Sin filias ni fobias

Santiago Nieto

Fragmento

Sin filias ni fobias

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Prólogo

Hace años que conozco al doctor Santiago Nieto Castillo. Con el paso del tiempo, mi respeto, aprecio y admiración se han acrecentado. Santiago es un profesor y académico brillante, y en ese ámbito tiene un gran futuro, pero como servidor público es excepcional, pues a sus cualidades intelectuales se suman sus dotes administrativas y organizacionales, además de su creatividad jurídica.

Santiago es una víctima de un sistema que se niega una y otra vez a consolidarse democráticamente; víctima de la gran corrupción política y la impunidad imperantes en nuestro país. El sistema rechaza a funcionarios como él (a pesar de sus muchos méritos y cualidades): mientras premia la obediencia ciega y la complicidad, castiga los comportamientos éticos.

Este libro expresa las contradicciones de nuestro sistema político, el cual es democrático de manera formal. Así se señala al menos en los artículos 39, 40 y 41 constitucionales. Sin embargo, en los hechos, está muy lejos de ser democrático. Su andamiaje institucional y las prácticas que al interior de las instituciones se dan nos colocan muy lejos de la democracia y nos acercan a las tipologías de los regímenes no democráticos que Juan Linz analizó magistralmente hace ya algunas décadas.

En sus memorias, Santiago hace un retrato de los casos que conoció como titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE) de la Procuraduría General de la República (PGR). Ese estudio prueba su rebeldía frente a la realidad, lo cual en México significa todo un acontecimiento si pensamos en la cotidiana subordinación y sumisión de las autoridades al poder en turno. En México no hay instituciones efectivamente independientes que realicen el control del poder cuando éste actúa injusta, arbitraria o antijurídicamente. Las instituciones creadas para esos fines se someten al poder formal del gobernante en turno y a los poderes fácticos.

El libro de Santiago acredita las dificultades que tiene un titular de un órgano fundamental del Estado para cumplir con la Constitución y la ley. Cuando aparecen perfiles como los de este fiscal en el escenario nacional, comprometidos precisamente con la Constitución y la ley, la respuesta de los personajes y de las estructuras de poder es la persecución y la destitución, tal como fue su caso.

El poder en México está diseñado para mantener un statu quo aliado de los privilegios políticos o económicos de unos cuantos. El poder en nuestro país no está construido para transformar la realidad en beneficio de las mayorías, y tampoco para materializar a plenitud los derechos humanos ni los principios y procedimientos democráticos.

En cada caso que presenta, Santiago evidencia las dificultades que le oponía el poder para realizar las funciones constitucionalmente encomendadas. Del mismo modo, abunda en cómo las instituciones y sus funcionarios pueden ejercer sus encargos sin dificultades cuando son dóciles a las reglas no escritas del sistema.

Santiago describe así las condiciones de la FEPADE antes de que tomara posesión de su cargo:

A lo largo de 2014 se había ejercido acción penal sólo en 64 investigaciones. Esto significaba que los 89 ministerios públicos de la FEPADE habían consignado menos de una averiguación previa por cabeza en todo el año […]

[El] 92% de los asuntos en la cancha de la FEPADE tenían que ver con el delito de alteración al Registro Federal de Electores, pero los conflictos por el uso ilícito de programas sociales y la violencia en contra de autoridades electorales crecían sin que nadie hiciera algo para impedirlo desde la órbita de la procuración de justicia.

En distintas ocasiones, Santiago habla de la prepotencia de los gobernadores y la costumbre que tienen de comprar, amedrentar o cooptar a funcionarios y opositores, como es el caso de Manuel Velasco en Chiapas. Así lo narra:

[El gobernador] me recibió con una pregunta inverosímil, seca, gélida: “¿Sabes que tu jefa es mi amiga?” Se refería a la entonces titular de la PGR […] “Sí, gobernador” […] “¿Y sabes que es mi tía?” […] Mi respuesta fue idéntica […] “¿Qué quieres?”, soltó altanero. Aproveché la pregunta para agradecerle la posibilidad de establecer un trabajo coordinado con el gobierno del estado. Mencioné que la Ley General en Materia de Delitos Electorales obligaba a la FEPADE a trabajar con el INE y los gobiernos locales en la prevención justamente del delito electoral, por lo que necesitábamos instrumentar de forma conjunta el modelo del blindaje electoral […] Velasco me interrumpió de forma abrupta […] “Está bien, ¿cuánta lana quieres?”

Más adelante, Santiago expone las dificultades para consignar a servidores públicos protegidos por gobernadores u otros funcionarios de la Federación debido al sometimiento histórico del poder Judicial al poder político local o federal. Un ejemplo es el caso de Veracruz, Javier Duarte y la Sedesol. En tres ocasiones la FEPADE pidió a la justicia federal que se giraran órdenes de aprehensión en contra de funcionarios federales y de ese estado por condicionar programas sociales a cambio de votos. Sólo después de insistir y reelaborar varias veces las carpetas de investigación, se lograron las órdenes de aprehensión por esos hechos en contra del exsecretario de Finanzas de Javier Duarte, un expresidente municipal de Boca del Río, el exdelegado de Sedesol y una regidora en ese entonces en funciones.

Estas memorias señalan a los personajes intocables del régimen. Ejemplo es el asunto relacionado con Arturo Escobar, exsubsecretario de Gobernación, quien fue imputado por delitos electorales. Para salvar a su aliado y presionar a la FEPADE, los dirigentes del PRI Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa lanzaron ataques mediáticos contra el titular de la FEPADE durante una semana. Después vino otra semana de presión y de campaña mediática por parte de los legisladores del PVEM, quienes exigieron la renuncia de Nieto y le solicitaron a la procuraduría su remoción.

La impunidad parece necesaria para el sistema político mexicano. En ese sentido, Santiago expone la defensa de Escobar que hizo César Camacho, el líder de la bancada tricolor en la Cámara de Diputados en ese momento:

La conversación con Camacho fue muy enriquecedora. Dijo que mi actuación había generado un cisma en el PRI y el PVEM. “ En los hechos le pegaste al número dos de la coalición gobernante.” […] Explicó que el deslinde que el gobierno hacía con respecto a mí se interpretaba a la luz del “artículo primero de la ley de hilvanados y tejidos: el hilo se rompe por lo más delgado”.

Santiago describe formas antiguas y contemporáneas del fraude electoral. Entre las últimas alude al fraude electoral cibernético de 2015 en Chiapas. Nos dice que la legislación chiapaneca preveía la votación por un

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