...y también poemas

Roberto Gómez Bolaños

Fragmento



Table of Content

Portadilla

Índice

Versos antiguos

Octosílabo perfecto

Florinda

Yo no puedo ser poeta

El ferrocarril iconoclasta

A José María Fernández Unsaín

Sabines

Los quijotes

Facilidad de palabra

Monumento a los héroes

El himno

Los críticos

El teatro de la vida

Los triunfadores

Hugo Sánchez

Futbol

El toreo

El circo

El boxeador

El Gordo y El Flaco

La risa

El público también fracasa

Rimas reiterativas

¿Político, yo?

Poder de convocatoria

Por mi espíritu hablará la pura raza… o sea…

Misiva

Turismo

¡Un idioma tan feo!

Turista clásico

“No smoking”

Gentilicio

Otra vida

Sin memoria

Sabor de concupiscencia

Amor (o casi)

Erótica

Con el respeto debido

Manos

Nacer

Mi mejor amigo

Derechos (casi) Humanos

Los pequeños callejeros

Terrorista

Hoy soy la mitad de mí

Minero

Milenio

Nostalgia

La escuela del delito

La pelotera (Revolución devaluada)

Rodando… rodando…

Rafaé

Marisol

Romance

Nochebuena

Palabras

Salvaje

Desenlace

El paisaje del amante

Ensueño

Notas

Créditos

Grupo Santillana

Versos antiguos

Versos antiguos

Esta noche yo deseo

escribir versos antiguos,

actualmente tan exiguos

que parecen de museo.

Y sin embargo yo creo

que existe aún quien estima

la cadencia que sublima,

la música del acento

y el sabroso condimento

de la métrica y la rima.

La empresa, pues, acometo,

con singular valentía,

consciente de que hoy en día

soy un cursi por decreto.

Y solamente prometo

que escribiré sin engaño,

reconociendo que extraño

métrica, rima y acento.

¡Aquel viejo condimento

de los poemas de antaño!

Octosílabo perfecto

Octosílabo perfecto

Las décimas son poemas

con estrofas de diez versos,

sujetos a los diversos

preceptos de sus esquemas.

Entre los muchos problemas

destaca por su rigor

la rima, como factor

tan cabal e inflexible,

que declara inadmisible

la presencia de un error.

En la métrica lo mismo:

sólo versos octosílabos.

(Nada de endecasílabos

ni cualquier otro guarismo.)

Y en afán de preciosismo,

aquí el título fue electo

sin mácula ni defecto,

pues así como lo ves,

el título también es

“Octosílabo perfecto”.

Florinda

Florinda

Florinda Meza García.

Un nombre, es evidente,

que rima perfectamente

con la palabra “poesía”.

Buen principio, yo diría,

para iniciar el proyecto

de un poema sin defecto

y sin mácula; amén

de que el nombre es también

octosílabo perfecto.

Por si no fuera bastante,

está la palabra “linda”

para rimar con “Florinda”

en perfecta consonante.

Y de modo semejante,

sin alardes de proeza,

resulta obvio que “Meza”

a más de ser apellido,

es palabra que ha servido

para rimar con “belleza”.

Por tanto, sin más problemas,

la décima ya está

con la métrica que va

en semejantes poemas.

Mas ¿por qué tantas faenas?

si para hacer poesía

en realidad bastaría

con eliminar el resto

y escribir tan sólo esto:

“Florinda Meza García”.

Yo no puedo ser poeta

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