Según he leído, la propia Daína Chaviano ha dicho en alguna ocasión que "por las venas de su Cuba natal no corre sangre, sino fuego: melodioso fuego que derrite texturas y obstáculos, que impide la mesura y, muchas veces, la reflexión. Pero así somos, y ése es nuestro mayor encanto y defecto: estamos hechos de música". Sin duda, se trata de una bella definición del lugar donde la autora ha ambientado "Los hijos de la Diosa Huracán", su novela más reciente. Yo añadiría varias más, pero me limitaré a una, y diré que Cuba también es tierra de leyendas y mitos. "La llorona del río", "La bola de luz", "El güije de los campos" o "El jinete sin cabeza" son solo algunos de los muchos que existen. Y la autora, oriunda de esa alegre y musical tierra, lo sabe. Y lo sabe muy bien. Solo hay que ver cómo ha ido plasmando algunos de ellos, en esta novela, para darse cuenta de ello.Y es que, en esta ficción compuesta por nueve partes, 8 folios y un epílogo, abundan los mitos, pero también las leyendas, los enigmas, los secretos y las conspiraciones. Para ello, Daína Chaviano ha ideado una espectacular historia llena de suspense, de aventuras y de desventuras, e instantes duros y crueles, en algunos momentos, con la que nos hace viajar constantemente en el tiempo, desde la actualidad hasta la época de los taínos (pueblos procedentes de América del Sur, y más concretamente, de la desembocadura del Orinoco, que poblaban la entonces denominada isla "La Española" al momento de la llegada de los europeos), y al revés, y en la que nos muestra la fortaleza y el coraje de dos mujeres, Alicia Solomon y Juana, en dos momentos temporales muy diferentes. Dos tramas que, poco a poco, se van entremezclando de manera magistral y que consiguen que no nos despeguemos de la lectura hasta el final.La pluma de la autora denota la vasta experiencia que tiene escribiendo historias de ficción y es fácilmente reconocible por la forma en la que nos muestra, además de en el ritmo y la agilidad, los detalles utilizados en cuanto al ambiente que se respira en cada momento, con descripciones justas y precisas, en los diálogos, en el espacio temporal o en la interrelación de las dos tramas. Y esas expresiones y palabras tan típicas de esa tierra que hace que nos sintamos transportados a la mismísima Cuba.En cuanto a los personajes he de reconocer, estimad@ lector@, que están realmente bien perfilados y creados, en mi humilde opinión, y en especial Alicia, su tío, Juana y su padre. En cada uno de ellos se nota cómo van evolucionando en el tiempo y, poco a poco, consiguen que empatices con ellos y lleguen a inspirarte ternura, simpatía y compasión, en algunos casos, odio, en otros, o incluso rechazo. Pero es como en la vida real ya que por tod@s es sabido que nos podemos encontrar a bellísimas personas o todo lo contrario."Los hijos de la Diosa Huracán" está exquisitamente escrita y relatada y hace disfrutar al lector. Pero también va más allá porque nos hace reflexionar acerca de la vida misma. Pero también de la codicia, de las envidias, de cómo nos gusta imponer nuestras ideas y nuestras creencias, de cómo somos capaces de cometer cualquier atrocidad con tal de demostrar que somos los mejores, los que más sabemos o simplemente para hacernos con el poder o con aquello que tanto ansiamos, sin importarnos los sentimientos y la vida de los demás, entre otras muchas cuestiones más.La verdad es que podría extenderme mucho más en esta reseña e ir adentrándome más en esta original historia, contándote que hay momentos preciosos y también tensos, que no faltan ni el dolor, ni los miedos ni tampoco la esperanza, que existe una sociedad secreta cuyos ideales van más allá de una religión o raza así como un pergamino de incalculable valor capaz de ocasionar una conspiración porque hay varias personas interesadas en que la opinión pública no sepa de su existencia etc pero prefiero no desvelarte más cosas y que seas tú mism@, estimad@ lector@, quien descubra todo lo que va aconteciendo en estas casi 800 páginas que se leen sin apenas darte cuenta.A modo de conclusión, sólo puedo decirte que, como ya habrás deducido, me ha encantado esta novela (aunque he de confesar que echado en falta que alguna pequeña historia se desarrollase un poco más), y no puedo hacer otra cosa que recomendar encarecidamente su lectura. Para ser honesta, es la primera ficción que leo de esta autora, pero te aseguro que no será la última, y estoy convencida de que tú opinarás lo mismo si acabas dándole una oportunidad.
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