Título original: Before Adam
Traducción: Fernando Valera
1.ª edición: mayo, 2017
© Ediciones B, S. A., 2017
Consell de Cent, 425-427 - 08009 Barcelona (España)
Diseño de portada e interior: Donagh I Matulich
ISBN DIGITAL: 978-84-9069-775-7
Gracias por comprar este ebook.
Visita www.edicionesb.com para estar informado de novedades, noticias destacadas y próximos lanzamientos.
Síguenos en nuestras redes sociales
Maquetación ebook: emicaurina@gmail.com
Todos los derechos reservados. Bajo las sanciones establecidas en el ordenamiento jurídico, queda rigurosamente prohibida, sin autorización escrita de los titulares del copyright, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, así como la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamo públicos.
Contenido
Portadilla
Créditos
Antes de Adán
Capítulo I
Capítulo II
Capítulo III
Capítulo IV
Capítulo V
Capítulo VI
Capítulo VII
Capítulo VIII
Capítulo IX
Capítulo X
Capítulo XI
Capítulo XII
Capítulo XIII
Capítulo XIV
Capítulo XV
Capítulo XVI
Capítulo XVII
Capítulo XVIII
El casamiento de Lit-Lit
ANTES DE ADÁN
CAPÍTULO I
¡Imágenes! ¡Imágenes! ¡Imágenes! Muy a menudo, antes de averiguarlo, me he preguntado de dónde vendrían la multitud de escenas animadas que poblaban en tropel mis ensueños, porque en la vida real no había visto nunca nada semejante a las imágenes de mis sueños. Ellas torturaron mi infancia, convirtiendo mis noches en procesión de pesadillas; ellas me convencieron, poco después, de que yo era diferente de mis semejantes, criatura innatural y maldita.
Solo durante el día lograba algo de felicidad. Mis noches señalaban el comienzo del reino del terror. ¡Y qué terror! Me atrevo a afirmar que ninguno de los hombres que han hollado la tierra se vio jamás atormentado de un terror semejante y tan intenso como el mío. Porque el mío es el terror de remotísimos tiempos, el terror desenfrenado del mundo primitivo. En resumen, era el terror que imperaba, supremo, en el período que llamamos Medio-Pleistoceno.
¿Qué es lo que quiero decir? Veo que necesito explicarme antes de que pueda relataros la sustancia de mis sueños, porque, si no, nada comprenderíais de lo que yo tan bien conozco. Según voy escribiendo estas líneas, se enhiestan ante mí en vasta fantasmagoría los seres y los acontecimientos de aquel otro mundo, y comprendo que no tendrían significado alguno para vosotros.
¿Qué veríais en la amistad de Oreja Caída, en la cálida mirada de mi Dulce Alegría o en la lujuria y atavismo de Ojo Bermejo? Una incoherencia aturdidora, no más. Y una aturdidora incoherencia serían también para vosotros las gestas de los Hombres del Fuego, de los Pueblos de los Árboles y el guirigay de los ruidosos concilios de las hordas. Porque ignoráis la paz de las cuevas frías de los peñascales y los círculos que se formaban en los abrevaderos al caer del día. No habéis sentido nunca la mordedura del viento matinal en las copas de los árboles, ni es dulce a vuestro paladar el sabor de las cortezas tempranas de los troncos.
Me atrevo a decir que será lo mejor que os lleguéis a esta historia, como yo mismo lo hice, a través de mi infancia. Cuando niño, era yo muy semejante a los demás niños, en mis horas de vigilia. En mis sueños, es donde estaba la diferencia. Mis sueños, hasta donde llegan mis más lejanos recuerdos, eran períodos de terror. Raramente los coloreaba la felicidad. Casi siempre eran un entretej