La ruta del deseo

Dafne Schilling

Fragmento

La ruta del deseo

EL CLUB DE LOS INVERSORES DE MI CORAZÓN

Esta nueva aventura será contada de la única manera en la que puedo contar las cosas. Como la vida, con sus altos y bajos, con lo que recuerdo y con lo que quizá me invento para que no duela tanto. Con lo que me surge y me revuelve. Con la entrega, a veces miedosa, pero entrega al fin. Con lo colorido y lo oscuro. Con el arcoíris de emociones que nos hacen ser humanos. Volver a escribir es, para mí, partirme a la mitad, excavar en las profundidades del corazón, limpiar lo que esté tocado por el ego, que es absolutamente todo. Hacer un mayor esfuerzo por encontrarme con la humildad e intentar volver a escribir desde la verdad.

Lo único que sé es que no sé nada y que todo lo que te escribo nace de la cruda realidad de que necesito compartirte esto. Creo que lo que te ayuda también puede ayudar a otros y, así, la rueda misma de la vida gira con esa confianza ciega de que somos “todas para una y una para todas”. Todo esto que no sé está avalado por el Club de los Inversores de mi Corazón, que son mi cuerpo, mente y espíritu. También por todas las personas con quienes fui compartiendo estos últimos años de maternidad y pandemia. Caí en las dos palabras que no quería nombrar en este libro y sin embargo acá están. Escupitajos emocionales, me salen así, borbotean por la boca, como la imagen que tengo de ese cuento de Cortázar en la que el personaje vomitaba conejitos. Así sale este libro. La imagen quizá no sea tan zen, tan Pinterest, instagramer, o de un feed armónico y canchero, pero sí del feed de la realidad. Donde la vida a veces se vomita, o se expulsa, o se expresa, sin pensarlo, con la ferocidad y el salvajismo de nuestros espíritus rebeldes, que de una vez por todas quieren plantar la bandera y decir:

¡Esto es lo que soy!

¡Esto es lo que siento!

¡Esto es lo que me pasa!

¿Acaso alguien más se siente así?

¿Acaso no es esto lo que me hace un ser humano?

Claro que sí. Todo eso que hoy sos es lo que te hace humano. Bravo, bravo, ese será por siempre el primer paso para la integración.

Este libro te propone un proceso, una manera de comprender o, mejor dicho, de integrar las etapas emocionales que atravesamos en la vida como si fuera una ruta. Una ruta que es como un mapa de la búsqueda del tesoro, donde el tesoro no es tanto la realización material de aquello que deseamos, sino la realización de vivir felizmente desde la plena presencia, abrazando y aceptando lo que nos es dado.

Solo te advierto que no seré capaz de escribir sin hacer referencia a la pandemia y a la maternidad. Porque este es un libro sobre el camino del deseo, que en mi caso era el deseo de ser madre, pero descubrí que en realidad cualquiera que sea el deseo siempre es igual para todas. Por eso, este libro va más allá de ser o no ser madre, de querer o no querer serlo, este libro tiene que ver con encarnar felizmente el presente. Y para que eso suceda hay que tomar el hacha, calzarse los borceguíes y hacerle frente al matorral del monte. Salir en búsqueda de nuestra felicidad. Y no será un viaje hacia ninguna parte, será un viaje de vuelta al centro de una misma.

A través de cuatro estadios —La búsqueda, La entrega, El milagro y La presencia—, e intercalado con mi diario personal, que es sobre todo un testimonio de mi búsqueda, juntas, vamos a reflexionar sobre aquello que vivimos y recorremos cuando deseamos y queremos lograr lo que nos proponemos. El libro está acompañado de algunas reflexiones y ejercicios para que también pongas en manifiesto eso que buscás y deseás, y que escribas conmigo cómo elegís vivir tu proceso en atención plena.

Si este es el tercer libro que tiene que hacer referencia a la importancia de conectar con nuestro poder, que lo sea, porque con el tiempo sigo descubriendo que no hay otra manera de vivir que la de creer que la vida es un milagro. Solo integrando que nuestros días serán un sinfín de posibilidades de color y de humor, solo reuniendo el coraje para ver nuestras infinitas voces interiores y aprendiendo a convivir con ellas. Si hoy somos inquilinas del mundo, si estamos de paso, que nuestro paso sea significativo, al menos en nuestros corazones.

La ruta del deseo nació con la exploración del encuentro con mi hijo y lo maravilloso que fue darme cuenta de que en realidad esto no tenía que ver tanto con él, sino con el encuentro conmigo, que fue tanto o más poderoso. Con descifrar qué nos pasa cuando las cosas no salen como queremos, con qué hacemos con eso que sentimos, y con dónde comienza un deseo y dónde termina, cuándo se cumple, o cuándo finalmente lo dejamos ir. No es que le quiera restar importancia a la llegada de él, siempre será un suceso único en mi vida, pero hay algo que sucede al encontrarte con tu propia verdad, que si sos capaz de registrarla, puede cambiar tu vida por completo.

¿Cómo vas a manejar tu poder una vez que te des cuenta de que todo lo que alguna vez saliste a buscar y lo que navegaste por las tormentas de este mundo loco, al final te trajo de nuevo a casa? La casa es el lugar del alma, el lugar donde el respiro sucede. Donde finalmente podemos comprender que todo lo que vivimos es, aunque suene cliché, nuestra gran escuela hacia una mejor relación con nosotras. Este es mi tercer libro, escribiendo sobre la aventura de vivir, pero ampliando perspectivas y, ojalá, dejando enseñanzas.

Ser capaz de registrar tus pensamientos y de abrazar tus emociones crea tu mundo. ¿Qué vas a hacer con tu poder? Esa puede ser la pregunta para comenzar.

Este es el legado que me gustaría dejarte.

Esta es la enseñanza de este libro.

La ruta del deseo

Encontrarte con tu propia
verdad puede cambiar
tu vida por completo.

La ruta del deseo