MaquillaT

Fragmento

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Edición en formato digital: julio de 2020© 2020, Natalia Belda © 2020, Penguin Random House Grupo Editorial, S. A. U.Travessera de Gràcia, 47-49. 08021 BarcelonaDiseño y maquetación: María García SalmerónPenguin Random House Grupo Editorial apoya la protección del copyright.Elcopyrightestimula la creatividad, defiende la diversidad en el ámbito de las ideas y el conocimiento, promueve la libre expresión y favorece una cultura viva. Gracias por comprar una edición autorizada de este libro y por respetar las leyes del copyrightal no reproducir ni distribuir ninguna parte de esta obra por ningún medio sin permiso. Al hacerlo está respaldando a los autores y permitiendo que PRHGE continúe publicando libros para todos los lectores. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, http://www.cedro.org) si necesita reproducir algún fragmento de esta obra.ISBN: 978-84-035-1804-9Composición digital: Newcomlab S.L.L.www.megustaleer.com
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A mi tía Carmen, que sacó de mí una sensibilidad especial para potenciar la belleza de las personas e hizo que sintiera una pasión enorme por el mundo del maquillaje.A todos los que estáis siguiendo y apoyando mi trabajo.
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Índice
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Pr
ó
l
og
o
/10/
Intr
oducción
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M
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e
rial
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La
cla
v
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30/
Corr
ect
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P
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et
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Cont
ourin
g
/72/
Cejas
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Los ojos
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90/
Las pestañas
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Boca
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Trucos
/1
52/
Kit
ese
ncial
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Agradecimie
nt
os
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Cr
édit
os
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10MAQUILLA.T
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11PRÓLOGODesde pequeña siempre me ha encantado disfrazarme; casi siempre a mi madre se le ocu-rrían disfraces que ninguno de los demás niños entendían y tenía que ir explicándole a cada uno de mis compañeros cuál era mi temática... La ropa, accesorios y maquillaje, todo esta-ba milimetrado y estudiado, sin fisuras. Cuando me disfrazaba de chulapa en San Isidro con ese pedazo de clavel casi del mismo tamaño que mi pequeña cabeza, mi mamá cogía el estuche azul añil perlado con detalles de plata que contenía una barra color carmín y me pintaba los labios, mientras lidiaba con mis movimientos de ninja. Esa barra me la regaló mi abuela, mujer bella y coqueta, muy coqueta incluso con noventa años, siempre con la boca perfectamente pintada. Barra que me ha durado toda la vida, quizá por mi resistencia consciente a gastarla y que aún guardo en mi poder como uno de mis bienes más preciados. Recuerdo su tacto y olor, y cómo también servía para marcar el rubor de mis mejillas de bollito de seis años.Nunca he creído que uno no pueda ser lo que sueña... Simplemente porque yo lo he sido. Fui la reina Amidala de Star Warscon diez, princesa odalisca con siete, un loro con ocho años e incluso fui egipcia con cinco. Hoy con treinta y uno sigo jugando, sigo buscando quién quie-ro ser. Si me gusto con labio morado o eyelinerarcoíris, aprendo a aceptarme con la cara lavada y lucho por que los demás también lo hagan. Intento reír e inventar en esas sesiones con Natalia de ¿y qué hacemos hoy? Cuando tenemos un trabajo por delante y un millón de posibilidades que están a nuestro alcance, somos lo que queremos ser... lo que nos atre-vemos a ser. Quizá es fácil decirlo desde mi silla y un poco más complicado llevarlo a cabo, pero uno se siente bien diciendo «sí, llevo rímel azul turquesa, ¿y qué?». Quizá si empeza-mos por ese «y qué», podamos caminar sin fijarnos en cómo nos miran o en qué mascullan a nuestro alrededor. Cuando te sientas en una silla por primera vez para que te maquillen, es curioso cómo te sientes desprotegida, pequeña... Incluso sientes que esa persona que tienes delante está es-cudriñándote, observando cada milímetro de tu rostro. Entonces tu cabeza, que demasiadas veces es traicionera, vuela corriendo a cada una de las imperfecciones que firmemente crees que tienes, y casi como un acto reflejo desearías tapar tu rostro desnudo para protegerte. Pero no, la realidad es que esa persona que tienes delante solo busca tu lado bueno; admira cada rincón y lo trata como oro. Te observa, cuida y mima y crea la mejor versión de ti. Es un proceso de rendición y confianza, incluso, una vez acabado, de aceptación de que tú también eres esa. Honestamente creo que ni mejor ni peor que antes, pero es que esa ¡también eres tú! Todas esas caras eres tú, eres la versión fiesta y la versión domingo por la mañana. La de purpurina o la de hoy no me quito mis gafas de sol XL.Qué gran fortuna haber podido viajar a través de mí con la ayuda de tus manos Natalia. De haberme podido conocer y aceptar; de haberme podido transformar y jugar.Ay, rata... mi rata. Silenciosa y con manos de oro. Gracias por compartir con nosotros en estas páginas unpoquito de tu sueño hecho realidad: ser maquilladora. Y, después de la transformación experimentada tras pasar por tus manos, acompañar la mirada de miles de personas como yo en ese: wow, que ocurre al verte en el espejo. Aún nos queda mucho, nos quedan muchaschulapas, princesas, señoras egipcias... Me queda mucha Blanca que inves-tigar y, después de doce años haciéndolo contigo, quería proponerte algo: ¿qué tal si juga-mos un rato más? Venga, saca la purpurina que continuamos...BLANCA SUÁREZ Alias «Mi Pequeño Pony»
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12MAQUILLA.T
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atalia
Bel
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MAQUILLADORAPROFESIONAL
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13INTRODUCCIÓN
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