Brisingr (Saga El Legado 3)

Christopher Paolini

Fragmento

Sinopsis de Eragon y de Eldest ragon —un granjero de quince años— va caminando por una cadena de montañas conocida como las Vertebradas cuando, de pronto, se encuentra con una piedra pulida de color azul. Eragon se lleva la piedra a la granja donde vive con su tío, Garrow, y su primo, Roran, a las afueras del pueblecito de Carvahall. Garrow y su difunta esposa, Marian, han criado a Eragon. Del padre del chico no se sabe nada; su madre, Selena, era la hermana de Garrow y no se la ha vuelto a ver desde el nacimiento de Eragon.

Días después, la piedra se abre: de su interior sale una cría de dragón. Cuando Eragon la toca, le aparece una marca en la palma de la mano y se crea un vínculo inquebrantable entre la mente de ambos, lo que convierte al chico en uno de los legendarios Jinetes de Dragón. Llama a su dragón Saphira, en recuerdo de un dragón que mencionaba el cuentacuentos del pueblo.

Los Jinetes de Dragón fueron creados miles de años antes, tras la devastadora guerra entre elfos y dragones, con el fin de evitar que las dos razas volvieran a luchar entre sí. Los Jinetes se convirtieron en guardianes de la paz, educadores, sanadores, filósofos naturales e insuperables hechiceros, ya que el estar vinculados a un dragón les daba el poder de efectuar hechizos. Bajo su guía y su protección, la Tierra vivió una edad dorada.

Al llegar los humanos a Alagaësia, se les incorporó a esta orden de élite. Tras muchos años de paz, los belicosos úrgalos mataron al dragón de un joven Jinete humano llamado Galbatorix. La pérdida le hizo enloquecer; cuando sus ancianos se negaron a conseguirle un nuevo dragón, Galbatorix se propuso acabar con los Jinetes.

Robó otro dragón, al que llamó Shruikan, y le obligó a servirle tras recurrir a la magia negra. Luego consiguió reunir a un grupo de trece traidores: los Apóstatas. Con ayuda de estos crueles seguidores, Galbatorix atacó a los Jinetes; mató a su líder, Vrael, y se autopro

E

christopher paolini clamó rey de Alagaësia. Sus campañas obligaron a los elfos a retirarse a su bosque de pinos y a los enanos a ocultarse en sus túneles y cuevas, y desde entonces ninguna de estas dos razas se atreve a salir de sus guaridas secretas. La situación de tablas entre Galbatorix y las otras razas se ha prolongado cien años, tiempo durante el cual los Apóstatas han ido muriendo por diversas causas. Eragon se encuentra de pronto implicado en esta tensa situación política.

Varios meses después de que Saphira saliera del cascarón, dos extraños de aire siniestro y con aspecto de escarabajo, los Ra’zac, llegan a Carvahall, en busca de la piedra que en realidad era el huevo de Saphira. Eragon y su dragón consiguen escapar de ellos, pero no pueden evitar que destruyan la casa de Eragon y maten a Garrow.

Eragon jura encontrar y matar a los Ra’zac. Cuando se dispone a dejar Carvahall, Brom, el cuentacuentos, que sabe de la existencia de Saphira, se ofrece a acompañarle. Le entrega a Eragon una espada roja de Jinete de Dragón, Zar’roc, aunque se niega a decirle cómo la ha conseguido.

El chico aprende mucho de Brom durante sus viajes, entre otras cosas cómo luchar con la espada y cómo usar la magia. Cuando pierden el rastro de los Ra’zac se dirigen al puerto de Teirm y van a ver a Jeod, viejo amigo de Brom, del que éste dice que podría ayudarlos a localizar la guarida de los Ra’zac. En Teirm se enteran de que éstos viven en algún lugar próximo a la ciudad de Dras-Leona. Por otra parte, una curandera, Angela, le lee el futuro a Eragon, y su compañero, el hombre gato Solembum, le da dos curiosos consejos.

De camino a Dras-Leona, Brom le revela que es miembro de los vardenos, un grupo rebelde que lucha por derrocar a Galbatorix, y que estaba oculto en Carvahall a la espera de que apareciera un nuevo Jinete de Dragón. Veinte años antes, Brom había participado en el robo del huevo de Saphira de manos de Galbatorix, acción en la que había matado a Morzan, primero y último de los Apóstatas. Sólo existen otros dos huevos de dragón, y ambos están en posesión de Galbatorix.

En Dras-Leona se encuentran con los Ra’zac, que hieren mortalmente a Brom mientras éste protege a Eragon. Un joven misterioso llamado Murtagh ahuyenta a los Ra’zac. Agonizante, Brom confiesa que él en su tiempo también fue Jinete y que su dragón, muerto en combate, también se llamaba Saphira.

Eragon y Saphira deciden unirse a los vardenos, pero el chico es capturado en la ciudad de Gil’ead y conducido ante Durza, un malvado y poderoso Sombra al servicio de Galbatorix. Con la ayuda de brisingr

Murtagh, Eragon consigue escapar de la prisión, llevándose consigo a la elfa Arya, otra prisionera de Durza y que es embajadora ante los vardenos. Arya ha sido envenenada y necesita tratamiento médico.

Perseguidos por un contingente de úrgalos, los cuatro se dirigen a toda prisa hacia el cuartel general de los vardenos, en las enormes montañas Beor, de más de 15.000 metros de altura. Las circunstancias obligan a Murtagh —que no quiere unirse a los vardenos— a revelar que es hijo de Morzan. Murtagh, no obstante, reniega de la maldad de su padre muerto; si ha viajado a la corte de Galbatorix era para buscar su propio destino. Le cuenta a Eragon que en otro tiempo la espada Zar’roc perteneció al padre de Murtagh. Momentos antes de sucumbir ante el aplastante ataque de los úrgalos, Eragon y sus amigos son rescatados por los vardenos, que viven en Farthen Dûr, una montaña hueca en la que también se encuentra la capital de los enanos, Tronjheim. Una vez en su interior, Eragon conoce al rey de los enanos, Hrothgar, y a la hija de Ajihad, Nasuada, y es puesto a prueba por los Gemelos, dos desagradables magos al servicio de Ajihad. Eragon y Saphira también bendicen a un bebé huérfano de los vardenos. Por otro lado, los médicos curan a Arya del envenenamiento.

La tranquilidad de Eragon se ve interrumpida con las noticias de que un ejército de úrgalos se acerca por debajo, usando los túneles de los enanos. En la batalla que sigue, Eragon se ve apartado de Saphira y obligado a luchar contra Durza en solitario. Durza, mucho más fuerte que cualquier humano, derrota sin problemas a Eragon: le raja la espalda desde el hombro hasta la cadera. En ese momento, Saphira y Arya atraviesan el techo de la sala —un zafiro estrellado de veinte metros— distrayendo lo suficiente a Durza para que a Eragon le dé tiempo a apuñalarle en el corazón. Liberados de los conjuros de Durza que los tenían sometidos, los úrgalos retroceden.

Mientras Eragon yace inconsciente tras la batalla, un ser que se identifica como Togira Ikonoka, «el Lisiado que está Ileso», comunica con él telepáticamente y le apremia a que vaya a encontrarse con él en Ellesméra, la capital de los elfos, para recibir instrucción.

Al despertar, Eragon tiene una enorme cicatriz en la espalda. Decepcionado, se da cuenta de que ha conseguido acabar con Durza por pura suerte, y que necesita desesperadamente un mayor aprendizaje. Al final del primer libro, decide que irá en busca de ese tal Togira Ikonoka y aprenderá de él.

¡

christopher paolini

Eldest empieza tres días después de que Eragon matara a Durza. Los vardenos se están recuperando de la batalla de Farthen Dûr, y Ajihad, Murtagh y los Gemelos han estado dando caza a los úrgalos que han escapado por los túneles situados bajo Farthen Dûr tras la batalla. En un ataque sorpresa por parte de un grupo de úrgalos, Ajihad muere y Murtagh y los Gemelos desaparecen. El consejo de ancianos de los vardenos nombra a Nasuada como sucesora de su padre y nueva líder de los vardenos; Eragon le jura fidelidad y vasallaje.

Eragon y Saphira d

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