En un examen un niño le dice al maestro:
—Profe, el bolígrafo no escribe.
—Pues dale aliento —responde el profesor.
Y el niño empieza a gritar:
—¡Vamos Boli, tú puedes, vamoooos!
Un alumno le pregunta a la maestra de inglés:
—Señorita, ¿qué significa «nothing»?
—Nada —contesta la profesora.
—Algo querrá decir, ¿no?
Una maestra de párvulos observa cómo sus alumnos están dibujando. Se acerca a una niña que trabaja muy concentrada y le pregunta:
—¿Qué estás pintando?
Y la niña responde:
—Estoy dibujando a Dios.
—Pero si nadie sabe cómo es Dios —dice la maestra.
Y la niña, sin levantar la vista de su dibujo, dice:
—Lo sabrás dentro de un minuto.
En clase de lengua la maestra pregunta a Pedrito:
—¿Cómo suena si pronunciamos la «m» y la «a» juntas?
Pepito dice:
—Ma.
—Muy bien. ¿Y si le pones la tilde?
Y Pepito contesta:
—Matilde.
A la hora del almuerzo, una niña se planta delante de su amiga, levanta un dedo y se lo pone justo delante de su nariz. Entonces, le pregunta:
—¿Qué ves?
—Un dedo —responde la amiga.
—Jo, qué bien me escondo, ¿verdad?
En clase de lengua la profesora le pregunta a Pepito:
—A ver Pepito, ¿cómo se escribe, «dormiendo» o «durmiendo»?
Y Pepito contesta:
—Ninguna de las dos, seño. Se escribe despierto.
—Pepito, ¿qué tal el cole?
—No sé, mamá —contesta Pepito—, todo el rato me llaman «el eléctrico».
—¿Y tú qué haces?
—Les sigo la corriente.
El primer día de clase un profe nuevo se presenta ante los alumnos:
—Buenos días. Mi apellido es Largo.
Y un niño le dice:
—No importa, tenemos tiempo.
Mientras saltan a la comba en el patio del cole, una niña le dice a otra:
—Ayer estuve viendo un capítulo de dibujos animados en el que el pato Donald jugaba con el ordenador y usaba teclado.
La amiga pregunta:
—¿Y Mickey?
Y la primera contesta:
—Mouse.
Laurita le pregunta a la señorita:
—Señu, ¿verdad que no se puede castigar a alguien por algo que no ha hecho?
—No, claro que no —responde la maestra.
Y Laurita responde:
—Estupendo, porque hoy no he hecho los deberes.
A la salida de un instituto, un chico le pregunta a su amigo chino:
—Oye, ¿cómo se dice espejo en chino?
Y el chino contesta:
—Ahí toy yo.
Un niño llega a la biblioteca de la escuela y le dice a la bibliotecaria:
—Creía que todos los libros eran digitales.
Y la bibliotecaria le contesta:
—Y lo son. Te chupas un poco el dedito y vas pasando páginas.
¿Cuál es la fruta que se pone siempre, siempre, en la sartén?
¡El mango!
A la hora del recreo, dos niños están echando los restos de sus bocadillos a unas palomas, y uno le dice al otro:
—Pues yo tengo 40 palomas en casa.
—¿Mensajeras? —pregunta el amigo.
—No, no t’ensajero nada.
—María, ¿cuánto es 4 por 4?
—Empate.
—¡Mal! A ver una más fácil. ¿Cuánto es 2 por 1?
—Oferta.
El maestro, muy enfadado, le dice a Sarita:
—Es una vergüenza, no te sabes el nombre de los presidentes.