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Tu potencial magnético

Rochelle Fox

Fragmento

Índice

Índice

Introducción

PARTE 1:
El universo magnético

1. Hay más

2. Causa y efecto

3. Frecuencia y vibración

PARTE 2:
La mente magnética

4. La mente subconsciente

5. Influencias subconscientes

6. Cambiar los patrones

7. Conciencia

8. Imaginación

9. El filtro magnético

10. El sistema nervioso

11. La mentalidad magnética

12. Tu autoconcepto

13. Emociones

14. Tu historia magnética

PARTE 3:
La fórmula magnética

15. Decidir

16. Alinear

17. Rendirse

18. Personificar

PARTE 4:
Manifestar desde el ahora

19. El momento presente

20. No es lo que piensas

21. Cómo meditar

22. Las trampas de la mente

PARTE 5:
Cómo utilizar tu mente magnética

23. Cómo atraer el amor

24. Cómo atraer la felicidad

25. Cómo atraer el dinero

26. Cómo atraer la salud

El final

Agradecimientos

Notas

Sobre este libro

Sobre la autora

Créditos

Introducción

No todos consiguen lo que desean, porque no todo el mundo conoce los secretos de la mente subconsciente. ¿Te imaginas pasar toda la vida pensando que no tenías poder, solo para darte cuenta de que siempre fuiste tú quien lo planeó todo?

Imagina lo que sería posible si dejaras atrás tus limitaciones percibidas y liberaras tu verdadero potencial.

¿Cómo se transformaría tu vida?

¿En quién te convertirías?

La verdad es: puedes ser quien tú quieras ser. A pesar de lo que te hayan dicho o de lo que creas, no estás estancado, roto o agobiado para siempre por el bagaje de tu pasado. Eres, y siempre has sido, magnético y poderoso más allá de las palabras. Pero tal vez todavía no lo creas.

Quizá no lo sabes, pero ya eres digno y capaz de cumplir los deseos de tu corazón, porque si algo está en tu corazón y en tu mente, está ahí por una razón.

Tus sueños no son pensamientos tontos ni sin sentido, son vistas previas de biografías potenciales y disponibles para ti… posibilidades en espera de que las personifiques y te transformes en quien estás destinado a ser.

La pregunta es: ¿cómo llegar ahí?

¿Cómo pasar de donde estás a donde deseas estar?

Este libro te dará las respuestas que buscas.

La mente consciente y la mente subconsciente

Según el profesor de Harvard Gerald Zaltman, 95 por ciento de todos los comportamientos, decisiones y pensamientos ocurren de forma inconsciente, impulsados por programas bajo nuestra conciencia, mientras que solo cinco por ciento de nuestra actividad mental es consciente.1 Aunque el término “sub” en “subconsciente” puede hacer que suene menos importante, esa parte de ti en verdad tiene la clave para desbloquear tus poderes magnéticos internos.

En la vida, no logras lo que deseas de manera consciente; te alineas con lo que crees de forma subconsiente.

En otras palabras, te convertirás en lo que crees en tu mente subconsciente.

¿Te pasa esto?

  • ¿Ves a otras personas con menos talento que tú obteniendo lo que deseas?
  • ¿Sientes que estás destinado a más, pero no sabes cómo lograrlo?
  • ¿Has oído hablar del poder de la mente subconsciente, pero no estás seguro de cómo funciona?
  • ¿La idea de manifestar te parece delirante porque todavía no te ha funcionado?
  • ¿Sientes que tu vida es limitada, monótona o sin inspiración?
  • ¿Te encuentras sobrepensando, preocupándote y creyendo en la voz negativa dentro de tu cabeza?
  • ¿Tienes sueños que llegan hasta el cielo, pero sientes que los miedos te bloquean y te frenan?
  • ¿Estás clamando por más, listo para el cambio, tratando de encontrar el siguiente paso?

Si algo de eso te suena familiar, déjame asegurarte: no estás solo. Yo pasé por eso.

Permíteme presentarme

Mi nombre es Rochelle y soy maestra de meditación y desarrollo personal. A través de las enseñanzas que compartiré en este libro, pude transformarme de alguien que se identificaba como una chica con problemas mentales y trastorno de estrés postraumático, que luchaba contra la depresión, la ansiedad paralizante y un trastorno alimentario, a una mujer que ya no solo sobrevive, sino que de verdad prospera. Durante la última década, me he dedicado a transmitir la sabiduría y las herramientas que me sacaron de la oscuridad. A través de los programas de mi empresa Mindspo, mi app y retiros, he guiado a miles de personas a encontrar su luz y a liberar el poder de su mente. Deseo que sepas una cosa sobre mí: soy una animadora del éxito de otras personas. En serio, anhelo que triunfes en la vida y estoy aquí para ayudarte a lograrlo. Juntos, en este libro, descubriremos los secretos de tu mente subconsciente.

En este libro aprenderás:

  • Qué es la mente subconsciente y cómo reprogramarla para crear los resultados que deseas obtener en la vida.
  • Una comprensión de las leyes universales que transformarán tu manera de ver la realidad.
  • Un proceso de manifestación simple en cuatro partes que puedes aplicar a tu vida.
  • Una clase magistral de meditación sin rodeos que te enseñará cómo despejar el ruido de tu cabeza, desbloquear la paz interior y vivir con una presencia magnética.
  • Las mentalidades exactas y necesarias para prepararte para triunfar en la vida.
  • El poder de la identidad y cómo crear una película de visualización que te impulse hacia un futuro mejor, más alineado y consciente.
  • Formas prácticas y cotidianas de usar tu mente magnética para atraer amor, dinero, salud, felicidad y éxito en la vida.
  • Por último, una comprensión profunda de lo que te mantiene atrapado y un conjunto de herramientas de pasos prácticos, conocimientos y sabiduría que puedes usar para salir del estancamiento.

Existen muchos libros disponibles sobre el desarrollo personal, la manifestación y cómo hacer tus sueños realidad. Pero la mayoría carecen de los detalles necesarios para ayudarte a comprender el “código fuente” de la creación, también conocido como tu mente subconsciente.

Tienes la sabiduría dentro de ti para resolver tus problemas, ser tu héroe y empoderarte para hacer cambios duraderos.

Creo que tú eres la persona que has estado buscando y este libro está diseñado para ayudarte a conocerte (y, a partir de ese conocimiento, crear la persona en la que deseas convertirte).

A medida que tomes las enseñanzas de este libro y las apliques en tu vida, desafíate para cambiar tu identidad de alguien que está “tratando” de manifestarse y, en cambio, dar el paso hacia convertirte en un manifestador personificado por completo.

Considera estas páginas como el mapa que señala el camino hacia el desarrollo más elevado de tu vida.

El camino exacto que tomes depende de ti.

Tú eres el creador.

Tú eres magnético.

Mi historia magnética

Me gustaría decir que mi despertar espiritual fue una especie de aventura tipo comer-rezar-amar, pero la realidad está muy lejos de eso. No conocí a Dios en un ashram indio, no hubo pasta en Italia y, en definitiva, no tuve una aventura amorosa con un chico en Bali. Fue mucho más básico que eso. La verdad, la mayoría de las señales que nos hacen despertar son básicas, a pesar de lo que muestran nuestras películas favoritas.

Mi despertar espiritual ocurrió en el puf de tres plazas de mi novio que también era su lugar favorito para fumar marihuana y que yo había recuperado como mi nuevo espacio para desconectarme y mirar la pared. En retrospectiva, si me hubieras dicho que ese puf gigante y esponjoso (que ocupaba la mayor parte de nuestro estudio de 25 metros cuadrados) se convertiría en el lugar donde aprovecharía mis poderes magnéticos internos, habría pensado que estabas tan drogado como él solía estar.

Era 2012 y me estaba quedando sin opciones para “componerme”. Los medicamentos que me recetó el doctor reaccionaron mal con un suplemento natural que ya tomaba… y me provocaron un episodio psicótico que casi me hizo saltar por la ventana de un tercer piso en Kings Cross, Sídney.

Hablar con mi terapeuta cognitivo conductual tampoco ayudaba… de manera dolorosa atravesábamos las profundidades de mi complejo pasado traumático.

Además, los hongos que investigué como tratamiento holístico y, luego, ordené en microdosis en la dark web nunca llegaron… y mis terrores nocturnos diarios y ataques de pánico semanales no mostraban señales de disminuir.

Ah, y para colmo, mis atracones se convirtieron en una verdadera bulimia, por lo que mirar de forma fija mi reflejo de porcelana se convirtió en un ritual diario. Durante el día, me distraía con las redes sociales, televisión y películas; por la noche, dulces, helados, chocolate y cualquier otro alimento cargado de azúcar que estimulara el placer y satisficiera mi ciclo de atracones y purgas.

Según mi definición: era un desastre. Hasta ese momento, lo había intentado todo sin ningún avance y, aunque el diagnóstico de trastorno de estrés postraumático por parte de mi terapeuta me dio esperanza porque podía definir mis problemas, la etiqueta “TEPT” se estaba volviendo cada vez más pesada.

Una noche, mi novio Chris llegó a casa con otro remedio para explorar, uno que nunca hubiera esperado escuchar de un racionalista devoto y ateo como él. Meditación.

“¿Meditación?”, dije con un claro tono de duda en mi voz. En aquel momento, como la mayoría de las personas, estaba convencida de que la meditación solo era una cosa hippie “mística” y me preguntaba si su adicción al cannabis no se le habría subido a la cabeza para siempre. Claro, la respuesta a mis problemas no iba a venir de un ritual oriental marginal (eso pensaba en aquella época).

Descarté la idea y traté de cambiar de tema, pero él insistió y me explicó que la idea no era suya, sino de un amigo en común, Julian. Ese día, había pasado un tiempo con él y, al compartir las últimas noticias de nuestras luchas, sugirió que la meditación era una vía porque había escuchado que los soldados la estaban usando para superar los pensamientos suicidas del trastorno de estrés postraumático, relacionado con el combate.

Conocer la fuente de la sugerencia me llamó la atención porque Julian es una de esas personas que tiene una sabiduría que va más allá de su edad y siempre vale la pena escuchar sus consejos. Entonces, detuve mi escepticismo y decidí probarlo.

Días después, tras otro ciclo de atracones y purgas, estaba otra vez en el puf a punto de desconectarme y ver algunos videos de YouTube. En ese momento pensé “al diablo, voy a explorar esa cosa”, así que escribí algo como “Meditación para soldados con TEPT” en la barra de búsqueda. Fue entonces cuando encontré un video que cambiaría el curso de mi vida para siempre.

El clip mostraba a un enorme soldado del ejército estadounidense, hablando en una especie de evento sobre, lo adivinaste, meditación. Jamás habría pensado que un tipo como él meditaba. Era alto, ancho y estaba condecorado con varias medallas del ejército.

En el video, habló de cómo había perdido a su amigo y hermano de armas por suicidio tras regresar a casa después de la guerra. El dolor en su voz me atravesó porque el suicidio era algo que yo había planeado muchas veces, y lo último que cualquier suicida quiere oír es la realidad de cómo esa decisión afecta a las personas que dejas atrás.

Luego compartió que él también quiso terminar con su vida, hasta que encontró… sip, la meditación.

Me conmovió mucho el coraje, la vulnerabilidad y la fuerza de ese hombre, no porque hubiera estado en la guerra o porque fuera enorme, sino porque hablaba de su salud mental y demonios internos (que también eran los míos) de forma pública y sin filtros.

Recuerdo que pensé: “Si puede funcionar para este tipo, entonces tal vez pueda funcionar para mí”. En ese momento decidí intentarlo. Si estaba dispuesta a comprar hongos psicodélicos en internet, estaba dispuesta a probar cualquier cosa. Poco después de descubrir ese video, encontré un estudio de meditación de buena reputación en Sídney y me inscribí en un curso de tres días. Ahí me dieron mi mantra: me explicaron que era un “sonido mental” que sería mi vehículo para practicar la meditación y, en última instancia, mi camino hacia la paz interior.

Todo parecía muy extraño y estaba fuera de mi zona de confort. Mi mente estaba escéptica y llena de autosabotaje, pero también tenía un atisbo de esperanza.

Semanas más tarde, ahí estaba de nuevo, sentada en el puf con los ojos cerrados, pero esta vez repitiendo el mantra dentro de mi cabeza. Y entonces… de la nada, hubo un momento de silencio. Una sensación de calma y serenidad dentro de mi mente que no se parecía a nada de lo que había experimentado antes. Se mantuvo durante unos momentos y luego llegó una voz (pero no la voz habitual que me estaba destrozando), una voz más sabia, más inteligente, una voz que no usaba palabras. Fue más como un “saber”, una sensación de conciencia, una comprensión de que “yo no soy mis pensamientos. Los pensamientos solo son cosas, y solo porque pienso algo, no lo hace verdad. Espera, ¿estoy pensando de nuevo? ¿Qué significa eso? ¿Quién o qué fue ese…?”

Regresa al mantra.

“¡Espera! ¡A la mierda con el mantra! Hay algo aquí… Si puedo observar mis pensamientos, entonces… ¿quién está observando? Si puedo observar la voz dentro de mi cabeza, entonces significa que… ¡Yo no soy la voz dentro de mi cabeza!”

En un instante, el hechizo se rompió. Estaba más allá de mis pensamientos.

A partir de esa meditación, la vida nunca volvió a ser la misma. Continué con la práctica y, poco a poco, empezaron a suceder grandes cambios. La ansiedad, la depresión, los terrores nocturnos y los ataques de pánico que plagaron mi vida durante años comenzaron a desvanecerse, dando paso a una nueva forma de ser.

Empecé a vivir, en vez de solo existir. Las reacciones emocionales inconscientes en cadena y el sobrepensamiento que solían conformar mi experiencia cotidiana ahora estaban a la luz, para que mi conciencia los observara. Empecé a notar una brecha, un pequeño retraso entre mis pensamientos y mis emociones, y finalmente las acciones que realizaría. Aunque la mente seguía recibiendo pensamientos todo el día, no necesitaba tomármelos tan en serio. Podía elegir qué pensamientos aceptar y cuáles dejar pasar.

Con esta mayor conciencia surgieron nuevas opciones. Elegí la curiosidad en lugar del juicio, el amor en lugar del miedo, el optimismo en lugar del pesimismo y la expansión en lugar de la contracción. Mi mente se abrió y comencé a devorar libros de desarrollo personal, documentales y material al respecto. Estaba tan asombrada por mi transformación mental que anhelaba descubrir más.

¿Es posible que todos seamos mucho más poderosos de lo que creemos? ¿Que no solo seamos víctimas de la aleatoriedad, sino que la mente sea magnética y que, al dirigir nuestros pensamientos, podamos crear nuestra realidad? Mientras me adentraba en la espiral, el tema de la manifestación seguía apareciendo. El concepto de que los pensamientos se convierten en cosas y que nuestro mundo exterior refleja el mundo interior.

Un par de años después, recuerdo de manera vívida el deseo de encontrar trabajo en la industria de la salud y el bienestar. En aquel momento, una de mis carreras profesionales era ser DJ en clubes (lo cual, aunque era divertido, empezaba a sentirse desalineado). Al conocer el poder de mi mente magnética, construí un tablero de visión que reflejaba mi yo elevado. El collage de recortes de revistas presentaba a yoguis, marcas conscientes y una imagen centrada de alguien que, según yo, había unido con éxito el mundo del entretenimiento y el bienestar: Oprah Winfrey.

Poco después, llegó un correo electrónico a mi bandeja de entrada titulado: “Una velada con Oprah”. Pensé que sería algún tipo de correo promocional para la próxima gira de Oprah por Australia, pero estaba equivocada. A medida que lo leía, me di cuenta de que era una solicitud de presupuesto para actuar en una reunión VIP con Oprah, en Melbourne. Las ideas que había implantado en mi mente magnética habían cobrado vida de manera literal, de la forma más épica y, a la vez, extrañamente inexplicable.

Semanas después, volé a Melbourne para el evento. Me sentía muy emocionada de actuar ahí, pero en mi interior ese día era uno de los más bajos. Estaba atrapada en mis pensamientos, en un ciclo de culpar a todo y a todos (menos a mí misma) por mis luchas internas.

A pesar de todo mi progreso, algunos días mi crítica interna me seguía dominando; después de todo, la sanación no siempre es un proceso lineal. Aunque mi vida parecía increíble desde afuera, en el interior todavía había trabajo subconsciente por hacer. Pasaba días en los que me sentía segura y lista para conquistar el mundo, pero también había días en los que los traumas del pasado resurgían y las cosas se complicaban.

En esos días difíciles, prefería revolcarme en la autocompasión o estar superocupada para no tener tiempo de sentir. Si surgía un sentimiento, proyectaba mi frustración y dolor en los demás (culpando a mi novio, amigos y personas del pasado por mis problemas). Me veía como una marioneta, cuyos hilos eran movidos, como si estuviera atrapada en un bucle. No sabía que el día del evento de Oprah sería el último que estaría atrapada en lo que ahora reconozco como: el círculo vicioso de la mentalidad de víctima inconsciente.

Esa noche, Oprah dio un discurso privado. Recuerdo estar de pie a metros de ella, tras la mesa de DJ, mientras decía algo que cambió mi perspectiva para siempre. Eres responsable de la energía que llevas a la sala.

Eres responsable de la energía que llevas a la sala.

Entonces me cayó el veinte. Cada uno tiene el poder personal de dirigir su energía magnética; cada uno tiene la capacidad de atraer y repeler cosas, personas y lugares como imanes. No somos víctimas del pasado; más bien, somos los creadores conscientes de nuestro futuro, tanto de forma positiva como negativa. Podemos elegir qué energía llevamos a cualquier experiencia, y la elección siempre se hace en el momento presente porque el ahora es todo lo que tenemos.

Esta revelación me llevó a una misión para descubrir el poder de la mente subconsciente, el lugar donde se instalan los programas mentales inconscientes (las historias y los patrones responsables de todo lo que vemos en la superficie manifestada de nuestras vidas). Compartir esa comprensión (de que cada uno de nosotros es mucho más poderoso de lo que cree) se convirtió en parte de mi misión… y espero que todos podamos usar ese conocimiento para impulsarnos hacia un futuro mejor, más alineado y consciente. Cuando tomas conciencia de tus programas subconscientes, puedes editar el “código fuente” que está creando tu realidad y, con eso, crear la vida de tus sueños.

“Como es arriba, es abajo, como es adentro, es afuera, como es el universo, es el alma…”

—HERMES TRIMEGISTO

¿Qué es la mente magnética?

La mente magnética es tu mente. Es la fuerza creativa de la conciencia humana que ya reside dentro de ti.

Cualquier invento que imagines empezó como un pensamiento en la mente de alguien como tú. Alguien con un sueño, una idea o una chispa de inspiración que lo impulsó a preguntarse: “¿Qué pasaría si ?”.

La mente magnética es donde viven los “qué pasaría si…” antes de que nazcan como “lo que es”.

El pensamiento es la fuerza creativa suprema capaz de transformar el mundo y convertir lo invisible en visible: la ropa que usas, las páginas que pasas, la música que escuchas y las estructuras en las que vives. La mente magnética ha logrado hazañas increíbles, desde dominar el vuelo humano hasta curar enfermedades. Ha construido ciudades que llegan más allá de las nubes, tallado esculturas maravillosas en piedra, inventado la telepatía digital en forma de dispositivos…

La mente que creó todo esto es la misma que reside dentro de ti. Ese poder está a tu disposición y puedes aprovecharlo para diseñar y construir lo que desees.

Tú creas tu propia realidad.

Tu mente no es pasiva; sus poderes siempre están en movimiento y te dirigen, ya sea de manera consciente o subconsciente.

Tu mente magnética atrae eso en lo que se enfoca tu conciencia. Pero, así como un imán tiene dos polos, la mente también repele con la misma intensidad. Para utilizar tu mente magnética para crear más de lo que deseas y menos de lo que no deseas, necesitas entender cómo funciona, en particular la relación entre la mente consciente y la subconsciente.

Eres completo, poderoso e ilimitado, tal como eres. Pero quizá aún no te des cuenta del poder de tu mente magnética. La buena noticia es que ya tienes todo lo necesario para despertar ese poder dentro de ti… y este libro te mostrará cómo.

PARTE 1 El universo magnético

1. Hay más

En este universo no todo es lo que parece. Para el ojo inexperto, la realidad que nos rodea puede parecer fija y sólida. Lo que observamos parece lógico, físico y bastante sencillo: 1 + 1 = 2.

Desde esta percepción superficial (que comparten la mayoría de las personas que no se han interesado por la física o por la búsqueda de crear su realidad) parece poco probable, si no imposible, que exista algo como la manifestación o el reino de lo espiritual.

La lente a través de la cual vemos la realidad y sus propiedades establece los límites de lo que creemos posible para nosotros. Determina hasta dónde le permitiremos volar a nuestra imaginación, antes de pensar que somos delirantes y poco realistas.

Durante mucho tiempo, la visión de la realidad se ha basado en el modelo newtoniano de física, iniciado por Isaac Newton en el siglo XVII.

Se trata de un modelo predecible, regido por leyes precisas, según el cual los objetos materiales tienen propiedades definidas y se mantienen firmes en su lugar. La realidad parece fiable y predecible en este modelo, que proporciona una base sólida sobre la cual construimos nuestra idea del mundo y la percepción de cómo puede desarrollarse nuestra vida en él. Aunque segura y sólida, esta comprensión también es muy limitada y no deja mucho espacio para la imaginación, lo místico y lo extraordinario.

Al intentar describir la naturaleza de la realidad, las escuelas de pensamiento occidentales tienden a centrarse en reducir las posibilidades a hallazgos lógicos que sean aceptados con facilidad por la mayoría. En cambio, las antiguas filosofías orientales han hablado de una realidad mucho más grandiosa durante miles de años.

Las antiguas escrituras hindúes proponen un modelo de realidad en el que la conciencia es fundamental, en el que la mente humana es mucho más que un simple observador y está conectada de manera profunda con la forma en que se desarrolla la vida. Nuestra realidad material en esos textos es maya, que significa “ilusión”, y se dice que la conciencia humana contiene el poder de influir en la realidad a través de su intención.

Un mundo como este, en el que la mente puede “influir” en la realidad a través de medios no físicos, fue considerado un pensamiento “mágico” por quienes apoyaban el modelo newtoniano de la física, es decir, hasta la introducción del modelo “cuántico” de la realidad.

“Cuida tus pensamientos, se convierten en tus palabras; cuida tus palabras, se convierten en tus acciones; cuida tus acciones, se convierten en tus hábitos; cuida tus hábitos, se convierten en tu carácter; cuida tu carácter, porque se convierte en tu destino.”

—LAO TZU

El modelo newtoniano explica gran parte del mundo que existe, mientras que el modelo cuántico de la realidad nos abre al mundo del “qué pasaría si…” y explora un universo multidimensional de potenciales y posibilidades infinitas.

El mundo cuántico no se puede entender en términos simples. Esta nueva era de la física desafía la lógica y obliga a la mente humana a expandirse hacia un lugar extraño donde no todo es lo que parece.

El extraño y maravilloso mundo de la física cuántica pone en tela de juicio el predecible modelo newtoniano de la física y pinta un panorama mucho más amplio de posibilidades.

Después de todo, vivimos en un universo donde lo micro crea lo macro, y todo lo que vemos (y no vemos) en su núcleo es solo una colección de energía.

El campo cuántico

Una de las teorías más hermosas derivadas de la exploración del mundo cuántico es la teoría cuántica de campos. En esencia, esa teoría explica la interconexión de la conciencia humana con todas las cosas.

Aunque las cuerdas pueden ser invisibles, la red universal de conexión permanece.

Durante miles de años, los textos espirituales y los gurús han proclamado que no estamos separados, sino que todos somos uno y que cada uno de nosotros desempeña un papel importante en el todo más grande.

La teoría cuántica de campos coincide con esa creencia, ya que comparte la idea de que un campo de energía invisible y unificado conecta todo y a todos. Ese campo de energía se extiende por nuestro mundo, hacia la galaxia y más

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