Auge y caída del antiguo Egipto

Toby Wilkinson

Fragmento

Contenido

Índice

Cubierta

Auge y caída del antiguo Egipto

Nota sobre los nombres propios

Nota sobre las fechas

Cronología

Prólogo

PRIMERA PARTE. DERECHO DIVINO (5000-2175 a.C.)

1. El principio

2. Dios encarnado

3. Poder absoluto

4. El cielo en la Tierra

5. La eternidad garantizada

SEGUNDA PARTE. EL FIN DE LA INOCENCIA (2175-1541 a.C.)

6. Guerra civil

7. El paraíso aplazado

8. El rostro de la tiranía

9. Amarga cosecha

TERCERA PARTE. EL PODER Y LA GLORIA (1541-1322 a.C.)

10. Se restablece el orden

11. Las fronteras se ensanchan

12. Rey y patria

13. La edad de oro

14. Revolución real

CUARTA PARTE. PODERÍO MILITAR (1322-1069 a.C.)

15. Ley marcial

16. Guerra y paz

17. Triunfo y tragedia

18. Una espada de doble filo

QUINTA PARTE. CAMBIO Y DECADENCIA (1069-30 a.C.)

19. Escisiones internas

20. Un trono deslucido

21. La voluble rueda de la fortuna

22. Invasión e introspección

23. El largo adiós

24. “Finis”

Epílogo

Notas

Notas complementarias

Bibliografía

Agradecimientos

Créditos

Notas

Dedication

A Ben y Ginny

Conocí a un viajero de una antigua tierra

que me dijo: «Dos enormes piernas de piedra se yerguen

sin su tronco en el desierto. Junto a ellas,

semihundido en la arena, yace un rostro destrozado;

su ceño fruncido, la mueca de sus labios y su desdén de frío dominio

revelan que su escultor comprendió bien esas pasiones

que todavía sobreviven, grabadas en la materia inerte,

a la mano que se mofó de ellas y al corazón que las alimentó.

Y en el pedestal se leen estas palabras:

“Mi nombre es Osimandias, rey de reyes:

¡Contemplad mis obras, oh poderosos, y desesperad!”.

No queda nada más. En torno a la decadencia

de aquellos colosales restos, infinitas y desnudas,

las solitarias y llanas arenas se extienden hasta el horizonte».

PERCY BYSSHE SHELLEY, «Osimandias»

Nota sobre los nombres propios

Nota sobre los nombres propios

Los nombres de los personajes y lugares del antiguo Egipto se transcriben, según el uso contemporáneo, en la forma que más se aproxima a la original (cuando se conoce), excepto en aquellos casos en que la forma clásica de un topónimo ha dado lugar a un adjetivo ampliamente utilizado: de ahí el uso de Menfis (y menfita) en lugar de la forma Mennefer o la más antigua Ineb-hedy; Tebas (tebano) en lugar de Uaset; Sais (saíta) en lugar de Sa, o Heracleópolis (heracleopolitano) en lugar de Nennesut. Para facilitar las referencias, tras la primera mención de un topónimo antiguo en el texto se incluye el equivalente actual entre paréntesis, y también se dan los equivalentes antiguos de los topónimos clásicos.

Por razones de accesibilidad, los nombres de los gobernantes persas y griegos de Egipto de los siglos VI a I a.C. se transcriben en su forma clásica y castellanizada; por ejemplo: Darío en lugar de Dariyahavush, Ptolomeo en lugar de Ptolemaios o Marco Antonio en lugar de Marcus Antonius.

Los numerales romanos (como, por ejemplo, Thutmose I-IV o Ptolomeo I-XV) son una convención moderna, utilizada para distinguir entre diferentes reyes en la secuencia de los que compartieron un mismo nombre propio. En realidad, a lo largo de casi toda la historia egipcia se hacía referencia a los reyes principalmente por sus nombres de trono; unos nombres formulistas, a menudo prolijos y en general poco familiares excepto para los egiptólogos.

Nota sobre las fechas

Nota sobre las fechas

A excepción del Prólogo y del Epílogo, y a menos que se indique otra cosa, todas las fechas son antes de Cristo. En el caso de las fechas anteriores a 664 a.C. existe cierto margen de error, que va de unos diez o veinte años para el Imperio Nuevo hasta unos cincuenta o cien para el Período Dinástico Temprano; las fechas que se dan en el texto se corresponden con el actual consenso generalizado entre los académicos. A partir de 664 a.C., las fuentes externas a Egipto hacen posible una cronología precisa.

Cronología

Cronología

Todas las fechas son antes de Cristo. El margen de error es aproximadamente de un siglo hacia 3000 a.C. y de unas dos décadas hacia 1300 a.C.; a partir de 664 a.C. las fechas son exactas.

El sistema de dinastías diseñado en el siglo III a.C. no está exento de problemas —por ejemplo, hoy se admite que la VII Dinastía resulta totalmente espuria, mientras que de varias otras se sabe que han gobernado al mismo tiempo en diferentes partes de Egipto—, pero aun así sigue siendo el método más cómodo para subdividir la historia del

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