Your cart
No hay más artículos en su carrito


UN RECORRIDO VISUAL por NUESTRO CIELOKELSEY OSEID


S
UMA
R
IO
INTRODUCCIÓN • 7NUESTRO LUGAR en el ESPACIO • 8las
CONSTELACIONES • 11Estrellas brillantes 17 • • • Precesión y cambio de las estrellas polares 18 • • • La eclíptica 20Las constelaciones de Ptolomeo 22 • • • Las constelaciones modernas 72Herramientas, artes y tecnología 74 • • • Animales y criaturas míticas 78Otras constelaciones modernas 84la
VÍA LÁCTEA • 87la
LUNA • 93Las fases de la Luna 94 • • • Diámetro angular 98Acoplamiento de mareas 99 • • • Más fenómenos lunares 100Maria, los mares de la Luna 102 • • • Nombres de la luna llena 104el
SOL • 107La luz solar es luz estelar 108 • • • Eclipses lunares 110 Eclipses solares 111 • • • Las auroras 112

los
PLANETAS • 115Estrellas errantes 116 • • • Mercurio 119 • • • Venus 121Tierra 123 • • • Marte 125 • • • Júpiter 127 • • • Saturno 129Urano 131 • • • Neptuno 133 • • • Objetos exteriores 134los
ASTEROIDES, COMETAS Y METEOROS • 137Cometas 138 • • • Meteoros 140 • • • Asteroides 144el
ESPACIO PROFUNDO • 147Mensajes para las estrellas 148 • • • Misión Interestelar Voyager 150Espacio profundo 152 • • • Nebulosas 153 • • • ¿Hay alguien ahí? 154Agradecimientos • 156Sobre la autora • 157‘Indice • 158



vivimos en ciudades con contaminación lumínica, nuestra observación de las estrellas se reduce, con frecuencia, a dedicar una mirada a la Luna alguna noche particularmente luminosa. Inundados por la luz artificial del mundo moderno, resulta imposible apreciar la Vía Láctea, nuestra propia galaxia, que se extiende por el cielo como un delicado riachuelo de luz. Así las cosas, resulta fácil olvidarse de la magia del cielo nocturno.Tomarse el tiempo de mirar hacia arriba supone conectar con una experiencia ancestral del ser humano, que puede llegar a ser una fuente inagotable de asombro y sobrecogimiento. Este libro realiza un recorrido por el cielo nocturno, y se detiene en la antigua historia y en los nombres que los astrónomos de hoy en día siguen empleando. Abordaremos los elementos más luminosos de nuestro sistema solar, las constelaciones, la Luna, las estrellas brillantes y los planetas visibles; y nos aproximaremos a los fenómenos celestes que nos resultan algo menos familiares, como los exoplanetas y el espacio profundo. A lo largo de este viaje, exploraremos algunos de los mitos antiguos que se esconden tras nuestro cielo nocturno, así como los principios científicos básicos que subyacen tras aquello que vemos, y aquello que no, en las estrellas.Hubo un tiempo en que concebíamos el cielo como una suerte de caparazón esférico hueco que rodeaba la Tierra, y las estrellas como puntos brillantes de aquella cubierta. Cuando nos percatamos de que algunos de estos puntos luminosos seguían trayectorias celestes diferentes, modificamos nuestra explicación: la Tierra no estaba envuelta en una única esfera, sino en varias capas de cristal, transparentes, encajadas unas dentro de otras, y que giraban en sentidos distintos. A partir de ese esquema, cartografiamos las constelaciones, el Sol y la Luna.Aunque nuestras antiguas teorías sobre el modo en que funcionaba el universo eran imperfectas en muchos aspectos, la observación del firmamento resultó clave para alcanzar algunos de los hitos más importantes de la humanidad. Los calendarios basados en el movimiento del Sol, la Luna y las estrellas desempeñaron un papel fundamental en el desarrollo de la agricultura. Asimismo, la posición de las estrellas fue primordial para la navegación y permitió a los exploradores surcar el globo. La importancia de las estrellas en nuestra historia es innegable.Dado que muchos de nosotros pasamos la mayor parte de nuestro tiempo en espacios cerrados y Durante la mayor parte de la historia de la humanidad, nuestro conocimiento del cosmos no se basaba en evidencias científicas, sino en lo que observábamos en el cielo nocturno cuando alzábamos la vista hacia esa inmensidad oscura y titilante.
INT
R
ODUC
CIÓ
N
• 7 •

NUE
S
T
R
O L
UG
A
R
en el
E
SP
A
CIO
PARA ABORDAR LOS FENÓMENOS CELESTES QUE NOS RODEAN, CIERTOS PROFESORES DE CIENCIAS SUELEN EMPEZAR POR NUESTRA DIRECCIÓN CÓSMICA:«»• 8 •

Vivimos en un planetallamado TIERRAQue orbita alrededor de una estrella SOLllamada En un sistema llamadoSISTEMA SOLAREn una galaxia llamadaVÍA LÁCTEAEn un cúmulo de galaxias llamadoGRUPO LOCALContenido en el SUPERCÚMULO DE VIRGOQue es uno de los millones de supercúmulos que hay dentro del
UNIVE
R
S
O OB
SE
R
V
A
B
L
E
• 9 •



L
As
C
O
NS
T
EL
A
CIO
NE
S
• 11 •

El límite oficial de la Osa Mayor está definido por la superficie azul y estrellada que ves aquí arriba. Las líneas discontinuas representan la forma de la constelación tal y como se ha concebido tradicionalmente, mientras que las líneas continuas señalan su famoso asterismo, el Carro.

temporal del cosmos. No nos gusta que nos recuerden que tan solo estamos de paso, de modo que nos aferramos a las constantes que nos parecen más seguras. Cuando alzamos la vista, queremos reconocer lo que vemos. Y hasta ahora, lo hemos conseguido.La escala del tiempo de la humanidad es diminuta en comparación con la del universo: los humanos modernos existen desde hace solo unos 200.000 años, mientras que la edad del universo ha sido estimada en 13.800 millones de años. Las estrellas han cambiado de lugar, pero lo han hecho tan despacio que para nosotros su desplazamiento ha sido casi imperceptible. Del mismo modo, nuestro sistema solar también se ha movido poco a poco. Con todo, hasta donde podemos recordar, las constelaciones han presentado el mismo aspecto que hoy nos muestran.• • •No obstante, en cierto sentido, las formas del cielo son algo transitorio. El mero hecho de verlas depende de nuestra perspectiva espacial y temporal, puesto que el universo se encuentra en movimiento constante. Si hubiéramos surgido en otro momento o en otro lugar, las estrellas nos parecerían completamente distintas. Aunque los astros que forman las constelaciones estén aparentemente cerca, en la mayoría de los casos su ubicación espacial real no es en absoluto cercana. Además, por mucho que las percibamos como planas, las estrellas, por supuesto, existen en tres dimensiones. Si pudiéramos viajar hasta alguna de ellas y así cambiar nuestro punto de vista, no seríamos capaces de identificar ninguna de las constelaciones que conocemos.Resulta difícil aceptar que todas esas figuras estrelladas que consideramos partes inamovibles de nuestro mundo sean efímeras en la escala Las constelaciones son algo muy antiguo y muy joven al mismo tiempo. Les hemos otorgado nombres que remiten a la Antigüedad —Aquila, Hydrus, Equuleus, Grus—, basados en palabras de lenguas muertas hoy en día. Asimismo, les hemos atribuido mitos ancestrales, donde abundan los dioses, la magia, la aventura y la venganza. ¿Qué podría dar más sensación de antigüedad?
las
C
O
NS
T
EL
A
CIO
NE
S
• 13 •A lo largo de la historia, las culturas de todo el mundo dieron nombre y emplearon un sinfín de constelaciones, que, en muchos casos, se solapaban. En 1930, en un esfuerzo por crear un sistema internacional que pudiesen utilizar tanto los profesionales como los aficionados, la UAI publicó una ca