El arte de hacer dinero

Mario Borghino

Fragmento

Introducción

LA RAZÓN POR LA CUAL he decidido escribir este libro es que, en mis 30 años como consultor de empresas, he visto miles de líderes y ejecutivos, ricos y pobres. Constructores de riqueza y sibaritas derrochadores de dinero. Con el tiempo he confirmado que los grandes líderes se caracterizan por ser personas que dirigen su vida económica con los mismos principios con el que dirigen sus empresas. He visto líderes retirarse de la vida activa y hacer trabajos para instituciones no lucrativas y construir riqueza igualmente para dicha institución. Es como su ADN que los distingue de las conductas de las demás personas. Su modelo para construir riqueza lo aplican a todo lo que hacen, inclusive en sus finanzas personales. Muy pocas veces he visto líderes pobres; me refiero, desde luego, a los auténticos líderes, no a quienes simplemente ostentan una posición de liderazgo. Los líderes comparten prácticamente las mismas virtudes que la mayoría de las personas económicamente exitosas. Es más, cuando se habla de personas con dinero se establece una asociación natural con los líderes, y viceversa; en el imaginario colectivo de Occidente, líder y solvencia económica son términos con connotaciones muy semejantes.

Espero que en las páginas de este libro encuentre usted las herramientas necesarias para construir el liderazgo que le permita alcanzar su independencia financiera y acumular lo suficiente para los años en que usted se retire de la vida activa, es decir, lograr el liderazgo con el que pueda hacer realidad su proyecto de vida económica.

La independencia financiera requiere que usted aplique los principios de liderazgo en su ámbito económico, y el principio fundamental que le permitirá la prosperidad será el dominio de sí mismo, esto es, la madurez de carácter, pues sin ello difícilmente podrá tener una visión clara de cómo obtener la independencia financiera que, expresada con una frase fácil de memorizar, consiste en hacer que el dinero trabaje para usted, y no que usted trabaje para el dinero. El objetivo de todo líder en el ámbito financiero es modificar o desechar aquellas conductas que atentan contra su estabilidad económica. Reza un antiguo proverbio chino: “Los ingenieros cambian el rumbo de las aguas, los carpinteros dan forma a la madera, pero sólo virtuosos se moldean a sí mismos”.

Este libro pretende resolver las dudas de aquellas personas que, por distintas razones, se interesan en los temas del dinero pero, sobre todo, está pensado como una guía práctica para los ciudadanos comunes que desean tener una vida confortable y un respaldo económico suficiente, o que quieren que sus hijos asistan a una buena universidad. Incluso, podría servirles a quienes ya tienen mucho dinero para reflexionar en sus conductas habituales y modificarlas si no les dan estabilidad y control de su vida.

A lo largo de los años, he observado que los líderes son personas con sueños que siempre los convierten en realidad. Conozco muchos líderes que iniciaron su vida de negocios con una idea y, al cabo del tiempo, la transformaron en una empresa que hoy da trabajo y oportunidades a miles de personas. Son verdaderos constructores de riqueza, no sólo para ellos sino también para miles de personas. Es de estos líderes de quienes debemos aprender a construir nuestra riqueza personal. Seguramente usted conoce a algunos líderes —tal vez en su propia familia o en su círculo de amigos— que transformaron una simple idea en un imperio económico, y eso fue posible porque poseen una sensibilidad especial para identificar las oportunidades y un talento natural para consolidar sus finanzas.

Tal vez piense que la realidad económica por la que está usted atravesando en estos momentos es muy difícil y no ve cómo podría alcanzar su independencia financiera si vive agobiado por sus deudas. Sin embargo, muchos problemas económicos no se explican por la falta de ingresos, sino por la indisciplina en sus gastos y su incapacidad para ahorrar. A propósito, otro objetivo de este libro es que usted descubra que el entrenamiento que su mente ha recibido durante años es lo que lo tiene en la situación actual. Muchísimas personas salen de casa todas las mañanas a ganar algo que no saben cómo se maneja y, no obstante, atribuyen su falta de dinero al bajo salario devengado. Dicen: “Lo que gano no me alcanza para nada”. Ésta es su conclusión fatalista, aunque el problema de fondo radica en los hábitos de consumo y en el desconocimiento de cómo administrar sus ingresos. Han vivido sin tener control de sus finanzas y la culpa de todo se la atribuyen a su sueldo. Si en esta sociedad el dinero es y seguirá siendo el medio de intercambio para obtener satisfactores, ya va siendo hora de que usted domine los principios que lo rigen. Su prosperidad no depende únicamente de sus ingresos, sino de la forma en que los administra. En otras palabras: lo importante no es lo que gana, sino cómo lo gasta; es más, lo que importa verdaderamente es cuánto de sus excedentes invierte en su futuro.

Históricamente, las bases de la prosperidad económica no han cambiado demasiado; nuestros abuelos aplicaron muchos de esos principios durante toda su vida. Sin embargo, nuestra sociedad moderna se basa, fundamentalmente, en el consumo: una propaganda incesante acerca de una infinidad de productos y servicios nos espera cada mañana y a cada instante. Vivimos en una época donde aparentemente es posible tenerlo todo con el “poder de nuestra firma”, pero detrás de este espejismo siempre habrá alguien que querrá enriquecerse a costa nuestra. Que no suceda es responsabilidad de nosotros y de nadie más.

CAPÍTULO UNO

Piense como millonario

la riqueza aparente

“Las personas exitosas son aquellas
que primero crean sus activos
y l

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