Décimo de los quince volúmenes que conforman la colección Macanudo en su formato definitivo. Sus casi doscientas páginas compilan lo mejor de la tira que se hizo popular a través del diario La Nación a lo largo de más de veinte años, además de una selección de dibujantes invitados y un conjunto de bocetos inéditos.
Las protagonizan sus personajes y secciones más queridos, entre ellos Olga, Enriqueta, los duendes, Fellini, Pan Chueco, Capitán Déjà Vu, los pingüinos, Oliverio, Pambo, Picasso y muchos más.
Por Mario Bellatin (del prólogo):
Hace algunos años se nos ocurrió a Liniers y a mí conocer el fin del mundo. Deseábamos saber dónde acababa o comenzaba todo. Ver si era cierto que en esos extremos nos encontraríamos solo con hielo, desolación, si los pingüinos de Liniers eran cientos de miles y si les daban consejos de belleza a los trompudos elefantes marinos. Queríamos saber si era cierto que existía un estrecho conocido como de Magallanes. Si las Malvinas eran argentinas. Conocer por qué los piratas eran tuertos y llevaban un loro sobre el hombro. Deseábamos enterarnos si era cierto que había una cárcel llamada del fin del mundo. Si existía un personaje conocido como el Petiso Orejudo, cuya forma de jugar con sus amiguitos era dejarles un clavo insertado en medio del cráneo, a quien los médicos de la cárcel operaron cortándole las orejas porque estaban convencidos de que en ellas residía el mal, y que terminó sus días demolido por sus compañeros de prisión porque tuvo la idea de meter al horno el pequeño gato al que los reclusos solían mimar. Todo eso quisimos saber y nos subimos a un avión, que después de muchas horas de viaje nos depositó en una zona que daba la impresión de provenir del más allá. Fue de esa forma -Liniers hizo un libro completo con las imágenes que fuimos descubriendo ese día- como me convertí en personaje de Liniers. Fue bastante impresionante verme formando parte de la serie de seres memorables, que por tantos años me han acompañado haciéndome notar, aun más de lo que advertimos de manera habitual, lo absurdo presente en cada una de nuestras acciones cotidianas. Ya soy un personaje de Liniers, me dije con orgullo al verme en el pequeño libro que daba cuenta del viaje al fin del mundo.
La crítica ha dicho...
«Liniers tiene el don de encandilar a los lectores, así como el envidiable talento de haber alumbrado un universo que él parece disfrutar tanto como sus lectores explorándolo. Con un gancho irresistible Macanudo se ha convertido en un clásico de las viñetas como lo son Mafalda, The Far Side de Gary Larson o Los Simpson».
Miguel Brieva
«Liniers logró sacar de su cabeza todo lo que parecía imposible dibujar. Su forma de ver el mundo no tiene límites. ¡Gracias, Liniers!»
PowerPaola
«Todos esos monstruos de colores, hombres con orejas de conejo y niños soñadores, viven en nuestras cabezas. Pero solo Liniers sabe sacarlos de ahí y dibujarlos. Liniers es diferente. En el sentido más amplio y sorprendente de la palabra».
Andreu Buenafuente
«Liniers sabe bajar al papel todos esos pensamientos tan mágicos como coloridos que viven en nuestro interior. La sensibilidad y la fantasía conviven en su genial mundo de lo absurdo haciéndonos adictos a su arte».
Agustina Guerrero
«Si Liniers no fuera rematadamente genial, tal vez yo podría rozarle la suela del zapato».
Juanjo Sáez
«Me da rabia Liniers: sus tiras son tiernas, ingeniosas, divertidas e impredecibles. Encima dibuja genial y es encantador (en persona). ¡Ay, que rabia!»
Joaquín Reyes