2.-Los ciclos económicos

3.-Las tasas de interés

4.-Las finanzas públicas

5.-La polaca

6.-Impuestos

7.-Desastres naturales, calamidades y anexas

8.-¿Cómo van otras opciones de inversión?

Una los puntos, ¿cómo se relacionan los factores entre sí?

3.- No corro, no grito, no empujo… ¿Qué hacer cuando los mercados van mal?

¿Pérdida o minusvalía?

¿Qué hacen los profesionales para no apanicarse con las crisis y los cambios bruscos del mercado?

4.- En instrumentos de inversión, para todo hay en esta viña del Señor

Instrumentos de deuda

De acreedor a socio, les presento a las acciones

Divisas o por qué nos gustan tanto los billetitos verdes (o naranjas si son euros)

Invertir en “cosas”: Los commodities

5.- Palitos II: Pagarés bancarios, cetes, fondos de inversión, ETF´S, seguros y afores

Pagarés o instrumentos bancarios, ¿qué es un pagaré?

Cedes, los primos del pagaré

Los famosos cetes, ¿con qué se comen?

Fondos de inversión, la “vaquita” para los rendimientos

Fondos de gestión activa versus fondos indizados

ETF´S, los híbridos de acciones y fondos

Seguros con inversión, ¿inversión segura?

6.- Oro, ¿el sueño dorado de los inversionistas?

De los egipcios a la crisis financiera global de 2008… en 10 minutos

Propiedades del “oro”

Formas de invertir en los metales

7.- Bienes raíces

Los bienes inmuebles, ¿estáticos? ¡Sólo de nombre!

Comprar casa, ¿patrimonio o inversión?

Y a todo esto, ¿con qué se come eso de TIIE?

Los fibras: formas no físicas de invertir en bienes raíces

8.- Invertir en negocios

Alto riesgo, altos rendimientos

“De a cómo no” o la famosa valuación

Las “ligas” de inversión: del changarro de tu cuate a los fondos de capital privado

Franquicias: el negocio empaquetado

9.- La última y nos vamos… son recomendaciones, no pienses en otras cosas

Querido y adorado lector

Anexos

Anexo 1: ¿Tasas reales? ¿Qué las otras son de “a mentiritas”?

Anexo 1 Bonus: El valor del dinero en el tiempo

Anexo 2: ¿Intentar predecir las crisis? El indicador coincidente y adelantado

Anexo 3: El famoso “comprar barato y vender caro”

Anexo 4: Básicos para analizar acciones

Anexo 5: Valuación de Start-ups

Glosarioink

Notas

Créditos

Agradecimientos

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Este libro es producto del activo más valioso de muchas personas: tiempo. Gracias de verdad a todos los que lo invirtieron en distintas maneras, para que fuera posible este proyecto.

Quiero agradecer mucho a mis lectores porque sus preguntas, comentarios e historias, son el reto principal por el que escribí este libro.

A mi mamá, mi papá, Héctor (#MiHermanoEsUnChiste), a Guillermo y a Juan Montes, por hacerle de críticos, hasta de terapeutas.

A toda mi familia por las porras y el interés en el tema. A Yolanda Morales, por sus doradas ideas.

A Adriana Rangel y Omar Morales, por ser el 01-800 financiero de este libro. Gracias de verdad por la disposición.

A Carolina Meléndez, por ser la consultora internacional honoraria. Gracias, chama.

A Jesús Reyes y Alejandra Sánchez, por darme la perspectiva de los lectores. Sus comentarios valen su peso en oro… cuando el oro estaba en máximos históricos.

A Daniela Clavijo, por compartirme sus perspectivas y fuentes. A Julia Ruiz, por toda su ayuda y trabajo. A mis editorzazos, por todo el cariño y paciencia que le ponen a cada libro.

Muchísimas gracias a los expertos que se dejaron entrevistar, citar y consultar hasta el cansancio en este proceso. De verdad cada plática fue una clase y cada corrección una cubetada de arena para que este libro fuera mejor de lo que sería sin ustedes: José Manuel Herrera, Hugo Petricioli, Iván González Orozco (no Flores :P), Jorge Madrigal, Roberto Charvel, César Salazar, Claudia de Heredia, Fernando, Lelo de Larrea, Heberto Taracena, Claudia de Heredia, Pablo Kohan, Fernando Soto-Hay, Jorge Castañares, Eduardo Corona, Adrián Loustaunau, Horacio Urbano, Noel Castillo, Iliana Estrada, Isela Muñoz, Pablo Escobedo, Ernesto Macías, Ana Sarez (Ramírez), Tamara de Anda, Wookie, Dago, Luna, Hernán Fernández, al gran Ben Graham y sus libros, y a Roberto Morán.

Y de nuevo a Ernesto Murguía, que sigue sin aparecer, pero al que aún quiero darle las gracias por su inesperada contribución a que todo esto suceda.

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Introducción

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Tengo una confesión que hacer: la verdad, la verdad, las inversiones son el área de las finanzas personales por la que más me queman las llamas de la pasión.

¿Por qué las inversiones son mi tema favorito y por qué quiero contagiarte ese gusto? Porque me di cuenta de que era la única forma de llegar más fácil y rápido a mi sueño: cuando tenía 21 años moría por hacer una maestría (de preferencia fuera de México), y como no me había ganado la lotería, no me apellidaba Slim ni tenía papás ricos ni una tía Eduviges del Conde y Palacios que me heredara, hacerlo posible sólo recaía en trabajar duro… pero no sólo yo, también mi dinero.

Tres años antes ya había sido “la bella durmiente del banco”. Quería hacer un mochilazo y tontamente dejé mis ahorros echando la flojera durante un año en mi cuenta de banco, en lugar de que produjeran intereses para completar el viaje, y así irme más tiempo u hospedarme en hoteles que por lo menos tuvieran media estrella. Confieso que desperdicié ese dinero, pero escarmenté y me di cuenta de que quitarse lo gastalón y ahorrar es la base, pero no es suficiente.

Tu meta puede o no ser una maestría, puede que más bien quieras por fin salirte de casa de tus papás o, peor, ¡de tus suegros! Chance, sea la lana para independizarte, poner una empresa o “ninguna de las anteriores”. El chiste es que, sea lo que sea nuestro sueño, multipliquemos nuestro esfuerzo para conseguirlo por medio de la inversión, en lugar de solitos ponernos el pie para que nos cueste más trabajo.

Hay a quienes les llegó el momento en la vida en que arreglaron su relajito financiero o están muy cerca de lograrlo. ¡Aplausos! Pero entonces llega la pregunta: “¿ Y ahora qué hago con mis 1,000 pesos, 10,000 pesos, 100,000 pesos…? o lo que tengan ahorrado ¿Los dejo abajo del colchón? ¿Me los gasto antes de que valgan menos? ¿Los cambio por un premio con taparroscas?… O ¿en serio puedo empezar a invertir mis “pesitos”?

¡En México puedes invertir desde 100 pesos en tu afore o en cetes directo! Así que nada de ningunear el dinero y nada de que “es poquito, me voy a esperar para ponerlo a trabajar”. No es necesario esperarnos a tener sumas altas para invertir. Cada peso trabajando genera y va aumentando tu riqueza.

Puede ser que empieces con alternativas sencillas que tampoco den rendimientos espectaculares, pero te permitirán hacer el hábito, aprenderás a dejar el dinero en paz y trabajando, a ver fluctuaciones, a tomar decisiones… para que cada vez tengas mayores ganancias.

Además, entre antes empieces, más te vas a ahorrar en novatadas. Todos podemos meter la pata alguna vez o nos puede hacer una jugarreta el mercado, pero mejor que te suceda al principio, con una cuenta pequeña, y agarres callo, a que te esperes a ser millonario y que la primera vez que te tomen en curva tus pérdidas sean cientos de miles.

Ok, ok, ya voy a invertir, pero entonces ¿cuál es la inversión que me dé 50% de rendimiento en tres meses? ¿Y tu nieve de qué la quieres? Vamos a empezar por aclarar que “se hacen inversiones, no milagros”, así que para obtener rendimientos sostenidos y reales, primero hay que grabarnos en la cabezota que requerimos tres cosas: tiempo, conocimientos y paciencia.

Quien te diga lo contrario es muy posible que quiera enjaretarte algo de dudosa procedencia o fugarse con tu dinero a las Islas Caimán. ¿Por qué? Los buenos rendimientos toman algo de tiempo, porque al final la capacidad del dinero para generar más dinero depende de qué está produciendo y qué tan duro trabaje (por eso hay que preguntar cómo, no sólo cuánto).

Conseguir inversiones que se duplican en meses o pocos años son producto de:

image Un caso de extrema chiripa.

image Algo ilegal.

image Que dejes tu vida actual para dedicarte a esas, claro, cruzando los dedos para que no te vayas a ir a la quiebra.

image Que asumas un riesgo mucho más alto del que deberías (¿recuerdas eso de “mayor rendimiento conlleva mayores riesgos”, si no, por qué pagarte más?).

image Todas las anteriores.

Este libro no pretende ninguna de esas cosas. Lo que busca es que conozcas bien las alternativas para que escojas la mejor manera de hacer que tu dinero produzca de acuerdo con cuánto riesgo quieras asumir, cuánto te quieras clavar en el tema y cuánto le puedas dedicar, y que así vayas construyendo riqueza real y no accidental, o sólo humo.

En un congreso de mujeres empresarias conocí a una que llevaba invirtiendo desde los 18 años porque su primer trabajo era en una casa de Bolsa. Ella cuenta que cuando abrió su primer contrato su jefe le dijo: “Para invertir hay que tener estómago… y asentaderas, sí: hay que analizar, tomar la decisión y sentarse a que de verdad den frutos (nada de desesperarse al segundo año), saber que van a existir altos y bajos, y decidir fríamente para no perder dinero.” Quince años después, lo que empezó como pequeños ahorros se había convertido en una pequeña fortuna. Pero leyeron bien, esto no pasó ni en uno ni en tres ni en cinco años. Es un proceso. Si estás dispuesto a aprender, en unos años verás bastantes más ceros a la derecha de tu cuenta.

¿Qué voy a encontrar en este libro para lograrlo?

El objetivo de este libro es que entiendas qué son en realidad las inversiones (spoiler: son muy distintas a las apuestas), conozcas tu perfil de inversionista, construyas tu estrategia de inversión, entiendas qué hay detrás de cada opción (fondos, bienes raíces, oro, etcétera) para que elijas las que embonen más con tus metas y aprendas lo más posible cuándo hacer cambios y cuándo no alocarte.

Debo advertirte que los primeros capítulos son más técnicos y te encontrarás conceptos mafufones de finanzas y economía, ¡pero tienen dibujitos y les vas a agarrar rápido la onda! Si te empiezas a atorar, sigue leyendo porque muchas veces la idea se explica o se complementa más adelante y, claro, ¡siempre puedes regresarte tantito!

Recuerda que esto de las inversiones es un poco como aprender un nuevo idioma: puede que al principio sólo balbuceemos o podamos hilar frases cortas y simples, pero conforme entendemos más de las palabras, cómo interactúan unas con otras y cuáles sirven para qué, el lenguaje cobra vida, se vuelve más útil y podemos usarlo para crear lo que queramos. Pero nadie aprende a hablar en un día o una semana. Es cuestión de paciencia. Creo que la última vez que aprendí un idioma pasé un par de meses sin entender ni “j”, pero de pronto todo se conectó y, aparte de que tenía sentido, me empezó a ser útil en la vida diaria sin tener que pensarlo demasiado. Seguro te pasará igual.

Pasando los primeros tres capítulos, empiezan los que tratan sobre cada opción de inversión: acciones, deuda, las divisas como euros y dólares, cómo funcionan los pagarés y demás instrumentos bancarios, las que son por medio de fondos, con tu afore o un seguro, los commodities y, en particular, el oro —parece que la fiebre por el metal no ha desaparecido, siempre es de las consultas top—, los bienes raíces y, finalmente, las inversiones en negocios. En ellos vas a saber qué son, cómo funcionan, qué riesgos tienen, de dónde vienen sus rendimientos, para qué plazos son adecuados y qué les afecta.

La idea es que conozcas bien tus opciones y tengas el sustento de decidir qué combinaciones te funcionan mejor para construir tu portafolio…

¿Porta-qué?

Si te perdí en esa palabreja, no te preocupes, me regreso. Así será en la mayor parte del libro, por eso también hay un glosario en la parte de atrás para cuando parezca que algún párrafo es para comunicarse con una civilización extraterrestre.

Regresando a nuestro asunto: portafolio es la totalidad de las cosas en las que inviertes tu dinero (porque un buen inversionista no invierte todo en una sola cosa). Qué eliges para tu portafolio depende de tus metas, quién eres tú como inversionista, qué nivel de riesgo quieres tomar y cuánto quieres ganar.

A invertir, ¡pero desde ya!

La idea es que sí aprendas a fondo sobre las inversiones, pero no tienes que hacer un posdoctorado con mención honorífica en finanzas para bajar los ahorros de la hamaca (o colchón, tarrito de café, alcancía, tarjeta de débito o cuenta de nómina) y ponerlos a chambear duro.

¿Se acuerdan de que en el Pe

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