PRIMERA EDICIÓN VINTAGE ESPAÑOL, MARZO 2011
Copyright de la traducción © 2011 por Diego Salazar
Todos los derechos reservados. Publicado en los Estados Unidos de América por Vintage Español, una división de Random House, Inc., Nueva York, y en Canadá por Random House of Canada Limited, Toronto. Originalmente publicado en inglés en EE.UU. como Born to Run: A Hidden Tribe, Superathletes, and the Greatest Race the World Has Never Seen por Alfred A. Knopf, una división de Random House, Inc., Nueva York, en 2009. Copyright © 2009 por Christopher McDougall.
Vintage es una marca registrada y Vintage Español
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Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos
Información de catalogación de publicaciones:
McDougall, Christopher, 1962–
[Born to run. Spanish]
Nacidos para correr : una tribu oculta, superatletas y la carrera
más grande que el mundo nunca ha visto / Christopher McDougall.
—1st. ed. Vintage Español.
p. cm.
1. McDougall, Christopher, 1962– 2. Running races—Mexico—Copper Canyon Region. 3. Tarahumara Indians—Mexico—Copper Canyon Region. 4. Long-distance running—Mexico—Copper Canyon Region. 5. Long-distance runners—Mexico—Copper Canyon Region. 6. Long-distance runners—United States—Biography. 7. Running—Mexico—Copper Canyon Region. 8. Athletes—United States.
GV1061.23.M6M3318 2010
796.4209721—dc22
2010021460
eISBN: 978-0-307-74247-6
Traducción de Diego Salazar
www.grupodelectura.com
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Para John y Jean McDougall,
mis padres,
que me han dado todo
y siguen dando
El mejor corredor no deja huellas.
—Tao Te Ching
Índice
Cubierta
Acerca del autor
Página de título
Copyright
Dedicatoria
Epígrafe
Agradecimientos
CAPÍTULO 1
Vivir entre fantasmas requiere soledad.
—ANNE MICHAELS, Fugitive Pieces
DURANTE DÍAS había estado recorriendo la Sierra Madre mexicana en busca de un fantasma conocido como Caballo Blanco. Finalmente, un rastro me llevó al último lugar donde esperaba encontrarlo: lejos de la profundidad del desierto salvaje donde cuentan que se aparece, en el poco iluminado lobby de un hotel en las afueras de una polvorienta ciudad del desierto.
—Sí, El Caballo está— dijo la recepcionista, asintiendo con la cabeza.
—¿De verdad?
Tras oír tantas veces que acababa de irse, en otros tantos escenarios extraños, yo había empezado a sospechar que Caballo Blanco no era más que una especie de cuento de hadas, la versión local del monstruo del Lago Ness, inventada para asustar a los niños y engañar a gringos crédulos.
—Siempre regresa