En 2021, el aventurero y escritor Sylvain Tesson decidió seguir los pasos del poeta Arthur Rimbaud, quien no entendía la vida sin movimiento, tanto a nivel físico como emocional, cualidad que le proporcionó a su obra literaria un estilo feroz, excesivo y perdurable. El primer viaje de Tesson coincidía con la primera de las fugas de Rimbaud, en 1870, huyendo de su madre (después de aquello jamás dejaría de moverse: escapó de las Ardenas, pasó por salones parisinos de los que no quiso formar parte, persiguió el amor en Bélgica, vagó por Londres y se aventuró a morir en las pistas de tierra africanas). Aquella escapada es el punto de partida de una travesía que ha cristalizado en «Un verano con Rimbaud» (Taurus), un libro con el que Sylvain Tesson recorre paisajes reales e imaginarios de la mano del simbolista francés. En el siguiente texto, el prólogo del libro, el propio Tesson explica los motivos de esta travesía al tiempo que reflexiona sobre la importancia de un autor -y de una obra escasa, pero salvaje- que es puro antídoto contra el tedio.