«Contradeseo», de Gloria Susana Esquivel: por fuera de la foto
Todo mapa es una representación del mundo que refleja la visión de quien lo dibuja, y el Mapa de las Lenguas no tiene fronteras ni capitales: trece libros, un año y un territorio común para la literatura de veintiún países que comparten un idioma con tantas voces y lenguas como hablantes. Invitados por LENGUA, los autores de la edición de 2024 exponen su geografía literaria y explican cómo ésta encaja en esta colección panhispánica global que presenta la mejor literatura en español. Aquí, Gloria Susana Esquivel escribe sobre «Contradeseo».

Gloria Susana Esquivel. Crédito: Federico Bottia.
Siempre me ha interesado lo que queda por fuera de la foto: La distancia entre un par de amigas que actúan como cómplices y que así alimentan su feed de Instagram, pero que cuando salen del encuadre solo tienen gestos de antipatía entre ellas. El cansancio y hartazgo de una mujer migrante que posa con una sonrisa impostada frente al Empire State, pensando que eso detonará la envidia de sus familiares al otro lado del mundo. El diminuto espacio en el que vive una pareja recién casada —lleno de cajas empacadas, tal vez previendo el momento en el que les pidan de vuelta el apartamento que arriendan—pero que han sabido encuadrar muy bien para que parezca una casa amplia que les da aire de familia rica.
Contradeseo empezó como una búsqueda por escribir la historia de tres personajes que no se han dado cuenta de que están por fuera de la foto. Silvia, Teresa y Javier se resisten a reconocer que esa promesa de una vida mejor al norte global es imposible de sostener en un presente en el que el capitalismo ha sido llevado al límite. A pesar de tener que compartir un diminuto apartamento, y de no tener la posibilidad de acceder a un sistema de salud o a un empleo que les permita mejorar su status migratorio, los personajes de Contradeseo aún no se saben por fuera de la postal del sueño americano.
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Mientras escribía la novela, me propuse el reto de configurar tres personajes que creen saber lo que desean, pero que no son conscientes de que ese deseo es moldeado por un sistema económico que se alimenta de sus fantasías irrealizables, convirtiendo su subjetividad en una gran máquina aspiracional. Jóvenes adultos que aceitan el sistema con su tremenda disposición a evadir la realidad por medio del simulacro. Fue así como se me fueron apareciendo las siluetas de Silvia, Teresa y Javier habitando un diminuto apartamento donde lo único que parece sólido son todos esos electrodomésticos que ordenan por Amazon y que permanecen guardados en cajas.
Me interesaba también escribir sobre la amistad como un territorio emocional ambivalente. Me resultaba narrativamente rica la idea de explorar las relaciones de poder y de afecto que se establecen entre mujeres, sobre todo en una realidad material como la que habitan estos personajes, más parecida a una pesadilla americana, inundada por la precariedad y la incertidumbre. De esta manera, la frágil realidad del apartamento se convirtió en un escenario para que la amistad entre Silvia y Teresa se enrareciera y se borraran los límites. A lo largo de la novela, la necesidad y el silencio van tejiendo relaciones de sometimiento. ¿Qué está por fuera de la foto que captura a dos amigas que dicen ser casi como de la familia? Tal vez un despliegue de abusos de poder y mezquindad bajo la excusa del afecto.
Mapa de las Lenguas es una colección panhispánica global que presenta la mejor literatura de veintiún países que comparten el idioma. Pero es, sobre todo, un itinerario de viaje por trece de los libros que el año pasado tuvieron mayor trascendencia en su país de origen y que, a lo largo de 2024, recorrerán el resto del ámbito del español.
Adentrarse en la obra de estas trece voces es transitar un territorio físico, tangible, pero también un espacio moral, intelectual, anímico, político y sociocultural. La lectura de un autor contemporáneo de cualquier país de habla hispana es una ventana a una forma de expresarse y escribir en español, pero también un modo de tomarle la temperatura a las preocupaciones y los anhelos de cada uno de esos lugares.