Leonardo da Vinci -cara a cara-

Fragmento

leo-3

Leonardo da Vinci era atractivo, bien proporcionado, elegante y agraciado. Vestía una túnica rosa hasta la rodilla en un momento en que la mayoría llevaba túnicas largas. Tenía un hermoso cabello rizado, cuidadosamente peinado, que le llegaba hasta la mitad del pecho.

ANÓNIMO GADDIANO(1)

Fue de índole afable, brillante y generosa, de rostro extraordinariamente hermoso.

PAULO JOVIO(2)

Quiso la naturaleza favorecerlo tanto que, allá donde dirigiera su pensamiento, su cerebro y su ánimo mostraban tanta divinidad que no tuvo rival alguno en perfección, buena disposición, vivacidad, bondad, belleza y gracia.

GIORGIO VASARI(3)

Nota del autor

Lo que queda de un hombre es aquello que su nombre hace pensar, y las obras que hacen de ese nombre un signo de admiración, de odio o de indiferencia.

PAUL VALÉRY

La intuición —o pensamiento intuitivo— es lo que me ha llevado a escribir este volumen. Todo comenzó una mañana, a finales de 2013, cuando me disponía a elegir el rostro de Leonardo da Vinci que acompañaría al título Matar a Leonardo da Vinci(4) en la portada de mi primera novela histórica. Automáticamente rechacé el retrato de Turín. Se había reproducido hasta la saciedad en numerosos ejemplares y estaba ligado inexorablemente a la imagen de ese hombre universal que se le supone, de ese genio que despertó cuando todos los demás seguían dormidos.

Pasado un tiempo, le di vueltas a la cabeza. ¿Por qué no elegir el retrato que todo el mundo conoce? ¿Por qué no optar por la versión más comercial? Bien es verdad que siempre he defendido mostrar al hombre y no al genio, al aprendiz y no al maestro, al Leonardo con sus errores y sus fracasos. Quizá por eso decidí romper con la imagen. Pero había algo más.

Solo tuve que formularme la siguiente pregunta: ¿y si Leonardo no fue como siempre se nos ha representado?

Algunos mecanismos arrancaron en mi cabeza y me puse a trabajar. En mitad de la titánica labor de no solo dar forma a este estudio, sino también de buscar fuentes, datos, imágenes y contactos con algunos de los mejores especialistas del mundo en torno al universo leonardiano, intenté de la misma manera contar con un equipo cualificado con el fin de dar la mayor credibilidad posible a este volumen que tiene, querido lector, en sus manos. Para ello se ha hecho imprescindible contar con la presencia de la joven talentosa María Emegé (ilustradora, diseñadora y fotógrafa licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid), a la que le otorgué la responsabilidad de todas las ilustraciones de este libro que nos servirán de guía. Si bien es cierto que para un estudio histórico y científico serio se requieren las imágenes originales para no cargar de subjetividad todo dibujo o pintura analizada —que el lector podrá contemplar en este libro—, Emegé salpicará con su talento algunas páginas para convertir un libro sobre arte en un libro con arte. Gracias por tantas horas de sueño robadas.

Asimismo, lejos de limitarme a la profunda búsqueda de citas a nivel bibliográfico, se han mantenido, con los autores citados a continuación en dicho compendio de información, entrevistas personales y exclusivas para contrastar no solo la línea editorial de la investigación, sino también las hipótesis aquí expuestas. Todos han dado su consentimiento y autorización para plasmar sus opiniones en este trabajo y se ha respetado, por encima de todo, su conocimiento y su aportación, estuvieran o no de acuerdo con las opiniones vertidas por mí, el autor, bien fuera en sus anteriores escritos, bien su opinión actual fruto de la evolución de sus investigaciones. Los profesionales que generosamente me han dedicado su tiempo, mediante entrevistas exclusivas, son los siguientes.

EN EL UNIVERSO VINCIANO

Ross King, novelista canadiense y escritor de ensayos bestseller sobre arte, como Brunelleschi’s Dome: The Story of the Great Cathedral in Florence, Michelangelo and the Pope’s Ceiling o Leonardo and the Last Supper(5). Entrevista mantenida de manera presencial en Londres el 10 de noviembre de 2016, autor del prólogo de este estudio y primer investigador que se ofreció para impulsar este trabajo.

Giovanni Saccani, director de la Biblioteca Real de Turín, en cuya colección se encuentra el dibujo conocido como Autorretrato de Leonardo da Vinci. Entrevista mantenida de manera presencial en Turín el 21 de noviembre de 2016.

Alessandro Vezzosi, crítico de arte, erudito en Leonardo da Vinci y director del Museo Ideale Leonardo da Vinci; autor, entre otros libros, de Leonardo da Vinci, arte y ciencia del universo(6) o Leonardo Was Not a Vegetarian(7). Entrevista mantenida vía mail el día 29 de noviembre de 2016.

Martin Kemp, profesor emérito de Historia del Arte en la Universidad de Oxford y autoridad de prestigio mundial en Leonardo da Vinci. Entre sus escritos figuran Leonardo da Vinci: las maravillosas obras de la naturaleza y el hombre(8), Leonardo(9)o La bella principessa. Leonardo da Vinci. Rittrato di Bianca Sforza(10). Entrevista mantenida vía mail el día 17 de noviembre de 2016.

Nicola Barbatelli, director científico del Museo delle Antiche Genti di Lucania, descubridor de la Tavola Lucana y autor de Leonardo. Donatello. Raffaello. Capolavori a confronto, Leonardo da Vinci. Presunto autoritratto lucano. Gli studi scientifici, Leonardo. Imagini di un genio y Leonardo & Cesare da Sesto nel Rinascimento meridionale, entre otros. Entrevista mantenida de manera presencial en Nápoles el 26 de noviembre de 2016.

Mario Taddei, académico italiano y director técnico e investigador jefe del centro de estudios italiano Leonardo3 en Milán. Es un experto en multimedia y juegos educativos para museos, un devoto y erudito de Leonardo da Vinci y un maestro en los códices y máquinas de Da Vinci y libros antiguos de tecnología. Entrevista mantenida de manera presencial en Milán el 22 de noviembre de 2016.

Carlo Vecce(11), profesor de Literatura Italiana en la Universidad de Nápoles y miembro y secretario de la Comisión Vinciana desde 1994. Sus investigaciones están centradas en la literatura renacentista: tradición de textos clásicos, la historia de los talleres intelectuales en el amanecer de la Edad Moderna, cultura visual y arte. Ha publicado una edición del Códice Urbinas, otra del Códice Aroundel y una biografía sobre Leonardo da Vinci(12). Entrevista mantenida vía mail el día 15 de noviembre de 2016.

EN EL ÁMBITO CIENTÍFICO

Juan Manuel García López, sinergólogo y técnico en morfopsicología en la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil (Investigación de homicidios y secuestros desde 2007) formado en análisis del comportamiento en el crimen violento por el FBI y formador en materia de sinergología y negociación para la Guardia Civil y Mossos d’Esquadra. Instructor en comunicación estratégica. Conversaciones mantenidas en enero de 2017.

José Diego de Alba González, técnico en morfopsicologia, guardia civil de la Unidad Central Operativa (UCO) con experiencia en el Grupo de Blanqueo de Capitales. Experiencia en la unidad adscrita a la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada y en la actualidad agente operativo en el Grupo de Investigación Financiera. Conversaciones mantenidas en enero de 2017.

Francisco Etxeberria, doctor en Medicina por la Universidad del País Vasco. Médico especialista en medicina legal y forense. Especialista en antropología y biología forense de la Universidad Complutense de Madrid. Profesor de Medicina Legal y Forense de la Facultad de Medicina de la Universidad del País Vasco, en la que imparte docencia ininterrumpida desde el curso académico 1983-84. También profesor de Medicina Legal del Instituto Vasco de Criminología de la Universidad del País Vasco desde el curso académico 1985-86 hasta la actualidad, donde ha sido secretario y subdirector. Miembro de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, a la que pertenece desde 1973 y en la que ha desempeñado distintos cargos; actualmente el de presidente. Entrevista mantenida de manera presencial en San Sebastián el 23 de diciembre de 2016.

José Antonio Lorente Acosta, catedrático de Medicina Legal y Forense y director del Laboratorio de Identificación Genética en la Universidad de Granada, que colabora en el Proyecto Leonardo. Director del GENYO (Centro Pfizer-Universidad de Granada-Junta de Andalucía de Genómica y Oncología), miembro de la Comisión Nacional de Especialidad de Medicina Legal y Forense de España, director científico del Proyecto de Identificación Genética de los Restos de Cristóbal Colón y director científico y propulsor del Programa DNA-PROKIDDS de Identificación Genética de Menores Desaparecidos y contra el Tráfico de Seres Humanos. Entrevista mantenida de manera presencial en Madrid el 13 de enero de 2017.

Manel Gorina Faz, cirujano oral, maxilofacial y médico estético en Gerona. Fue nombrado en enero de 2016 el mejor doctor del año como especialista en cirugía maxilofacial. Compagina su trabajo en el Hospital Universitario de Girona con la dirección de la Clínica Quirúrgica Onyar y el centro GD Medic, y el servicio en el Hospital Universitario Quirón Dexeus. Conversaciones mantenidas en diciembre de 2016 y enero de 2017.

Vicente Calatayud Maldonado, catedrático emérito de Neurocirugía en la Universidad de Zaragoza y académico de número en la Real Academia Nacional de Medicina, sillón n.º 45, Neurocirugía. Entrevista mantenida de manera presencial en Madrid el 29 de noviembre de 2016.

EN EL ÁMBITO HISTÓRICO

José Enrique Ruiz-Domènec, catedrático de Historia Medieval de la Universidad Autónoma de Barcelona. Historiador especialista en la Edad Media, la cultura europea y la herencia mediterránea. Autor de Leonardo da Vinci o el misterio de la belleza(13). Entrevista mantenida de manera presencial en Madrid el 15 de noviembre de 2016.

EN EL ÁMBITO LITERARIO

José Manuel Querol, doctor en Filología Hispánica por la Universidad Autónoma de Madrid y especialista en teoría de la literatura y literatura comparada. Actualmente compagina su labor crítica e investigadora con la docencia en la Universidad Carlos III de Madrid. Autor, entre otros, de La imagen de la Antigüedad en tiempos de la Revolución francesa(14) y Del ágora al caos. Cultura y geopolítica en el Mediterráneo(15). Autor del texto «Pequeños apuntes sobre la biblioteca de Leonardo» en este volumen. Conversaciones mantenidas personalmente desde 2013.

David Zurdo, director de la revista Qué Leer, autor de más de cuarenta libros y miembro de la Junta Directiva del Centro Español de Derechos Reprográficos (CEDRO), miembro de su Comisión de Comunicación y tesorero de ACTA (Asociación Autores Científico-Técnicos y Académicos). Conversaciones mantenidas en marzo de 2015.

Julio Marvizón Preney, periodista, meteorólogo y miembro asociado al Centro Internacional de Sindonología de Turín y al Centro Español de Sindonología de Valencia. Autor de La Sábana Santa, ¿milagrosa falsificación? y La Sábana Santa de Turín. Nuevos avances en su estudio. Entrevista realizada vía mail el 27 de febrero de 2015.

Clara Tahoces, diplomada en Grafopsicología y Especialidades, y autora de doce libros. Entre sus obras ensayísticas destacan Lo esencial de grafología(16), Grafología(17) y Sueños(18). Entrevista y trabajo realizado el 15 de abril de 2015.

Ellos no se hacen responsables de mis opiniones ni mis conclusiones derivadas de esta investigación, con las que pueden estar de acuerdo o no.

Prólogo
por Ross King

024.jpg

Ross King

Las pinturas y los estudios científicos de Leonardo da Vinci lo han convertido en una de las personas más famosas de la historia. Las caras que pintó —Lisa del Giocondo, las Madonnas dulces y cariñosas, los apóstoles en La última cena— están entre las más reconocibles en la historia del arte. Pero ¿cómo era exactamente el propio Leonardo?

Aunque hay alguna evidencia al respecto, muy poco sobre la apariencia física de Leonardo es indiscutible o ni siquiera especialmente revelador. A pesar de lo debido a esta incertidumbre, jugar a «¿Dónde está Leonardo?» o especular sobre su apariencia según presuntos retratos y autorretratos se ha convertido en un pasatiempo popular. Da la impresión de aparecer por todas partes, ya sea en un fresco de Rafael en el Vaticano o en la figura de Cristo en la Sábana Santa de Turín —una dudosa teoría afirma que Leonardo la falsificó—. Incluso se ha argumentado que la Mona Lisa de Leonardo es el autorretrato del artista disfrazado de mujer.

Es probable que la mayoría de la gente tenga en mente una imagen de Leonardo: un anciano de pelo largo, coronilla calva, barba ondulada, cejas gruesas y mirada penetrante. Esta apariencia de mago resulta apropiada para un hombre que fue un artista e inventor consumado y un genio en todos los sentidos. En gran medida, esa imagen se basa en el famoso dibujo de tiza roja de la Biblioteca Real de Turín, presunto autorretrato realizado por el artista en la vejez. Sin embargo, muchos eruditos sobre Leonardo expresan serias dudas acerca de si este esbozo es en realidad un autorretrato e incluso ponen en duda que sea obra de Leonardo.

A pesar de todo, Leonardo sobrevive como sabio barbudo gracias al dibujo que se encuentra en la Royal Collection del Castillo de Windsor. Aceptado por todos los eruditos como retrato de Leonardo, este hermoso bosquejo se atribuye a su amigo y alumno Francesco Melzi. También muestra a un hombre, esta vez en plena madurez, de pelo largo, barba y entradas incipientes. Una vez más, parece la imagen creíble de un pensador profundo. Que sea la misma persona que aparece en el boceto de Turín es, como poco, discutible.

Esta imagen de Leonardo, de hombre maduro con barba y aspecto distinguido, ha recibido un respaldo reciente gracias al redescubrimiento, en 2008, del llamado Autorretrato Lucano (o Tavola Lucana), ahora en el Museo delle Antiche Genti di Lucania. Entre otras imágenes con persuasivos pero no probados argumentos para ser consideradas retratos o autorretratos de Leonardo, se encuentran la figura misteriosa situada a la derecha en la Adoración de los magos de Leonardo (Uffizi) y el joven y sonriente David en la escultura de bronce de Andrea del Verrocchio en el Bargello. Ambos muestran a Leonardo —si es realmente él— en edades mucho más juveniles. A esta lista de representaciones más jóvenes me gustaría añadir la hermosa figura de santo Tomás en La incredulidad de santo Tomás de Verrocchio (Orsanmichele), así como, tal vez, la figura de santo Tomás y posiblemente la de san Jaime el Menor, también en La última cena.

Pero este «¿Dónde está Leonardo?» podría continuar indefinidamente. ¿Es posible hacer distinciones, separar los candidatos probables de nuestros deseos, las fantasías de internet y las suposiciones infundadas?

Las soluciones de Leonardo a los problemas que abordó nacieron siempre de una rigurosa observación visual. «Me parece que son vanas y llenas de error —escribió una vez— esas ciencias que no nacen de la experiencia, madre de toda certeza, esa experiencia de primera mano que, ya sea en su origen, medio o fin, ha pasado por uno de los cinco sentidos». Por lo tanto, parece lógico seguir el ejemplo de Leonardo y aplicar la observación visual y la investigación científica al problema de su aspecto.

Eso es precisamente lo que Christian Gálvez ha estado haciendo con la ayuda de expertos en medicina forense, historia del arte y cirugía maxilofacial. Hay un buen precedente para este enfoque. Hace poco, las reconstrucciones forenses de los rostros de figuras históricas —desde el rey Ricardo III y María, reina de Escocia, hasta Dante o Copérnico— han llevado a descubrimientos emocionantes y quizá a una nueva comprensión de estas notables personas.

¿Por qué debería importarnos cómo era Leonardo? Una vez más, Leonardo da la respuesta. Él creía que el rostro de una persona podía revelarnos emociones, pensamientos y carácter. Por lo tanto, al pintar prestó gran atención a los rasgos y expresiones faciales. Le interesaba la ciencia de la fisonomía y poseía una copia del Liber de homine de Hieronymo Manfredi, que intentaba dar un fundamento científico a la fisonomía. En este espíritu científico, Leonardo realizó una vez un estudio de la nariz y concluyó que podía dividirse en diez tipos de formas y tamaños. En su Tratado sobre la pintura, Gian Paolo Lomazzo cuenta una anécdota sobre Leonardo: una vez invitó a un grupo de campesinos a su casa y les contó chistes para estudiar sus expresiones faciales mientras reían. Alrededor de 1506 ofreció una descripción precisa de lo que sucede cuando sonreímos: «Los músculos llamados labios de la boca, al contraerse hacia el centro, tiran de los músculos laterales y, cuando los músculos laterales tiran, acortándose así, estiran los labios de la boca y de ese modo la boca se extiende». No es coincidencia que Leonardo estuviera pintando la Mona Lisa en esta época.

Triste ironía de la historia es que un hombre que nos enseñó tanto sobre los rostros dejara tan pocos rastros de sus rasgos. Las muchas caras de sus pinturas —la enigmática y sonriente Lisa del Giocondo, la mirada arrebatada de san Jerónimo, los apóstoles sorprendidos o asombrados en La última cena— son de un dramatismo y expresividad maravillosos. Encontrarse cara a cara con su brillante creador no sería nada menos que estimulante.

ROSS KING

 
PARTE 1
Introducción al universo vinciano

La importancia del «cómo»

032.jpg

Jane Elliott

No existe nada que nos engañe más que nuestro juicio.

LEONARDO DA VINCI

Siempre solemos dar mucha importancia al «qué». Qué hay que vender, en el ámbito del marketing; qué no hay que mostrar —debilidad, por ejemplo—, en el universo de la aceptación; qué hay que hacer, en los perímetros de la voluntad; o incluso qué hay que enseñar y aprender desde el punto de vista educativo.

El «qué» es importante, sin duda. Pero a veces necesitamos de un «cómo» para entender conceptos, un «cómo» para optimizar recursos y un «cómo» para acelerar el proceso de aprendizaje desde puntos de vista tan maravillosos como, por ejemplo, la pasión. El «qué» es a la aptitud lo que el «cómo» es a la actitud. Uno puede tener el conocimiento o habilidad para hacer algo, pero es igual de importante la manera en la que va a desarrollar dicha actividad.

Uno de los casos que más me llamó la atención desde el ámbito de la pedagogía en mi época de estudiante en la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid fue el de Jane Elliott. Esta profesora norteamericana, activista antirracista y educadora en la diversidad nacida en 1933, decidió realizar un ejercicio psicosocial con sus alumnos en el año 1968. Año convulso desde el punto de vista del racismo, ya que Martin Luther King, premio Nobel de la Paz en 1964, era asesinado de un balazo el 4 de abril de 1968. Todo empezó la mañana siguiente, viernes 5 de abril de 1968. La idea de Jane Elliott fue plantear, desde el punto de vista práctico, un ejercicio contra la intolerancia en el momento en el que uno de sus alumnos le preguntó: «¿Por qué han matado a ese “rey” (king)»? El niño, fuente inagotable de curiosidad, portaba en esta ocasión el nombre de Steven Armstrong[1]. El experimento se llamó Blue Eyes / Brown Eyes Exercise[2]. La profesora dividió el aula en dos grupos según el color de los ojos; a un lado se sentarían todos aquellos niños que tuvieran los ojos azules y justo

Suscríbete para continuar leyendo y recibir nuestras novedades editoriales

¡Ya estás apuntado/a! Gracias.X

Añadido a tu lista de deseos