(La escena transcurre en la esquina céntrica de una ciudad).
PRESENTADOR
Vamos a presentarles una historia de enamorados...
PRESENTADORA
De esas que ocurren en cualquier lugar...
PRESENTADOR
Y en todos lados.
PRESENTADORA
Es una historia de encuentros y desencuentros...
PRESENTADOR
Podría suceder hoy...
PRESENTADORA
O en cualquier momento.
Los protagonistas podrían llamarse de muchas maneras.
PRESENTADOR
Él podría ser Pedro...
PRESENTADORA
Y ella, Gabriela.
PRESENTADOR
Pero él también podría llamarse Juan, Adolfo o Daniel.
PRESENTADORA
Alberto, Diego o Miguel.
PRESENTADOR
Y ella podría ser María, Marta, Mónica, Estela.
PRESENTADORA
Valeria, Silvina o Marcela.
PRESENTADOR
Hasta podrían llamarse Julieta y Romeo.
PRESENTADORA
Pero se llaman ¡Rocío y Mateo!
PRESENTADOR
Lo que les sucedió es tan común y al mismo tiempo tan singular...
PRESENTADORA
¡Que le podría ocurrir a cualquier mortal!
PRESENTADOR
Es una historia ficticia y también verdadera...
PRESENTADORA
De esas que no le ocurren a nadie...
¡Y le pasan a cualquiera!
PRESENTADOR
Fue un día de invierno cuando se encontraron por vez primera.
PRESENTADORA
Y pese al frío los dos pensaron: ¡ya es primavera!
PRESENTADOR
¡Al verse se sintieron impactados por la flecha del amor!
PRESENTADORA
Y le pidieron uno al otro: ¡una cita, por favor!
(Mateo y Rocío, cada uno en su casa, hablan por teléfono. Los presentadores permanecen en escena todo el tiempo, pero ellos no los ven).
MATEO
Te espero mañana a las ocho, en la esquina de Corrientes y Fray Mocho.
ROCÍO
Allí estaré. A las ocho. No faltaré aunque llueva o truene.
MATEO
Yo tampoco, aunque caiga granizo o nieve.
(Salen Rocío y Mateo).
PRESENTADORA
Al día siguiente, Mateo llegó puntualmente a la esquina de Corrientes y Fray Mocho.
PRESENTADOR
Y Rocío también llegó justo a las ocho.
PRESENTADORA
Pero por más que esperaron y miraron...
PRESENTADOR
¡No se encontraron!
(Entran Rocío y Mateo por separado y cada uno permanece en un sector diferente del escenario, sin verse).
ROCÍO
¡Mateo, Mateo, Mateo! Te busco pero no te veo.
MATEO
Rocío, Rocío, Rocío, ¿dónde te fuiste, amor mío?
ROCÍO
Tengo el corazón destrozado. Mateo no aparece por ningún lado.
MATEO
Tengo el corazón partido. Me hiere la ausencia de Rocío.
(Salen Rocío y Mateo).
PRESENTADORA
Muy desalentados, volvieron cada uno a su casa.
PRESENTADOR
Tenían el ánimo por el piso.
PRESENTADORA
Pensaban que el otro había olvidado el compromiso.
PRESENTADOR
No encontraban respuesta ni consuelo.
PRESENTADORA
¡Los dos se sentían por el suelo!
PRESENTADOR
Estaban totalmente desolados.
PRESENTADORA
¡Creían que su amor los había abandonado!
PRESENTADOR
Y para expresar su desengaño, su dolor y su pena, se dedicaron a escribir poemas.
(Rocío y Mateo, en sectores opuestos del escenario, dicen:)
MATEO
Ayer pasé por tu casa,
miré, miré y no te vi,
y aunque era pleno día
se hizo noche para mí.
ROCÍO
En la selva del Brasil
hay un picaflor perdido;
si yo no tengo tu amor
soy un pájaro sin nido.
PRESENTADORA
Pasaron muchas horas en profunda tristeza...
PRESENTADOR
Tenían miedo de perder la cabeza...
PRESENTADORA
Hasta que finalmente...
(Rocío y Mateo se hablan por teléfono).
MATEO
Ayer te estuve esperando
desde las ocho a las diez,
no pude esperarte más
por el dolor de los pies.
ROCÍO
Y también yo te esperaba
en el lugar acordado,
cuando vi que no venías,
pensé: seguro me ha olvidado.
MATEO