Recetas para novatos

Fragmento

ÍNDICE

Índice

Portadilla

Índice

Cita

Dedicatoria

Reflexión inicial

Sobre el libro

Sobre la disposición

El instrumental

El horno y sus misterios

Cocina de toda la semana

El pan nuestro de cada día

Empecemos por lo básico

Arroz blanco

Bechamel

Claras a punto de nieve

Mayonesa

Ralladura de limón/naranja/lima

Separar la yema de la clara

Primeros

Begoña hace así la ensalada de gulas

Berenjena rellena

Canelones de atún y huevo

Coliflor con bechamel

Crema de calabacín y patata a lo Javi

Ensalada de arroz como le gusta a mi padre

Ensalada de calabacín y tofu

Ensalada de espinacas y canónigos

Ensalada de judías blancas

Ensalada de judías verdes y más de la tía Paloma

Ensalada de tomate y aguacate

Ensalada tibia de gambas

Ensaladilla rusa

Garbanzos con verduras

Lasaña de verduras

Las lentejas de tu madre para una tarde lluviosa

Lombarda con piñones y pasas

Macarrones con tomate y foie gras

Menestra de verduras

Pasta con pesto

Pastel de arroz con espinacas

Patatas camperas

Patatas con puerros y zanahorias

Patatas rellenas de carne

Pisto

Puré de patata de sobre con muchas aspiraciones

Sopa de champiñones casi instantánea

Spaghetti a la carbonara

Spaguetti de la tía Isabel

Vichyssoise

Segundos

Albóndigas con salsa de tomate

Bonito con tomate y pimientos

Carne asada en la olla exprés

Carne con mostaza a lo Mario y María

Carne guisada en verso

Codillos de cerdo

Conejo guisado

Filetes de la abuela Nana, la de Paula y Andrea

Filetes empanados

Huevos de la abuela (la mía)

Lomo de cerdo con miel, curry y arroz basmati

Lomo de cerdo con naranja

Lomos de merluza al limón

Los salmonetes con salsa de tomate y aceituna para Camilleri

Lubina al horno

Merluza de Luisa

Merluza de mi abuela Patro

Pastel de carne y puré de patata

Pescado con salsa exótica

Pollo asado con manzana

Pollo con champiñones

Pollo con yogur y limón

Pollo de mi madre

Pollo relleno

Quiche de puerro con beicon

Revuelto de huevo absorbe todo, como dice Maya

Salmón envuelto

San Jacobos o libritos

Tortilla de patatas

Tumbet mallorquín con lomo de cerdo en adobo

Postres

Granada al azahar

Macedonia de frutas y sus variantes

Manzanas asadas en el microondas

Naranjas con miel y canela

Postre fácil de plátano

Mis amigos vienen a comer

Críticos benévolos

Aperitivos

Aperitivos de gorgonzola y endivia

Crostinis para una cuchipandi hambrienta

Dados de camembert con salsa de frutas rojas

Guacamole

Huevos rotos

Hummus o crema de garbanzos

Pa amb tomàquet

Receta casi tal cual de salmorejo a lo Miguelico, Cordobés de pro

Tostadas de queso con gorgonzola y pera

Tumbado de queso para untar que nos enseñó Carla

Primeros

Ajo blanco con uvas y gambas si quieres

Arroz con piña

Arroz marroquí

Crema de aguacate

Cuscús Akerreta de verduras

Enrollado de atún con huevo

Ensalada de hojas variadas, mango y vinagreta de café

Ensalada de jamón de pato con higos marinados

Ensalada de lombarda

Ensalada de piña

Ensalada de pollo y alcachofas

Ensalada de pollo y salsa rosa

Ensalada de sandía

Ensalada tropical

Melanzane alla parmigiana

Multiverduras con queso de cabra gratinado

Pastel de alcachofas

Pastel de bonito

Pastel de espárragos

Patatas rellenas de setas

Quiche de tomates y brócoli

Rulos de queso feta y espinacas

Tempura de verduras

Tomates rellenos de atún

Vinagretas

Segundos

Alitas de pollo con mini-plátanos

Atún en escabeche

Autoservicio de variedades

Bolas de pollo

Bonito con atún y patatas o el famoso marmitako, que es lo mismo

Ceviche

Chop suey de ternera

Cuscús de cordero

Escalopines con manzana

Filetitos diferentes con arroz

Guiso de calamar d‘en Vicent de Ibiza

Huevos a la Blanca

Ossobuco

Pan de pita con pollo y mango

Pastel de gambas y merluza

Pastel de pollo en fiambre de la Sarri

Pechugas de pollo al cava o, en el caso de sequedad monetaria, a la sidra

Pimientos del piquillo rellenos de carne picada

Pollo con orejones y ciruelas

Pollo estilo chino

Quesos para una cena informal

Solomillo de cerdo con champis y nata

Tagine de cordero con aceitunas

Tarta de salmón

Vitello tonatto (o carne atunada)

Postres

Compota de manzana con costra

El postre de Fernando

Flan de pan para los finales de mes

Granizado de leche merengada

Pastel de galletas con chocolate y natillas para mi hermano

Postre de natillas y fruta, como lo hacía Manolo, con su bizcocho y todo

Sorbete de fresas

Tarta de roquefort con peras al vino

Tartaletas de plátano

Hoy vienen mis suegros

La prueba

Aperitivos

Corazones de alcachofa con queso de cabra

Crema de pepinos

Delicias de calabaza con pesto

Montaditos de salmón y pepino

Queso de cabra con cebolla glaseada

Rollitos de jamón York con cebollino

Tomates cherry con bolitas de mozzarella

Primeros

Chutney de calabacín

Crema de calabaza

Crema de puerros y almendras

Crema de remolacha

Ensalada de tomate, jamón y langostinos

Ensalada malagueña

Garbanzos con espinacas

Gazpacho ruso de espinacas

Lentejas con setas

Pastel de puerros y queso de cabra

Pimientos del Piquillo rellenos de rape y gambas

Puré de patatas con peras

Sopa de cebolla

Sopa de pescado cremosa

Sopa fría de melón con almendras y jabugo

Segundos

Bacalao con cobertura de ajos

Chuletas de cerdo sofisticated

Cordero a lo Rafa Olmos

Filetes de pavo con mango y tapenade

Fricandó de níscalos

Lomo de cerdo con leche y caramelo

Lomos de bacalao con pasas y orejones

Mejillones marineros

Merluza a la romana

Merluza fácil pero que parece importante

Mero a la naranja con setas de guarnición

Pechugas de pollo al estragón

Pescado con piperrada

Redondo con hierbas

Sepia estofada

Solomillo de cerdo con salsa de pimienta verde

Solomillo de cerdo oriental

Postres

Copa de melocotón

Crujiente de manzana

Gazpacho de frutas

Melocotones con salsa de almendras

Peras al vino con helado de vainilla o nata montada

Tarta de fresones y nueces

Tarta de limón

Tarta de requesón de Concha o la facilidad misma

Momentos para lucirme

Con nota

Aperitivos

Brandada de bacalao con pasas

Canutillos de berenjena con queso de cabra

Ciruelas con roquefort y almendras

Croquetas de calabacín

Pastel de alcachofas con foie

Primeros

Crema de langostinos

Crema de vieiras

Especie de lasaña de verdura y mozzarella

Salpicón de marisco

Volovanes de marisco

Segundos

Magret de pato a lo Martín Casas

Rape en salsa

Roast beef

Salmón con salsa de frutas

Solomillo de cerdo con miel y sobrasada

Postres

Brazo de gitano de trufa y otras versiones

Mousse de chocolate amargo con salsa de frambuesas

Tarta esponjosa de queso y frutas rojas

Tarta tatín de manzana

Tiramisu

Sobre la autora

Créditos

cita

Quien come bien, bebe bien;

quien bien bebe, concededme,

es forzoso que bien duerme;

quien duerme no peca;

y quien no peca,

es caso notorio

que, si bautizado está,

a gozar del cielo va

sin tocar el purgatorio.

Esto arguye perfección;

luego según los efectos,

si son santos los perfectos

los que comen, bien lo son.

Aforismo cuya paternidad se atribuye a varios autores, sacado de El practicón, de Ángel Muro

cita

A mi madre, que está en cada una de estas páginas, siempre incansable, animándome a vivir con una sonrisa bien grande. También a mi hermana Marta, por meterme en esta aventura, y a Javi, por acompañarme paciente en el camino.

Y a Natalie y Miguel Velasco, junto a todos los que tanto me cuidan y a los que tanto quiero.

Laura Donada

Reflecion inicial sobre el libro

Sobre el libro

EL VERBO COCINAR es muy parecido al verbo cantar. Ambos terminan en –ar y son regulares. Y, además, se conjugan en todas las personas del plural y del singular sin excepción. Esto quiere decir que yo canto fatal y a grito pelao y por eso sólo lo hago en la ducha cuando (creo que) no hay nadie; a veces él cocina mientras ve la tele de soslayo, nosotros cantamos en un coro cual jilgueros, ellos cocinan obras maestras con las sobras de la nevera, vosotros cantáis al unísono que da gloria oíros… y, aunque no tengas ni la más repajolera idea, tú cocinas.

Cocinar no es exclusivo, a no ser que te dediques a ello. Te permite compaginarlo con otros verbos o acciones. E incluso con estados emocionales. Así, puedes cocinar y estar guapa, cocinar y ser bióloga (como yo), cocinar y escuchar música, cocinar y rajar con un amigo. Cocinar en compañía. Cocinar y oler a rico. Cocinar y probar sabores. Y también cocinar y ser feliz, o cocinar y divertirte. Y, fíjate qué avance, también es posible cocinar sin desesperarse.

En este libro no voy a darte instrucciones para hacer recetas hipersencillas, porque libros así hay a patadas en el mercado y, además, buenísimos, de verdad. Lo que voy a intentar es explicarte, de forma sencilla y sin tecnicismos, las recetas que preparo yo habitualmente, o mis amigos y familiares, para que tú también puedas hacerlas con tranquilidad. Ellos no son cocineros, ni cocinan como los ángeles (a excepción de mi madre y unas amigas suyas que llevan mucho tiempo en esto), sino que, como tú y yo, son personas normales, con su trabajo de oficina y que prefieren leer novelas de amor e intriga antes que recorrerse la geografía española para hablar de técnicas de suflés. Pero eso no quiere decir que no les guste comer bien, aprender cosas nuevas y divertirse en el intento.

Siempre he pensado que, si no me gustara cocinar y las únicas recetas que hubiera en el mercado para mi nivel fueran las que recogen los libros de cocina para principiantes, no me motivaría nada la idea. Serían herramientas útiles para salir del paso (que no es tema baladí), pero no me conquistarían ni me despertarían el gusanillo. Lo que pretendo es que tú también puedas cocinar platos algo más complejos, siempre dentro de un límite y sin proponerte nada que ni yo misma haría. Porque espero que eso te motive y porque, en la cocina, la fuerza que mantiene encendida la llama es proporcional a los resultados de tus platos. Si tus comensales quedan contentos, tú tienes más posibilidades de convertirte, paso a paso, en un cocinero en ciernes.

Finalmente, quiero decirte que, para cada receta, eres tú quien tiene la última palabra. Por mucho que yo te cuente y te diseccione paso a paso cómo hago las albóndigas, cómo preparo las berenjenas rellenas, cómo saco el mejor partido de un triste paquete de spaghetti, etc., tú debes ir puliendo la fórmula. Con tu lápiz, tachando, mientras cocinas o después de haber probado tu plato, las cantidades que yo he puesto para ponerle más o menos. Dándote cuenta de que, en tu horno, necesita un poco más de cocción. Echando menos sal de la que pensabas al guiso de carne que te hizo luego estar bebiendo toda la noche. Este libro no es un viaje a Lourdes, sino a tu cocina y a tus gustos, y por eso, el último toque siempre dependerá de ti.

¿Te animas a intentarlo?

Sobre la disposición

ANTES DE COMENZAR a preparar una receta, léetela bien de arriba abajo, puesto que puede que haya cosas que necesiten estar, por ejemplo, un tiempo a remojo o enfriándose, y la cosa te vaya a llevar más tiempo del que habías pensado. Además, léela tratando de hacerte una composición de lugar en la cabeza, no como cuando revisas de pasada los informes del trabajo o las actas de las reuniones de vecinos.

Antes de nada, colócate los ingredientes en la encimera, ya pesados y todo. Y mi consejo es que eches un rápido vistazo para comprobar si las posibles verduras deben ir cortadas, con el fin de tenerlas ya preparadas desde el principio y, así, sólo haya que ir añadiéndolas. Sobre todo si no controlas mucho el arte del cuchillo y necesitas tiempo para trocear una lechuga o para pelar y cortar en aros una cebolla.

Puede que no todo te salga a la primera, aunque es bastante posible que sí. Pase lo que pase, no decaigas en el intento porque eso, queridos amigos, nos ocurre a todos. Va en el lote de la cocina.

El instrumental

SIN ÁNIMO DE ponerme a hacer una revisión de todo lo que deberías tener en la cocina, en cuanto

Suscríbete para continuar leyendo y recibir nuestras novedades editoriales

¡Ya estás apuntado/a! Gracias.X

Añadido a tu lista de deseos