Sólo un beso. Poemas de amor y erotismo

César Arístides

Fragmento

Título

UN BESO PARA SALVARSE DEL ABISMO

El mundo enfermo puede caer en pedazos, la existencia parece no tener salvación, es mucho el dolor, es una daga la angustia; los días extienden —pese a la luz solar, los árboles risueños y las baladas de los pájaros— su luminosa tristeza porque el ser humano no tiene el licor que alivie sus penas en la soledad, en el abandono o en el encierro, no tiene la promesa de un beso… sí, sólo un beso, de amor y de embeleso, un beso terso o perverso para darle vida a las pasiones, luz al corazón, el fuego erótico del cuerpo.

Un beso para despertar al amor y decirle a la penumbra que estamos vivos. Después… una caricia, las manos desesperadas, los torsos que se hacen una sola flama; mordidas y gemidos, alabanzas y latidos… el universo es otro por el amor, por sus argucias, moléculas y savias; es la esencia potente que alivia a mujeres y hombres de su desolación, pues amor y erotismo cubren sus días oscuros, dibujan en sus cuerpos el recuerdo de aquellos labios, la entrada ardiente al paraíso. Sin las vibraciones del amor los parajes del pensamiento son sombríos, sin la energía amorosa las almas levitan en el abismo; con su rabia dulce el amor, el goce, la voluptuosidad, funden las miradas y los brazos, la piel se vuelve un himno de fulgores y de dicha.

El propósito de este libro es reunir una serie de poemas apasionados, candentes, sensitivos, sibaritas, abrasivos, reflexivos, nostálgicos… en torno al amor y los secretos que encierra, la idea es desmenuzar el amor para sacudir nuestro espíritu: los poemas son besos, caricias, súplicas, invocaciones; también son un alcohol delicado, una caricia inolvidable que recorre la piel para escribir deseo. También hay poemas en busca del amor y del amante, composiciones que hablan de un amor lejano y siempre prendido, de la evocación de esa piel que nos iluminaba, de esos labios necesarios o de esas lágrimas nacidas en el vientre seco del abandono; la idea es amar y desarmar, soñar, añorar el juego de fuego, el alma sin calma, la ternura en la tersura, hacer con las palabras el amor y consumirse en sus misterios.

La antología comparte poemas donde el amor y sus requiebros derivan en bromas y burlas, amor travieso en versos lujuriosos; poemas místicos donde la idea del ser superior también es un deseo del cuerpo, un ideal sagrado que afiebra nuestros sueños; poemas lésbicos, homosexuales, fulgurantes o melancólicos, suplicantes o ardientes; rescates literarios de poetas desconocidos, heterónimos, poetas antiguos y voces frescas, insolentes, sutiles de la nueva poesía hispanoamericana.

Se incluyen en esta antología poetas mexicanos, españoles, argentinos, colombianos, dominicanos, puertorriqueños, venezolanos, cubanos… composiciones que abarcan la Edad Media, los Siglos de Oro, el romanticismo, el modernismo, poesía de vanguardia y poesía contemporánea. Hay poemas sobre el acto amoroso, sobre las caricias y el vocablo de la piel, poemas donde el amante extraña la complicidad, donde la mujer sueña con su sombra erótica, donde quienes se besan aguardan el nuevo encuentro, poemas amorosos de abandonados, de viajeros, de amantes vivos sólo por el recuerdo, poemas para lamer, beber, morder, rasgar, llorar al amor, rabiar al amor, desafiarlo desde nuestra soledad.

Versos de Gutierre de Cetina, Góngora, Quevedo, Lope de Vega, Sor Juana Inés de la Cruz, Campoamor, Núñez de Arce, Bécquer, Espronceda, el duque de Rivas, Carolina Coronado, Rosalía de Castro, Amado Nervo, Salvador Díaz Mirón, José Asunción Silva, Rubén Darío, Antonio Machado, Efraín Huerta, Eduardo Lizalde, José Luis Rivas, Antonio Deltoro, Francisco Hernández, Elsa Cross, Coral Bracho, María Baranda, Salvador Alanís, Minerva Margarita Villarreal, Ricardo Muñoz Munguía y muchos más, hacen de Sólo un beso, una celebración del amor, un festejo literario donde se brinda por los placeres, los vinos del cuerpo, la lumbre erótica de la mujer y el hombre entrelazados, el amor desenfrenado y su locura.

El tema del amor es muy socorrido entre los poetas y, sin duda, hay poemas célebres, inolvidables. Consciente de esta realidad ofrezco otros poemas de gran calidad y resolución para invitar al lector al encuentro con otras voces o celebraciones. Cuando el idioma español presentó algunas dificultades para su comprensión, recurrí a versiones más ligeras sin alterar los contenidos, esto quedará demostrado en poemas iniciales de esta selección. Es indudable que faltan poetas célebres, sobre todo del siglo XX; por cuestiones de derechos de autor no podemos convocar a muchos autores que han dedicado versos ardorosos al amor y sus avatares. En defensa de esta antología, compartimos poemas desconocidos, raros, festivos, sarcásticos, densos, novísimos y, en muchos casos, composiciones poco atendidas de autores famosos que dejarán en el lector una impresión agradable.

Gracias a mis amigos y editores Enrique Calderón y Eduardo Flores por el apoyo y el entusiasmo para que este divertimento sensual sea un libro. Gracias a Melissa Campos por el cuidado editorial. Gracias a los amigos poetas, siempre generosos al compartir sus versos, quienes con sólo una llamada telefónica, un mensaje o un correo electrónico aceptaron la publicación de sus poemas. Gracias a la siempre dispuesta y luminosa Céline Ramos por su ayuda en el trabajo editorial, sus lecturas y recomendaciones: Celincita, este libro y mi amor son para ti.

Sólo un beso está dedicado a Xanthe Holloway, por nuestro amor constante más allá de la muerte; a Esilda Anayansi Ramos Trujillo, Javier Ángel Antonio, Ludmila Elvira Escobar Ramos, Juan Ignacio y Ana Patricia Ramos Salgado, Iván Montes Gutiérrez, Karla Margarita y Juan Manuel Hernández Ramos, Aldo Fabián Ramos Guerrero y César Damián Arellano Zúñiga: todos, un gran corazón en mi vida. Deseo que quienes se acerquen a estas páginas gocen, se entristezcan, sonrían, añoren o disfruten el amor, como lo hice al juntar estos poemas. El libro es una invitación desde la intimidad, el encierro o el campo para convocar al amor con un verso, una palabra o sólo un beso.

César Arístides
18 de octubre de 2021, día de san Lucas Evangelista

Título

POR AMORES E LOORES DE UNA SEÑORA*

Alfonso Álvarez de Villasandino (España, 1380-1457)

Visso enamoroso,

duélete de mí,

pues vivo pensoso

desseando a ti.

La tu fermosura

me puso en prisión;

por la cual ventura

del mi coraçón

no

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