La alegría de jugar cada día

Laura Brand

Fragmento

cap-2

Prólogo

En este mundo moderno de ritmo frenético, gobernado por pantallas y breves ratos de concentración, ser padres puede ser un desafío. A la mayoría de nosotros nos preocupa la cantidad de tiempo que nuestros hijos pasan delante de las pantallas, la cantidad de plástico que traemos a casa al caer en la tentación de comprar el último juguete ruidoso y algo molesto, y nos planteamos si nuestros hijos pasan el suficiente tiempo al aire libre.

Como el mundo moderno ofrece pocas soluciones a estas preocupaciones, la mayoría nos encontramos una vez más metidos hasta las rodillas en los parques de bolas del barrio o gastando dinero en juguetes para luego arrepentirnos.

A mi vieja y querida amiga Laura se le ha ocurrido un fantástico decálogo de soluciones para salir airosos de la complicada tarea de ser padres, con el que nos anima a recuperar la simplicidad.

Permitidme que os hable de Laura, pues estoy segura de que durante el proceso de redacción de este libro ha mantenido una actitud sumamente modesta y discreta en lo tocante a su vivaz espíritu y arrolladora energía. Somos amigas desde hace más de quince años y hemos vivido multitud de aventuras juntas, de las cuales dan fe algunas fotos divertidísimas. Siempre me ha fascinado el contagioso afán de Laura por probar cosas nuevas. Ha trabajado en todo lo habido y por haber (desde camarera en una bolera hasta de encargada en un guardarropa, incluida una breve incursión como cantante en pubs —su interpretación de Sweet Child of Mine fue una pasada—) y nunca se amedrenta ante lo desconocido. Lo mismo ha ocurrido en esta última aventura, pues se ha guiado por su instinto y ha creado algo totalmente auténtico y original. En estas páginas comprobaréis que Laura se ha dejado llevar por su intuición, que su creatividad fluye de maravilla a través de manualidades clasificadas por temáticas y que ha sido audaz en el planteamiento y la ejecución de sus ideas.

Quedaréis cautivados por la alegría de vivir y el talento de Laura.

Mi afición por el arte y las manualidades viene de largo y no hay nada que más me apasione que dibujar y pintar con mis hijos, porque considero que la creatividad es una de las principales válvulas de escape para todos. No hace falta que el resultado sea una obra maestra e impecable: se trata simple y llanamente de la oportunidad de soñar, crear y desconectar durante un rato.

Mi padre se ha dedicado a la rotulación a lo largo de toda su vida y acaba de jubilarse. En mi infancia me sentaba en su estudio y observaba cómo pintaba a mano gigantescas letras brillantes sin el menor esfuerzo y, después de tantísimos años, el olor a pintura me transporta automáticamente a aquella época. El arte y el diseño han estado muy presentes en mi familia desde que tengo uso de razón. Personalmente, confeccionar y crear siempre me ha resultado relajante y liberador y, de pequeña, era además una manera de evadirme de las imposiciones del colegio y el ambiente académico, en el que sentía que no encajaba.

El espíritu creativo es algo que me apasiona mantener vivo en mi familia ahora que soy madre. Es nuestro comodín de las seis de la mañana cuando soy incapaz de tragarme otro episodio de La patrulla canina. Es nuestro ritual en días de lluvia, cuando no nos atrevemos a salir bajo el aguacero. Es nuestro espacio feliz donde podemos crear algo en familia al margen de nuestra edad o habilidad.

No solo nuestros hijos disfrutan dando rienda suelta a la creatividad, sino también nosotros, sus agotados padres. Cuando dejo volar mi imaginación, por poco que lo haga, me relajo, respiro un poco más hondo y mi constante runrún mental cesa. Este libro se fundamenta en esa idea y a menudo de la manera más sorprendente. Yo me consideraba bastante ingeniosa por poner a mis hijos a dibujar y pintar en un viejo rollo de papel de pared ¡hasta que mi querida Laura apareció con su fantástico libro! Las ideas de Laura han traído consigo preciosos trabajos manuales que dan vida a objetos y utensilios corrientes. Con su imaginación ha transformado en diversión y fantasía cosas presentes en nuestro hogar y en la naturaleza que a menudo pasan desapercibidas en el día a día. Ha dotado de magia cosas cotidianas a las que somos ajenos mientras vamos deprisa y corriendo con la vista clavada en las pantallas.

Verduras, ramitas, pétalos, harina… En este libro de ensueño se le ha dado un soplo de aire fresco a cosas cotidianas que normalmente no asociamos con la creatividad.

Este libro no solo hace hincapié en la importancia de la creatividad, sino que también nos hace apreciar la naturaleza desde una perspectiva diferente. Nos pringamos y ensuciamos de lo lindo, pues nos motiva a manosear, estrujar y experimentar con todos nuestros sentidos.

Me preocupa hasta qué punto estamos adormeciendo el uso de nuestros sentidos hoy en día al pasar mucho menos tiempo sintiendo realmente lo que estamos viviendo, al limitarnos a mirar, juzgar y etiquetar. Este libro despierta nuestros sentidos fomentando el uso de las manos para expresar la creatividad de una manera muy visceral.

Mezclar los ingredientes, utensilios y materiales más naturales como un medio de expresión personal es muy emocionante en todos los sentidos.

Si os incomoda la idea de dejar volar vuestra imaginación porque os resulta un poco chocante, os aseguro que todos tenemos dotes creativas y que se puede sacar provecho de este libro fácilmente. No se trata de crear algo perfecto, ni siquiera de obtener el resultado previsto, sino de experimentar de principio a fin el proceso de prueba y error, el desastre y el caos, y la diversión implícita en ello.

Me ha hecho revivir cuando de pequeña, en el jardín trasero, cogía pétalos y esquivas lombrices para elaborar mis propios perfumes con viejas botellas de cristal. Me pringaba y embadurnaba, lo pasaba de fábula. Es necesario que todos permitamos a nuestros hijos ensuciarse y cometer errores, especialmente en el mundo moderno, donde a menudo se nos ofrece una visión de la perfección que asumimos que hemos de alcanzar. Nos sentimos presionados para ser padres perfectos, para que nuestros hijos tengan un comportamiento perfecto, para lucir un aspecto perfecto y para ser perfectos, lo cual es una absoluta sandez. Hemos de educar a nuestros hijos mediante el ejemplo y permitirles explorar su creatividad y lo novedoso; de lo contrario, nos quedamos con una sensación de falta de disfrute y confianza. Este libro proporciona a los niños el tiempo y el espacio para explorar nuevas temáticas, sensaciones y maneras de expresar la creatividad sin necesidad de aspirar a la perfección.

Importa más el proceso que el resultado.

Me entusiasma que Laura haya creado este libro tan especial y me muero de ganas de meterme de lleno en él con mis hijos.

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