Escucha la voz de tu corazón

Jaime Jaramillo

Fragmento

Presentación

Recuerdo alegremente esas hermosas y cautivadoras parábolas de Jesús, aquellas inolvidables fábulas de Esopo y los auténticos cuentos de la sabiduría popular paisa que me contaba mi abuelo cuando yo era pequeño, ya que estas historias me inspiraron a soñar y a ver la vida de una forma diferente. Todas me ayudaron a entender que después de la oscuridad siempre viene la luz, me enseñaron a transformar los problemas y las crisis en oportunidades para crecer, a convertir mis debilidades en fortalezas, a vencer el miedo con el amor puro, a aprender a reírme de mí mismo, a comprender que lo importante no era lo que dijeran de mí sino lo que yo pensara de mí y, finalmente, a dar sin esperar nada a cambio.

Las historias de vida tienen una magia y un poder que nos ayudan a incursionar en el fabuloso mundo de la imaginación y la creatividad para sacar lo mejor de nuestro interior, y hacen que instantánea y sutilmente nos identifiquemos y nos involucremos con sus personajes, de esta manera podemos vivir una experiencia sensorial y emocional tan intensa, que nos da la sensación de haberla tenido personalmente.

Desde niño sentía una gran fascinación no solo porque me contaran cuentos, sino por poder reunir a mis compañeros de colegio y transmitirles con mis propias palabras el elixir del amor y la sabiduría que extraía de todas esas historias. Esto potenció mi capacidad de asombro y de estar alerta permanentemente ante todo acontecimiento que sucediera frente a mis ojos, para aprender de él y compartir con otros lo aprendido.

A medida que transcurría el tiempo, empecé a observar que había dos fuerzas poderosas y diametralmente opuestas, presentes en cada una de las historias, sin entender aún la enorme importancia que tenían en el equilibrio emocional de la gente. Estas dos fuerzas eran el miedo y el amor. Grandes protagonistas, que marcan sustancialmente la diferencia entre llevar una vida miserable, llena de rencor, ira, odio, violencia, culpa, desconfianza, crítica, estrés, angustia, sufrimiento, tristeza o depresión, y una vida plena, llena de amor incondicional, paz interior y alegría pura y desbordante.

La industria del entretenimiento y los medios de comunicación, con un despliegue espectacular de todo su poder, nos han hecho creer que el fin del mundo está cerca, que la Tierra será destruida, y se han encargado de mostrar una sociedad donde reinan el odio, el terror, los conflictos y la violencia. Esto hace que nos contaminemos con miles de creencias que usan para manipularnos y para que el miedo reine entre nosotros, con el fin de mantenernos controlados. Por eso, vivimos en una angustia permanente ante la amenaza de tragedias que nunca suceden, pero que sí sufrimos como si hubiesen ocurrido.

Quiero que descubran ese maravilloso mundo que está en el interior de cada uno de nosotros; aquel en el que, si nos atrevemos a escuchar en silencio la voz que emana de nuestro corazón, que es nuestra consciencia*, podremos redescubrir la vida y encontrar la paz interior, el amor incondicional y la alegría pura. Cuando, sin darnos cuenta, nos dejamos contaminar de lo que viene del exterior, de las manipulaciones de otros, quienes debido a sus celos y envidias nos critican, juzgan y enjuician es precisamente cuando dejamos de escuchar esa voz.

Para poder aplicar esto a nuestra vida debemos estar muy alertas y conscientes ante cualquier decisión que debamos tomar, ya que en ese preciso momento será cuando aprenderemos a distinguir entre estas dos fuerzas. Tenemos que aprender a observar todos los acontecimientos que suceden a nuestro alrededor para estar seguros de no tomar una decisión desde el miedo o desde el amor, ya que nuestro futuro dependerá de esto.

Probablemente te harás las siguientes preguntas: ¿Qué es escuchar la voz del corazón? ¿Cómo hacer para saber que lo que estoy escuchando realmente es mi corazón y no mi mente parlanchina? ¿Cómo estar seguro de que la decisión que estoy tomando es la correcta?

¿Qué es escuchar la voz que emana de tu corazón?

Muchas veces, sin darte cuenta, puedes quedar atrapado en una trampa mental, por lo que sufres y te desgastas debido a que no puedes estar presente en cada momento y consciente de él; es así como te vas para el pasado a rumiar basura o vives en un futuro que no ha llegado y es irreal, y eso es lo que te desgasta.

Escuchar la voz que emana de tu corazón es cuando te observas en silencio y empiezas a conocer realmente cómo eres en tu interior, qué tipo de pensamientos, sentimientos y emociones tienes y puedes identificar ante la situación que estás viviendo, si reaccionas asustado por el miedo o si actúas desde el amor. El ego, que es donde vive el miedo, siempre tratará de engañarte haciéndote creer que la decisión que debes tomar es aquella que te brinde más comodidad, más confort, así tengas que comprometer tus principios, tus valores, o debas hacer aquello que no quisieras realizar o decir, incluso sacrificándote o dejando de ser lo que eres por complacer a otra persona o buscar su aprobación.

Cuando ignoras y acallas con displicencia esos gritos desesperados de tu voz interior, y cuando a pesar de que sientes que definitivamente debes salir de esa situación que te está causando tanto dolor y no lo haces, entonces dejas de escuchar a tu corazón y, por ende, ese sufrimiento y ese dolor serán cada vez más grandes. En ese momento, el miedo se apodera de ti y sientes que no puedes dar un paso más, que el mundo se derrumba ante tus ojos. Recuerda que la gran mayoría de las veces el miedo se encuentra sutilmente enmascarado, no es real, es ilusorio y ficticio, ya que tú mismo lo creaste; lo reconocerás en esa gama exótica de múltiples disfraces, tales como la tristeza, la ira, los celos, la angustia, la depresión, la desconfianza o la culpa, entre muchísimos más. Mientras más te alejes de tu esencia sagrada, que es el amor puro, que es tu consciencia divina, más te acercarás al miedo y dejarás de ser uno con el universo, al igual que cuando se saca una gota de agua de su esencia, que es el mar, esta se debilita, pierde su fuerza y se seca.

¿Cómo hago para saber que estoy escuchando mi corazón y no mi mente parlanchina?

Cuando escuchas la voz que emana de tu corazón, todo comienza a fluir, te vuelves valiente, sale a flote tu coraje, descubres dones y talentos naturales que tenías escondidos, destruyes las barreras mentales que no dejan fluir al amor puro. En ese instante puedes vencer la resistencia y se abrirá ese campo mágico, natural, exótico y poderoso del amor que todo lo puede, que es capaz de cambiar cualquier situación que te esté causando sufrimiento.

En ese estado de consciencia de amor puro, te unificas con la creación y puedes lograr esos grandes cambios que deseas en tu vida, ya que esa energía que liberas se convierte en creatividad y comienzas a valorar absolutamente todo. Valoras cosas tan simples como tu respiración, porque sabes que es la que te da la vida; disfrutas de cada inhalación y cada exhalación, y aprecias intensamente cada paso que das, es decir, que sientes tu cuerpo, experimentas tus sentidos al límite, oliendo, tocando, palpando. Cuando estás tan embebido en ese gozo por la vida mi

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