Horóscopo chino 2023

Ludovica Squirru Dari

Fragmento

Horóscopo chino 2023

A LOS CONEJOS DE MI VIDA

A LOS CONEJOS DE AGUA, EN SU TAI SUI (AÑO CELESTIAL)

Andy Fuchs

Sandra y Giselle Herdener

José Luis Vigil

Sheila Cremaschi

Javier López Llovet

Conrado Armando Ugon

Gustavo Elía

Sebastián Borensztein

Claudio Guerrero

A LOS CONEJOS DE MADERA

Sebastián Maggio

Julián Ubiría

Florencia Cambariere

Liliana B. Kovat

A LOS CONEJOS DE FUEGO

Lionel Messi

Mirtha Legrand

Hernán Quesada

Pedro Grinberg

A LOS CONEJOS DE TIERRA

Andrés Percivale

Enrique Pinti

María Von Quintiero De Fino

Flor Moreno Quintana

A LOS CONEJOS DE METAL

Charly García

José María Santobuono

Y especialmente al conejo atemporal: Esteban Villarreal

Horóscopo chino 2023

PRÓLOGO: AÑO DEL CONEJO DE AGUA

Abrí los ojos cuando vislumbré la claridad detrás de los vidrios del pasillo del templo porteño.

Desde la invasión a Ucrania, los sueños de las noches están teñidos de ese clima agobiante, letal, trágico, en el que soy parte de las protagonistas que huyen, pelean, cobijan a sus niños entre bombas y puentes destruidos.

Sé que estoy sana y salva, en mi país, y comienzo con los rituales que acompañan mis días y noches hace años luz.

El ángel de la guarda que encontré hace un katún (veinte años) en el mercado de Chichicastenango, en Guatemala, me da ánimo para comenzar un nuevo KIN (TOOJ 7).

Coincide con el Día Internacional de la Mujer.

Celebro serlo.

Y comienzan a encenderse como luciérnagas los mensajes de amigas, más que de amigos, por un día que se instituyó como homenaje a las obreras textiles que en noviembre de 1909 se animaron a protestar y a pedir mejor salario, reducción de la jornada laboral, condiciones de trabajo dignas. Las trabajadoras fueron combatidas y reprimidas, pero continuaron su lucha. En 1911 hubo un incendio en una fábrica de camisas; casi ninguno de los trabajadores pudo escapar porque las puertas de las escaleras de incendio habían sido cerradas, y así fallecieron 123 mujeres y 23 hombres.

“¿Algo cambió?”, me pregunto.

Sí.

La condición humana queda desnuda: mujeres ucranianas con fusiles, armando bombas caseras, cuidando a sus hijos o dando de comer y sanando heridas a sus hombres, vecinos, desconocidos. Voluntarias que dejan atrás familia, trabajo, seguridad, y arriesgan sus vidas.

EMPODERARSE sin hacer alarde del sexo; igualar el dolor y ser parte de la metamorfosis de un mundo que nos despabiló ante el sopor de la “insoportable levedad del no ser”.

¿Hacia dónde va la humanidad?

¿Despertará o seguirá navegando su destino sin conciencia?

Intuí que el inicio del año del tigre sería caótico, impredecible, feroz.

El 4-12-2021, en una ceremonia multitudinaria llevada a cabo en el campo fundacional −en Ojo de Agua, Nono− con un zoológico atento, abierto, federal, celebramos el cambio inexorable que nos deparaba el nuevo tiempo, con los fundanautas de siempre y los que se van sumando. Tuvimos también en el valle una semana de seminarios que renovaron células, prana y entusiasmo para seguir con la misión en la comunidad de los hombres.

Por la variante Ómicron, que despertó nuevos brotes, no hice gira por la Argentina a pesar del esfuerzo de la editorial para apoyar el romance de hace más de tres décadas de LSD con el zoológico humano, que me esperaba en la costa y en los entrañables MADRYN y PIRÁMIDES, donde las ballenas y los delfines me saludan al llegar.

Pude pasar el verano en Feng Shui; hacía quince años que no estaba allí en la temporada debido a las benditas giras por Latinoamérica, Miami y España.

Compás de espera. Reloj de arena. Otro tiempo.

Renací. Dormí largas siestas y noches.

Disfruté cada amanecer, aún fresco, observando las liebres que aparecen y desaparecen en el jardín, las golondrinas que anidan en mi alero, los picaflores que en segundos me dan piquitos y anuncian el cambio del tiempo. Abrí agendas, atenta a los tips de cada día, a la sensación de evaporarme del sistema solar sin dejar rastros.

Ola de calor en enero sofocante; nuevos bichos voladores, también alacranes, arañas, y en Traslasierra la epidemia de yararás overas, que salieron de las piedras y madrigueras para advertir a perros y humanos que se cuiden de su presencia y tengan suero antiofídico cerca.

Descubrí a NOVAK DJOKOVIC en enero, en medio del escándalo en Sidney. Me apasioné por este tenista número uno y sus convicciones.

Pues sigo observando desde la palmera este experimento en el que la humanidad fue globalizada, con exclusión más que inclusión, para seguir “eligiendo” lo que unos pocos podemos.

Aparecieron amigos en Córdoba que descifraban mensajes y los transmitían.

Novak “el mensajero o enviado”; Djokovic “no covid”.

Mi sorpresa fue aún mayor cuando vi que su posición contra el “establishment” consiste en no vacunarse, aunque pierda torneos, patrocinadores, fama, lingotes de oro, credibilidad.

Busqué su signo en el zodíaco chino: conejo de fuego 1987, como Messi, que tampoco tuvo un buen fin de año o inicio del año del tigre.

Y este libro será del signo de dos hombres íntegros, que son ejemplo en el planeta por su esfuerzo, vocación, talento e integridad.

CORRIENTES.

Desde principios de enero supe que estaba complicada la querida provincia guaraní. El agobiante calor y la sequía eran caldo de una tragedia anunciada.

Pedidos sordos de auxilio y mensajes entre focos que ya cubrían vastas regiones y no eran apagados por la gran DESIDIA, FALTA DE INTERÉS EN INVERSIONES PREVENTIVAS PARA COMBATIR EL FUEGO QUE ABARCA A LA ARGENTINA EN TODA SU EXTENSIÓN.

UN ENERO FATÍDICO EN EL SUR. FLORA Y FAUNA DIEZMADAS EN CHUBUT. MILES DE BOSQUES DE ALERCES, PINOS, CIPRESES en el Oeste y en el Este no despertaron la compasión de gobernadores, intendentes ni de los responsables de medio ambi

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