Los años robados

Edgar Telles Ribeiro

Fragmento

Índice

Portadilla

Índice

Dedicatoria

Citas

Nota del autor

Parte I

Capítulo 1

Capítulo 2

Capítulo 3

Capítulo 4

Capítulo 5

Capítulo 6

Capítulo 7

Capítulo 8

Capítulo 9

Capítulo 10

Capítulo 11

Capítulo 12

Parte II

Capítulo 13

Capítulo 14

Capítulo 15

Capítulo 16

Capítulo 17

Capítulo 18

Capítulo 19

Parte III

Capítulo 20

Capítulo 21

Capítulo 22

Capítulo 23

Capítulo 24

Capítulo 25

Capítulo 26

Capítulo 27

Capítulo 28

Capítulo 29

Capítulo 30

Capítulo 31

Capítulo 32

Parte IV

Capítulo 33

Capítulo 34

Capítulo 35

Capítulo 36

Capítulo 37

Capítulo 38

Capítulo 39

Parte V

Capítulo 40

Capítulo 41

Capítulo 42

Capítulo 43

Capítulo 44

Parte VI

Capítulo 45

Capítulo 46

Capítulo 47

Capítulo 48

Capítulo 49

Capítulo 50

Capítulo 51

Capítulo 52

Capítulo 53

Capítulo 54

Capítulo 55

Capítulo 56

Capítulo 57

Parte VII

Notas

Sobre el autor

Créditos

NosRobados-2.xhtml

Para Angelica
Ivan Junqueira
y
Luiz Augusto de Araujo Castro

NosRobados-3.xhtml

Je ne prétends pas peindre les choses en elles-mêmes, mais seulement leur effet sur moi.

STENDHAL

In the presence of certain realities, art is trivial or impertinent.

GEORGE STEINER

NosRobados-4.xhtml

Nota del autor

Este libro es una obra de ficción. Cualquier semejanza con personas vivas o muertas es mera coincidencia. Arranqué a mis personajes de su tiempo, los disloqué de sus paisajes. Tan sólo los escenarios son reales.

Es posible que historias iguales a la mía hayan sucedido en los cuarenta años de que se ocupa este relato —o en el escenario escogido por mí para contarla—. Algunas saldrán un día a la superficie, otras no.

Mientras ese proceso se lleva adelante, sin embargo, hago votos para que mi texto se sume a otras obras que vienen dando a las nuevas generaciones una idea aproximada de lo que sucedió en el Brasil —en nuestra región— y en cierta época. Soy de aquellos que aún creen que la ficción es la mejor manera de lidiar con la realidad, cuando ésta insiste en escapar continuamente al escrutinio general.

En cuanto a mis amigos y colegas del Ministerio, pasado el susto inevitable que mi libro probablemente provocará (por lo menos al principio), espero que sepan entender que, al denunciar el mal que reinó en determinada etapa en nuestro medio, alabo una institución que se mantuvo esencialmente inmune a él —a pesar de la triste actuación de unos pocos.

Y si aun así hay quien me critique por traer a la superficie temas que muchos preferirían ver para siempre relegados al olvido, yo le recordaría el comentario de André Gide en su libro sobre Dostoyevski: «No hay obra de arte sin la colaboración del diablo».

Y que el diablo se hizo presente entre nosotros en aquellos tiempos, ya ni aquellos que hicieron tratos con él osarían negarlo.

E. T. R.,

noviembre de 2010

NosRobados-5.xhtml

Parte I

NosRobados-6.xhtml

1

Si es complicado escribir la historia de un país, más difícil, sin duda, es esbozar la de un hombre. Sobre cualquier país, contamos con antecedentes, libros y tratados, mapas y registros iconográficos, archivos y testimonios, leyendas y conjeturas.

Pero en el caso de cualquier hombre ¿de qué antecedentes se dispone? ¿Cuáles son sus mapas más secretos? ¿Y sus fronteras? ¿Qué se esconde detrás de su fachada? ¿Y qué descubrirá él mismo en su mirada si, en una noche

Suscríbete para continuar leyendo y recibir nuestras novedades editoriales

¡Ya estás apuntado/a! Gracias.X

Product added to wishlist