VENTAJA DEL GANADOR, LA

Robert T. Kiyosaki

Fragmento

Introducción. ¿Cómo atrapas a un mono?

INTRODUCCIÓN



 ¿Cómo atrapas
a un mono?

Durante miles de años los nativos de África y Asia han utilizado la siguiente técnica para atrapar monos: el cazador busca un árbol que tenga un agujero en el tronco y coloca frutas o nueces en el interior. El mono se acerca, mete el puño en el hueco y recoge el alimento. Como el puño está aferrado a la carnada, el mono no puede sacarlo del tronco y, por lo tanto, se queda atrapado. En lugar de soltar la fruta o las nueces, se retuerce, jala y tira, negándose a soltar su comida. El nativo regresa y mata o captura al mono con toda calma.

Los humanos somos similares a los monos, sólo que, en lugar de aferrarnos a fruta y nueces, lo hacemos a un empleo seguro, a bienes materiales y dinero. Al igual que los monos atrapados, cuando la gente no cuenta con educación financiera, se reduce a recibir su salario y pasa el resto de su vida esclavizada a un patrón o pagándole impuestos al gobierno.

Cuando comenzó la crisis financiera global en 2007, muchas personas se aferraron todavía más a sus empleos con la esperanza de no ser despedidas en los recortes. Otros millones se afianzaron con fuerza a sus hogares, aunque sabían bien que no podían pagar la hipoteca. La mayoría dejó de gastar y empezó a ahorrar más a pesar de que el gobierno federal estaba imprimiendo billones de dólares, destruyendo así el poder adquisitivo y el ahorro. Los trabajadores aportaron mucho más dinero a sus planes de retiro sin tomar en cuenta que la bolsa de valores acababa de colapsar, arrastrando con ella sus ganancias previas. Asimismo, las inscripciones en las escuelas entraron en auge porque mucha gente regresó a estudiar y olvidó que el desempleo se había disparado.

LA MAYORÍA DE LA GENTE NO SABE QUÉ HACER

Cuando llegó 2010 la gente estaba consciente de que había una crisis financiera global. Por desgracia nadie sabía qué hacer al respecto. En lugar de relajarse y soltar lo que tenían, muchas personas se aferraron más, rezaron para que la crisis terminara y para que sus líderes políticos resolvieran el problema y regresaran los días felices.

Por otra parte, hubo quienes sabían que tendrían que realizar cambios. El problema fue que, como carecían de una sólida educación financiera, no supieron con exactitud qué era lo que tenían que modificar.

UNA DÉCADA DE CRISIS

La década que va de 2010 a 2020, será la más volátil en la historia y la que más modificará al mundo.

Por desgracia, quienes se aferren a las reliquias del pasado (como un empleo seguro, ahorros, una casa y los planes de retiro), serán los más afectados por la tormenta financiera que se avecina. Esta afirmación la puedo hacer con mucha certeza por las siguientes razones:

1. Es el fin de la Era Industrial.

La Era Industrial comenzó en 1500 y terminó en el año 2000, aproximadamente.

En 1945, al final de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos era la nación más poderosa del mundo, el más grande de todos los imperios que aún subsistían de la Era Industrial.

En la Era Industrial los países que poseían tecnología industrial, fábricas, escuelas grandes y armas, eran los que gobernaban el mundo.

En la Era Industrial, las empresas de los ramos automotriz, aéreo, de medios (radio y televisión) y de fabricación de armas dominaron el mundo de los negocios.

En la Era Industrial un trabajador podía conseguir un empleo muy bien pagado que durara toda la vida, así como protección sindical y una pensión de retiro vitalicia.

La educación financiera no era importante en la Era Industrial.

En 1989 nació la World Wide Web (Banda Ancha Mundial). Con eso terminó la Era Industrial y dio comienzo la Era de la Información.

En la próxima década, la tecnología remplazará más empleos y las fábricas serán desmanteladas, transportadas y reconstruidas en países con salarios más bajos. La noción de un empleo bien pagado de por vida y una pensión vitalicia, se tornará obsoleta.

Estados Unidos es hoy en día la nación más endeudada de la historia y se ha convertido en un país que ya no puede costear programas como Seguridad Social y Medicare.

En la Era de la Información las pensiones vitalicias y los empleos seguros no están garantizados y, por lo tanto, la educación financiera resulta esencial.

Por desgracia, así como el mono con el puño atrapado en el tronco, millones de trabajadores se aferran a ideas de la Era Industrial como recibir una educación formal, buscar un empleo seguro, salarios constantes, prestaciones médicas, retiro temprano y ayuda permanente del gobierno.

En este libro aprenderás cuál es el tipo de educación que te puede preparar mejor para la Era de la Información.

2. Las reglas del dinero cambiaron en 1971.

En 1971 el presidente Nixon sacó al dólar estadounidense del patrón oro y en ese momento cambiaron las reglas del dinero.

En 1971 el dólar estadounidense dejó de ser dinero y se convirtió en un instrumento de deuda. A partir de ese año los ahorradores se convirtieron en perdedores.

De 1971 a la fecha, el dólar estadounidense ha perdido 95 por ciento de su poder adquisitivo, pero no requerirá otros cuarenta años para perder el cinco por ciento restante.

De manera trágica, así como el mono permanece con el puño cerrado en el hueco del árbol, millones de personas continúan aferradas a los ahorros que tienen en el banco.

En este libro descubrirás por qué ahorrar dinero es una tontería y conocerás las otras opciones que existen.

Los bancos pueden imprimir dinero, y tú… ¿por qué no? Con este libro aprenderás a hacerlo, pero requerirás de educación financiera.

3. A partir de 1971 se incrementó el tamaño de los rescates financieros.

Para el año 2010 la mayoría de la gente ya estaba consciente del desastre subprime y del gasto de billones de dólares en el que se incurrió para llevar a cabo los rescates bancarios en todo el mundo.

En la actualidad muchas personas están enojadas porque los gobiernos rescataron a los adinerados dueños de los bancos y luego les pasaron la factura a los contribuyentes.

Por desgracia muy pocas personas saben que los rescates se han llevado a cabo durante años y que sus dimensiones sólo se han incrementado desde 1971. En la década de los ochenta el costo de los rescates bancarios rondaba los millones de dólares, pero para los noventa, se hablaba de miles de millones. A partir de 2007 los rescates se hicieron internacionales y, ahora, se miden en billones de dólares.

Por desgracia, debido a la falta de educación financiera, mucha gente cree que la deuda es algo malo. De la misma manera que lo hace el mono, esas personas se aferran a su dinero y hacen todo lo posible para no tener deudas.

La mayoría de la gente que carece de educación financiera cree que la deuda es algo negativo. De hecho lo es, pero sólo si no sabes cómo aprovecharla para volverte más próspero.

En este libro descubrirás cómo los banqueros y la gente que posee educación fin

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