Limpia tus genes

Ben Lynch

Fragmento

Limpia tus genes

Introducción

¡Tus genes no son tu destino!

Era un día común y corriente de 2007. Tenía media hora libre y decidí ver qué tal estaba la transmisión de ese día del programa Nova, de PBS, en el aire en ese momento: “A Tale of Two Mice” (Historia de dos ratones).

El programa presentaba dos ratones genéticamente idénticos que tenían apariencias completamente distintas. Eran de una raza con un fuerte potencial genético para la obesidad, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. Sin embargo, uno de los ratones estaba delgado y sano, mientras que el otro tenía sobrepeso y era propenso a las enfermedades. Aunque los dos tenían el potencial genético para dolencias graves y exceso de peso, sólo uno tenía mala salud.

Yo miraba estupefacto mientras el investigador explicaba el “factor x”: la misteriosa y poderosa razón detrás de nuestra capacidad de manipular nuestra herencia genética y crear salud en vez de enfermedad. El secreto estaba en la metilación, un proceso bioquímico que ocurre dentro de tu cuerpo. Si metilas ciertos genes, puedes apagar tu tendencia genética a la obesidad y las enfermedades.

¿Y cómo se había logrado esa asombrosa hazaña con los ratones que presentaban en el canal PBS? En ese experimento, con pura dieta. Mientras los ratones del experimento seguían en el útero materno, los investigadores les dieron donantes de metilo —nutrientes que apoyan el proceso de metilación— a algunas de las madres, pero no al grupo de control. La dieta apropiada apagó los “genes sucios” de los ratones y reconfiguró su destino genético.

Este proceso de encender y apagar genes se conoce como epigenética. Lo que he aprendido desde aquel trascendental día de 2007 es que podemos transformar nuestro destino genético mediante una combinación de dieta, suplementos, sueño, alivio del estrés y exposición reducida a las toxinas ambientales (las toxinas que hay en nuestra comida, agua, aire y productos). Con las herramientas adecuadas podemos trascender las tendencias heredadas a determinadas enfermedades (entre ellas la ansiedad, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad —TDAH—, malformaciones congénitas, cáncer, demencia, depresión, cardiopatía, insomnio y obesidad) para crear una nueva vida saludable.

Aún recuerdo lo asombrado que estaba cuando acabó el programa. Golpeé el escritorio con la mano.

—¡Eso es! —exclamé—. Eso es lo que quiero hacer.

A partir de ese momento me obsesioné. A diferencia de lo que muchos médicos y científicos piensan, nuestro destino genético no está fijo. Puede editarse, reescribirse, cambiarse. Sólo necesitamos saber cómo.

Así se volvió mi misión identificar nuestros genes sucios y elaborar el protocolo que necesitamos para darles la lavada necesaria para cambiar enfermedad por salud y permitir que todos alcancemos nuestro potencial genético. Con gran alegría te cuento que tras una década de investigación, estudio y tratamientos exitosos de pacientes de todo el mundo he elaborado y perfeccionado el Protocolo Limpia tus Genes, un programa para optimizar tu salud y tu vida.

El poder de la epigenética

Siempre me ha fascinado la manera como nuestro cuerpo quiere estar sano y he pasado la mayor parte de mi vida aprendiendo cómo ayudar a que lo logre. Estudié biología celular y molecular en la universidad, tras lo cual me convertí en un médico naturópata —un especialista que se vale de métodos naturales basados en evidencia científica para restaurar el equilibrio y optimizar la salud—. Trabajando con pacientes me di cuenta de que también necesitaba convertirme en especialista en medicina ambiental para descubrir cómo debilitan nuestra salud las sustancias químicas de nuestro entorno y qué podemos hacer para desintoxicar nuestro cuerpo.

Lo que hizo que mis diferentes estudios encajaran juntos fue el campo de la epigenética: los diversos y numerosos factores que pueden influir en cómo se expresan nuestros genes. Siempre había sabido cuán poderosos pueden ser los genes. Sin embargo, fue muy emocionante descubrir que no tenemos que doblegarnos a los dictados de nuestro ADN, sino que podemos trabajar con nuestros genes para alcanzar una salud óptima… si sabemos cómo lograrlo.

Una de las piezas más importantes del rompecabezas genético es un tipo de variación conocida como polimorfismo de un solo nucleótido (PSN —o SNP, por sus siglas en inglés—). Hasta ahora se han identificado aproximadamente 10 millones de PSN en el genoma humano y cada uno de nosotros tiene más de un millón.

La mayor parte de esos PSN no parecen afectarnos mayormente. Sí, representan una leve variación o anormalidad en varios genes, pero hasta donde sabemos esas variaciones no parecen tener mucha influencia en la forma como funciona nuestro cuerpo.

Algunos PSN, sin embargo, pueden tener un impacto enorme en nuestra salud y nuestra personalidad. Por ejemplo, los PSN en el gen MTHFR pueden provocar una gran cantidad de problemas de salud, desde irritabilidad y obsesión hasta malformaciones congénitas y cáncer (obsérvese que dije pueden, no tienen que: ¡justamente de eso se trata este libro!). Los PSN en el gen COMT pueden traer consigo adicción al trabajo, problemas de sueño, síndrome premenstrual, problemas con la menopausia y, una vez más, cáncer, junto con una inagotable energía, entusiasmo y buen humor (sí, muchos PSN tienen, aparte de los inconvenientes, un lado positivo).

Problemas de salud que por años habían intrigado a mis pacientes de pronto cobraban sentido cuando descubrían que sus PSN eran los responsables. Padecimientos que antes parecían abrumadores e incluso fatales se volvían manejables cuando los pacientes se enteraban de que podían reorganizar la conducta de sus genes con ayuda de su dieta y estilo de vida.

Yo mismo experimenté esa revelación cuando descubrí que tengo por lo menos tres PSN de importancia. Finalmente comprendí por qué soy tan centrado y determinado, algunos dirían incluso que obsesivo. También descubrí por qué puedo irritarme de un momento a otro y por qué reacciono de manera tan intensa a determinados productos químicos y gases. Fue un alivio llegar a comprenderlo: cosas que nunca habían tenido sentido de pronto eran claras, y además existían algunas nuevas soluciones en las que podía confiar. Al avanzar en la lectura de este libro tendrás la oportunidad de hacer el mismo tipo de descubrimientos emocionantes acerca de ti.

Sobre todo, conocer mis PSN me permitió hacerme cargo de mi salud. Al fin podía ayudar a mi cuerpo y mi cerebro con la alimentación y el estilo de vida que necesitaban. Por primera vez en mi vida sentí que estaba trabajando al máximo de mis posibilidades.

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