Ni meritocracia ni honestidad: servilismo y «cash» en el paraíso prometido de López Obrador
En «El rey del cash» (Grijalbo), la periodista Elena Chávez reconstruye la historia secreta política, personal y financiera del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, así como de su círculo de confianza. No en vano, Elena Chávez estuvo casada durante casi dos décadas con César Yáñez, ex jefe de prensa de AMLO y actual coordinador general de Política y Gobierno de México. «Ellos dos son los protagonistas de esta historia llena de traiciones políticas, ambiciones personales, infidelidades, abusos laborales, corrupción y autoritarismo», dice Chávez sobre su libro, un título que está sacudiendo los cimientos del país y que cuenta con un prólogo imperdible de la periodista de investigación Anabel Hernández, el cual reproducimos a continuación.
Por Anabel Hernández

Ciudad de México. 4 de julio de 2006. Carteles en mal estado con la imagen de Andrés Manuel López Obrador, candidato presidencial por el Partido de la Revolución Democrática. AMLO perdería aquellas elecciones contra contra el candidato del partido gobernante en aquel momento, el conservador Felipe Calderón. Crédito: Héctor Mata / Getty Images.
Cuando una perversa infatuación
nacida del poder del orgullo ciego
se apodera de los hombres,
todo remedio es en vano:
el mal emerge de sus barrancos
y brilla como un sol maligno.
El culpable es castigado,
es como moneda de metal corriente
que los robos y la usura
ennegrecen.
El que trae la ruina irreversible a su pueblo
no tiene más posibilidades de salvarse
que las que tiene un niño de alcanzar
al pájaro que se va volando con un batir de alas.
Esquilo, 458 a. C., Grecia
Conocí a Elena Chávez en 2004. Ella trabajaba con Joel Ortega cuando él era titular de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, y Andrés Manuel López Obrador, jefe de gobierno. Desde ese momento y durante años fui testigo de la cercanía circunstancial que tuvo con el hoy presidente de la República. Ella era compañera de vida de César Yáñez, quien durante lustros fue vocero oficial de López Obrador y cuya fama desde entonces era la de ser uno de sus hombres más cercanos y de mayor confianza: su incondicional, sombra, ojos, oídos y voz.
Dieciocho años, con sus días y sus noches, Elena Chávez estuvo al lado de Yáñez en la línea de fuego, en los momentos cruciales de la carrera política de AMLO. Conoció en persona a López Obrador, a quien describe como un ser «voluble, en ocasiones altanero y muy, pero muy desconfiado»; a su primera esposa, Rocío Beltrán, «una mujer discreta y hogareña» y a sus tres hijos: José Ramón, Andrés y Gonzalo López Beltrán. También trató a Beatriz Gutiérrez Müller y fue testigo de los tiempos en los que la ahora primera dama era empleada de AMLO, trabajaba en el segundo piso del edificio de gobierno de la Ciudad de México y desde ahí «calculaba sus alcances laborales y personales». Furtivamente y en secreto mantenía una relación sentimental con López Obrador simultánea al matrimonio de éste con Rocío. Esto provocaría durante años serios conflictos entre Beatriz y los hijos mayores del presidente.
Chávez también supo de primera mano de las andanzas de los principales aspirantes a la candidatura presidencial por Morena: Marcelo Ebrard, actual secretario de Relaciones Exteriores, y Claudia Sheinbaum, la opaca, en varios sentidos de la palabra, jefa de gobierno de la Ciudad de México. De igual forma se enteró de secretos de la mayoría de quienes hoy forman parte del equipo más cercano del presidente o dirigen los destinos de Morena.
Los secretos de AMLO
El rey del cash es el valiente testimonio, inédito y en primera persona de lo que Elena conoció de forma directa e indirecta en el largo camino de ascenso al poder del hombre que conduce hoy los destinos de México en el irónicamente autodenominado gobierno de la Cuarta Transformación. La omertá —obligatoria o autoimpuesta en el primer círculo del hoy mandatario mexicano y de aquellos que se fueron afiliando, pagando literalmente su cuota— había impedido hasta ahora conocer las entrañas de lo que sucedió alrededor de AMLO en los últimos años. Y es gracias a Elena —la primera insider del círculo más cercano en romper públicamente el silencio— que tenemos esta radiografía.

15 de septiembre de 2021. Balcón central del Palacio Nacional, en Ciudad de México. El presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, flanqueado por su esposa Beatriz Gutiérrez, ondea una bandera mexicana durante El Grito, ceremonia que marca el inicio de las celebraciones del Día de la Independencia. El acto se realizó sin público debido a la pandemia provocada por el coronavirus. Crédito: Getty Images.
***
AMLO es un político del estado mexicano de Tabasco, educado bajo las reglas del viejo régimen del PRI, su militancia documentada data al menos desde 1976. Ahí toleró cada una de las tropelías y saqueos de su partido durante lustros. Jesús Zambrano Grijalva, exguerrillero de la Liga Comunista 23 de Septiembre, ahora dirigente nacional del PRD, afirmó en una conversación sostenida previa a escribir este texto, que en 1988, cuando Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, unidos a la izquierda, luchaban contra el fraude electoral perpetrado por el gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado, López Obrador se mantuvo en las filas del PRI. Fue hasta 1989, cuando dicho partido no le concedió la candidatura a la gubernatura de su estado, y que el grupo político de oposición decidió formar el PRD, que AMLO saltó a dicha plataforma que le parecía más segura, de la cual con los años se apoderó y prácticamente demolió para fundar el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), asociación civil que se convirtió en partido político y cuya esencia principal es rendirle culto a su persona. Andrés Manuel López Obrador pasará a la historia como uno de los símbolos más complejos del gatopardismo mexicano. Es uno de los políticos que, de manera calculadora y astuta, ha puesto en práctica el paradigma de quienes como él impulsan el cambio para que todo siga igual: la simulación.
El rey del cash es una crónica nítida y sin concesiones a través de la cual se reconstruye la historia secreta política, personal y financiera de AMLO y su círculo más cercano, indispensable para entender el ADN del mandatario, de la llamada 4T y Morena.
Para entender el relato no hay que cometer el mismo error de sus colaboradores serviles, ni el de los fanáticos o enemigos. No existe una explicación simplista de quién es o qué representa AMLO, cómo ha llegado al poder o cómo lo ejerce. Sus incondicionales sin objetividad ni realismo lo describen como una especie de «mesías» y «salvador de la patria»; para ellos su nombre es un mantra que deben repetir como coro sacro en el templo. Algunos de sus rivales políticos, con la misma falta de objetividad lo llaman «loco», «narcisista» y lo pintan como la caricatura de un mal aprendiz de dictador.
Gracias al relato de la autora queda claro que los valores que permiten la entrada al paraíso prometido de López Obrador no son la meritocracia ni la honestidad, sino el servilismo, que en algunos casos llega a la ignominia, y el cash, mucho cash.
Como periodista de investigación, estoy obligada a dar un paso atrás y a un costado para tomar distancia y evaluar los hechos, que más allá de las consideraciones individuales, son los únicos que cuentan. Y desde ahí es que comparto mi visión de esta importante obra. Desde hace décadas he aprendido que hay hechos que solo alguien desde dentro es capaz de ver y contar, por eso el testimonio de Elena Chávez es de interés público y tiene valor histórico y periodístico. La autora lleva al lector a las salas de reunión y lo sienta en las cenas para presenciar las discusiones privadas y públicas del mandatario y de quienes hoy cogobiernan a su lado. Explica la ingeniería financiera, basada en el cash —muchas veces de origen ilícito— y los moches, gracias a la cual López Obrador, su familia y su círculo de colaboradores pudieron mantenerse económicamente mientras sin escrúpulos construían el camino para llegar a toda costa al poder. Gracias al relato de la autora queda claro que los valores que permiten la entrada al paraíso prometido de López Obrador no son la meritocracia ni la honestidad, sino el servilismo, que en algunos casos llega a la ignominia, y el cash, mucho cash.
Los episodios que se narran aquí poco a poco van dejando un amargo sabor de boca que se convierte en sorpresa y luego en indignación para quienes pensamos que la patria es el lugar donde habita el corazón de nuestro pueblo, la tierra donde el alma echa raíces, el vientre sacro de donde emergen todos los milagros posibles. Amarla es tomar partido a favor de las víctimas y no de los victimarios; es enriquecerla, no saquearla; es no dar rienda suelta ni impunidad a sus carniceros ni a sus protectores, ni a los infames que la exprimen para su beneficio propio, ni a los proxenetas que la entregan a cambio de poder o dinero.
El testimonio de Elena Chávez marcará un antes y un después en la historia de Andrés Manuel López Obrador, y en la de sus más cercanos colaboradores. Porque contrario a toda la propaganda que hay y que habrá para mantener la simulación, el relato refiere información auténtica. Lo sé porque antes de escribir estas líneas conversé directamente con testigos que, como la autora, presenciaron o conocieron los hechos que aquí se narran. Estoy convencida de que después de que por fin alguien se atreve a romper la omertá habrá otros que seguirán los pasos de Elena y ampliarán la exposición de la infame simulación del actual gobierno, que, pese a que desde Palacio Nacional se afirma como distinto, la realidad es que su esencia es similar a la de sus antecesores: otros saqueadores que gracias a él siguen impunes.
OTROS CONTENIDOS DE INTERÉS:
En la cama de «El Chapo» Guzmán: las mujeres del narco por Anabel Hernández
Rosa Beltrán: las distintas maneras de vivir como mujer (en un país donde matan once por día)
Luis Jorge Boone y la gran pregunta de la literatura mexicana del siglo XXI
La campaña de Carlos Fuentes y las revoluciones latinoamericanas: la aventura continúa
Cristina Rivera Garza por Selva Almada: Liliana a nuestro lado
¿Quién ha leído a Elena Garro?
Juan Villoro por Héctor Abad Faciolince: el material del que están hechos los sueños