La historia de las guerras

Rafael Pardo Rueda

Fragmento

INTRODUCCIÓN
CONOCER LA GUERRA PARA CONSEGUIR LA PAZ

Las guerras no empiezan por casualidad. Ocurren, en general, por profundas razones sociales, políticas o económicas, y usualmente tampoco se acaban solas. B. H. Lidell Hart, estudioso británico de temas militares, enfatizaba en la necesidad de estudiar la guerra como fenómeno social, pues “parece ser vista como una alteración de la naturaleza similar a un terremoto más que como una enfermedad que podría ser prevenida, y sus peligros, al menos, podrían ser controlados con tratamiento científico”.

En esta segunda edición, este estudio contiene dos partes precedidas de un prefacio. Este trata de las distintas concepciones teóricas que hay sobre el papel de la guerra y sobre sus justificaciones dentro de una sociedad. La primera parte recorre la historia de la guerra en Colombia a partir del siglo XIX. Cómo fue la constitución de la República de Colombia, que nació con una guerra de independencia que se extendió durante quince años y cubrió todas las provincias que componen el territorio nacional. En su tope de movilización, la guerra tuvo en filas a un hombre de cada cuatro familias. Posteriormente, la naciente República tuvo nueve guerras civiles generalizadas de alcance nacional. La separación en 1830 de los tres países que conformaban la Gran Colombia generó una anarquía extendida que puede clasificarse como la primera contienda civil en el nacimiento de la República. La Guerra de los Supremos, entre 1840 y 1841, enfrentó a los partidarios del general Santander, bajo el mando del general José María Obando, contra el Gobierno de José Ignacio de Márquez, que reunió de su lado a los partidarios del libertador Simón Bolívar. La guerra de 1851 opuso a los conservadores contra el régimen liberal de José Hilario López. La cuarta contienda fue contra la dictadura del general José María Melo en 1854. La única revolución triunfante en la historia colombiana fue la encabezada por el general Tomás Cipriano de Mosquera en 1860-61 contra el Gobierno conservador de Mariano Ospina Rodríguez. La guerra de 1876-77 fue de los conservadores contra el Gobierno liberal radical. La de 1885, que determinó el fin del radicalismo y el nacimiento de la actual República de Colombia, fue de los liberales radicales contra el presidente Rafael Núñez. La de 1895 fue de los liberales contra el Gobierno conservador. Finalmente, la de 1899 a 1902, llamada de los Mil Días, fue también de los liberales contra el Gobierno conservador.

Pero, además, el país tuvo más de setenta guerras civiles parciales, golpes de cuartel y alzamientos en la primera centuria de vida independiente. Fue asolado en el siglo XX por veinte años de violencia política campesina, periodo conocido como “La Violencia”, que para muchos fue una guerra civil no declarada. Ha tenido dos décadas con explosiones frecuentes de una guerra narcoterrorista y cumple, en los albores del siglo XXI, cuarenta años continuos de guerra revolucionaria.

Las causas de estas guerras y las formas como terminaron, sus más relevantes consecuencias sociales y políticas en la vida nacional, las fuerzas en contienda, las operaciones y acciones militares principales son la materia de esta primera sección. En ella se pretende dar una doble visión sobre el papel de la guerra. La primera en el campo social y político, es decir, la exploración de objetivos, causas y motivaciones de las guerras, quiénes las hacen, quiénes las dirigen, cómo se financia y sostiene el esfuerzo bélico, qué organizaciones se adoptan y qué consecuencias tienen sobre la vida de la Nación. De otro lado, se busca también dar una mirada al aspecto operacional de las guerras: cómo se organizan las fuerzas, qué armamentos tienen, qué campañas fueron las principales y en qué geografía se desarrollaron.

Esta historia, que profundiza en la Colombia de la segunda mitad del siglo XX, intenta una caracterización de la guerra moderna o de las guerras que se dan y se superponen en el país, su evolución, sus fuentes de financiación, sus principales contendientes y sus propósitos. La guerra revolucionaria que tuvo Colombia desde los años sesenta se ha transformado. El final de la Guerra Fría cambió la forma, los objetivos y el desarrollo de los conflictos internos en muchas partes del globo. También esto ha ocurrido en Colombia, donde se desarrolla paralelamente una guerra de nuevo tipo, en la que los civiles y no los militares son el objetivo de la acción armada, en la que la economía de guerra depende de sectores globalizados, en la que la violencia está fragmentada y descentralizada, en fin, una guerra que se ve y se transforma por televisión.

La última parte de esta primera sección aborda los intentos por ponerle fin a la guerra moderna en Colombia. Se hace una revisión analítica sobre los principales procesos de paz en la Colombia reciente: los iniciados en los años ochenta, el de los años 89 y 90, y el adelantado entre 1998 y 2001. Uno exitoso y el resto fracasados, pero todos sirven para obtener conclusiones respecto de cómo enfocar el fin de una guerra interna a través de negociaciones.

La segunda sección trata sobre la guerra internacional. Enfrentó Colombia no menos de cinco incidentes con Ecuador en el siglo XIX. Uno de ellos, el ocurrido en 1863, puede ser catalogado propiamente como guerra. Con Perú tuvimos una guerra cuando formábamos parte de la Gran Colombia y otra entre 1932 y 1933. Y, finalmente, en 1950 Colombia hizo parte de una fuerza multinacional de Naciones Unidas en Corea, la primera acción de uso de fuerza de esta organización. Se examina también en esta sección el contexto americano de la guerra entre naciones, las concepciones jurídicas y políticas de la guerra, los debates sobre la no intervención en asuntos internos de otros Estados y el marco jurídico internacional sobre el uso de la fuerza. También se refiere a una modalidad de guerra que prevaleció en el último medio siglo en el mundo y en el continente: la Guerra Fría y sus consecuencias.

En Colombia, que vive una guerra y ha tenido muchas en su historia, es importante tratar la guerra como un fenómeno social y político, no solo por conocer la guerra misma, porque su mejor conocimiento es una contribución para entender su prevención que, en otras palabras, no es más que la paz, la cual requiere de tantos planes, preparativos, estudios y análisis como la guerra misma. Sin conocer la guerra, sus causas, sus motivaciones, su desarrollo y su evolución, sería puramente casual poder construir una paz estable y duradera.

LA GUERRA CONTEMPORÁNEA

Los conflictos más visibles en nuestros tiempos a primera vista parecieran tener patrones distintos de los conflictos más usuales. El atentado en París contra los caricaturistas del semanario Charlie Hebdo, que dejó 12 muertos y 17 heridos, por supuesto que es un acto terrorista y en eso no se sale del patrón. Lo que es atípico es el contexto de la agresión. No se trata aparentemente de un conflicto por el poder, ni de uno territorial, no fue tampoco di

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