Sahara (Dirk Pitt 11)

Clive Cussler

Fragmento

 cap-7

Índice

Sáhara

Pasaje infernal

Perdida

Primera parte. Frenesí

Capítulo 1

Capítulo 2

Capítulo 3

Capítulo 4

Capítulo 5

Capítulo 6

Capítulo 7

Capítulo 8

Capítulo 9

Capítulo 10

Capítulo 11

Capítulo 12

Capítulo 13

Capítulo 14

Segunda parte. Tierra muerta

Capítulo 15

Capítulo 16

Capítulo 17

Capítulo 18

Capítulo 19

Capítulo 20

Capítulo 21

Capítulo 22

Capítulo 23

Capítulo 24

Capítulo 25

Capítulo 26

Capítulo 27

Capítulo 28

Capítulo 29

Tercera parte. Secretos del desierto

Capítulo 30

Capítulo 31

Capítulo 32

Capítulo 33

Capítulo 34

Capítulo 35

Capítulo 36

Capítulo 37

Capítulo 38

Capítulo 39

Capítulo 40

Capítulo 41

Capítulo 42

Capítulo 43

Cuarta parte. Ecos de El Álamo

Capítulo 44

Capítulo 45

Capítulo 46

Capítulo 47

Capítulo 48

Capítulo 49

Capítulo 50

Capítulo 51

Capítulo 52

Capítulo 53

Capítulo 54

Capítulo 55

Capítulo 56

Capítulo 57

Capítulo 58

Capítulo 59

Quinta parte. El Texas

Capítulo 60

Capítulo 61

Capítulo 62

Capítulo 63

Capítulo 64

Capítulo 65

Notas

Biografía

Créditos

Clive Cussler posee una naturaleza tan aventurera como la de sus personajes literarios. Ha batido todos los récords en la búsqueda de minas legendarias y dirigiendo expediciones en pos de recuperar restos de barcos naufragados, de los cuales ha descubierto más de sesenta de inestimable valor histórico. Asimismo, Cussler es un consumado coleccionista de coches antiguos, y su colección es una de las más selectas del mundo. Sus novelas han revitalizado el género de aventuras y cautivan a millones de lectores. Entre ellas deben destacarse Sáhara, El secreto de la Atlántida, La cueva de los vikingos, El Buda de oro, La odisea de Troya y Viento letal. Clive Cussler divide su tiempo entre Denver (Colorado) y Paradise Valley (Arizona). 

Créditos

Título original: Sahara

Edición en formato digital: febrero de 2014

© 1992, Clive Cussler

© 2014, Penguin Random House Grupo Editorial, S. A.

Travessera de Gràcia, 47-49. 08021 Barcelona

© Eduardo Mallorquí, por la traducción

Diseño de la cubierta: Penguin Random House Grupo Editorial

Fotografía de la cubierta: © Stone

Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos en la ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, así como el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, http://www.cedro.org) si necesita reproducir algún fragmento de esta obra.

ISBN: 978-84-9062-168-4

Conversión a formato digital: M.I. maqueta, S.C.P.

www.megustaleer.com

Esta novela es una obra de ficción. Nombres, personajes, lugares e incidentes son producto de la imaginación del autor o se emplean como ficción. Cualquier parecido con sucesos, situaciones o personajes reales, vivos o muertos, es pura coincidencia.

Con profundo agradecimiento a Hal Stuber,
químico de la James P. Walsh & Asociates,
Boulder, Colorado, por separar los desechos
nocivos, y hacer que me mantuviera
dentro de unos límites aceptables

 

PASAJE INFERNAL

2 de abril de 1865

Richmond, Virginia

Parecía flotar sobre la fantasmal niebla nocturna como una amenazadora bestia prehistórica surgiendo del cieno primigenio. Su negra y ominosa silueta se recortaba contra la orilla arbolada. Difusas formas humanas se movían por las cubiertas, iluminadas por la irreal luz amarillenta de las linternas. Por su casco resbalaban gotas de humedad, que terminaban cayendo en la perezosa corriente del río James.

El Texas tiraba de sus amarras con la impaciencia de un sabueso a punto de ser soltado para la caza. Gruesos postigos de hierro cerraban las portillas de sus cañones, y el blindaje de quince centímetros de sus grisáceos costados aparecía intacto. Solo una bandera blanca y roja, que colgaba fláccidamente del mástil más próximo a la chimenea, lo identificaba como un buque de guerra de la Armada de los Estados Confederados.

Aunque para los de tierra podía parecer feo y achaparrado, para los marinos poseía un carácter y una gracia inconfundibles. Era sólido y mortífero, el último buque de su peculiar di

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