La educación y la enseñanza primaria de 6 a 8 años (Cómo entender y ayudar a tus hijos 2)

Bernabé Tierno
Montserrat Giménez

Fragmento

Indice

Índice

Cubierta

Portadilla

Índice

Dedicatoria

Prólogo

Primera Parte. El desarrollo evolutivo del niño

Capítulo I. El desarrollo de nuestro hijo

Capítulo II. Cómo evolucionan los movimientos

Capítulo III. La conquista del pensamiento

Capítulo IV. Un lenguaje de adulto

Capítulo V. El juego

Capítulo VI. El dibujo

Segunda Parte. Tu hijo y el colegio

Capítulo VII. ¡Al cole!

Capítulo VIII. Las 10 cosas que va a aprender

Capítulo IX. Favoreciendo el aprendizaje

Tercera Parte. El desarrollo de la personalidad y de las relaciones con los demás

Capítulo X. El papel de las emociones

Capítulo XI. El conocimiento de sí mismo

Capítulo XII. La importancia de la autoestima

Capítulo XIII. El desarrollo del autocontrol

Capítulo XIV. Las relaciones con los demás

Cuarta Parte. La comprensión del mundo y de los valores

Capítulo XV. El desarrollo moral

Capítulo XVI. La formación de los valores

Quinta Parte. Claves para la educación de nuestro hijo de 6 a 8 años

Capítulo XVII. Entra en el mundo de tu hijo

Capítulo XVIII. Sobre las normas

Capítulo XIX. La importancia del estilo educativo

Sexta Parte. Educación para la salud

Capítulo XX. Vivir nuestra salud. Por la Dra. María Sáinz

Bibliografía

Notas

Sobre los autores

Créditos

Grupo Santillana

Dedicatoria

A Pepe y Carmen, mis padres

Prólogo Primera Parte. El desarrollo evolutivo del niño

PRIMERA PARTE
 EL DESARROLLO EVOLUTIVO DEL NIÑO

Capítulo I. El desarrollo de nuestro hijo

CAPÍTULO I

 El desarrollo de nuestro hijo

Tu hijo ya va al colegio. Es posible que en los años anteriores haya estado en una escuela infantil, pero es ahora cuando oficialmente se le considera un estudiante. El nivel de exigencia va a aumentar, los objetivos a conseguir están más estructurados, y los contenidos que tiene que aprender son muchos y muy variados.

La incorporación al colegio, y al ritmo de trabajo que conlleva, va a exigir a tu hijo que ponga en marcha todas las potencialidades que tiene. Se encuentra en un buen momento para aprender: domina el lenguaje casi como el adulto, su forma de pensamiento es mucho más rica y va adquiriendo más habilidades para relacionarse con los demás.

Tu hijo te va a seguir necesitando, aunque ahora parezca que es más autónomo. Se viste sin problemas, maneja los cubiertos con soltura, juega con otros niños y no reclama tanto tu atención. ¿Es que ha dejado de quererte? No, en absoluto. Si tu hijo se está independizando es porque has logrado establecer con él una relación muy segura a partir de la cual se atreve a entrar en contacto con un mundo más amplio. Y por supuesto, el afecto sigue ahí, y debe seguir estando, pues sólo a partir del cariño podemos conseguir una educación de calidad.

A continuación te ofrecemos los cambios más significativos que se van a producir en el desarrollo de tu hijo entre los 6 y los 8 años. Ten en cuenta que cada niño es una persona diferente, y su proceso de cambio, de crecimiento y maduración posee sus propias características. Lo que te mostramos son algunas características de su desarrollo, pero en cada niño se establecen con un ritmo y de una manera diferentes.

Conocer lo que le pasa puede ayudarte a entender mejor a tu hijo, para poder así establecer una relación educativa que le permita desarrollarse de forma adecuada.

Aunque te presentemos los contenidos en apartados diferentes, todo está íntimamente relacionado. No podemos entender por qué un niño de 6 años aprende a escribir en este momento sin tener en cuenta que ahora sus movimientos son mucho más finos que en años anteriores. Lo que atañe a los movimientos afecta al pensamiento, y viceversa: lo concerniente a los sentimientos influye en sus relaciones con los demás… y así con todas las dimensiones de la persona.

No olvides que…

Aunque estudiemos el desarrollo del niño, éste no siempre se produce al mismo ritmo. Cada persona va adquiriendo las habilidades propias de su edad cuando está preparado para hacerlo y, en principio, se considera normal que exista cierta diferencia entre los momentos en que dos niños aprenden a hacer la misma cosa. En este libro encontrarás las adquisiciones más relevantes que se producen en el periodo entre los 6 y los 8 años, pero recuerda que las edades son sólo indicativas y que existen excepciones que están dentro de lo normal.

Y no te olvides de los meses. No es lo mismo un niño que empieza el colegio con 7 años cumplidos en el mes de enero que ese otro que los va a cumplir en el mes de diciembre. Se llevan casi un año y eso se va a notar en su desarrollo cognitivo, motor, etc. Solemos caer en el error de comparar sin darnos cuenta de este dato. Y por encima de todo, independientemente de cuándo haya nacido, lo cierto es que cada persona tiene su propio ritmo, y contribuiremos más y mejor a su desarrollo si empezamos por aceptarle tal y como es.

¿Por qué hablamos de desarrollo?

Desde que la infancia cobró el valor que hoy en día se le reconoce se han realizado numerosos estudios que tratan de determinar cómo evoluciona el niño a lo largo de su crecimiento. Se comprueba así que existen diferentes fases o etapas por las que vamos pasando de una manera determinada. Por eso conviene saber, de cada uno de esos momentos, qué es lo que el niño puede o no puede hacer, qué será capaz de entender y qué no. Y es que, aunque tu hijo de 6, 7 u 8 años te parezca ya un adulto, lo cierto es que sus características son muy diferentes a las tuyas y, por lo tanto, también sus necesidades.

LOS CAMBIOS FÍSICOS

Durante el periodo que va de los 6 a los 12 años, el niño crece de forma más lenta que en años anteriores o que en el típico estirón de la adolescencia. Su crecimiento es más gradual y progresivo.

Los músculos se fortalecen y aumenta la capacidad de sus pulmones, lo que va a repercutir en sus movimientos: cada vez corren más rápido y aguantan más realizando ejercicio físico.

¡Y llega el ratoncito Pérez! Entre los 6 y los 12 años, a tu hijo se le irán cayendo todos los dientes de leche, que poco a poco van a ser reemplazados por las 32 piezas definitivas que conforman la dentición del adulto. En general, no suele haber problemas con este tema, y los niños viven con expectación que se les mueva un diente, que finalmente se caiga y que el ratoncito Pérez lo recoja de debajo de su almohada a cambio de algún pequeño regalo.

Es un buen momento para continuar con el hábito de cuidar los dientes, e insistir en la necesidad de cepillarse de forma adecuada, de ser constantes, de limitar el consumo de azúcar, etc.

Capítulo II. Cómo evolucionan los movimientos

CAPÍTULO II

 Cómo evolucionan los movimientos

Tu hijo de 6 años es actividad pura. ¡No para un momento quieto! Le gusta correr, saltar, brincar, trepar… Controla mucho mejor sus movimientos que en años anteriores, y eso le va a permitir ejecutar una gran cantidad de acciones e interesarse por nuevas actividades: montar en bici, realizar con sus compañeros juegos de acción, subirse a los columpios sin miedo y de forma habilidosa…

Sus movimientos son más precisos y, así, le cuesta menos encestar cuando juega al baloncesto o practica otros deportes similares que requieran una mayor coordinación entre lo que ve y lo que hace.

Su cuerpo es ágil, flexible, rápido, inquieto… Es difícil seguir su ritmo y parece que no se cansa nunca. En ocasiones no es demasiado consciente de sus posibilidades reales y se lanza a cualquier aventura. Cada día subirá más alto en los columpios, se bajará de los toboganes con mayor p

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