Horóscopo chino 2025

Fragmento

Horóscopo chino 2025

DEDICATORIA

A las serpientes, símbolo siempre presente en las culturas antiguas, en las creencias de civilizaciones que nos dejaron su legado y que siguen siendo el portal de la sabiduría cósmica.

Y a las serpientes del zodíaco chino, con admiración y respeto.

A LAS SERPIENTES DE MADERA

En el TAI SUI, año celestial, en el que tendrán el satori (la iluminación) y cambiarán la piel.

Pietro Sorba

Majo Guitart

Gabriela Arias Uriburu

Diego Linares

Paula Rovarella

María Belén Martínez

A LAS SERPIENTES DE FUEGO

Eduardo Siutti Squirru

Marta Estrada

Victoria Taley

Mara Silvina Barbona

A LAS SERPIENTES DE TIERRA

Giovanna Celorio

Marina Tschiffely

A LAS SERPIENTES DE METAL

Carlos Perciavalle

Antonio Gasalla

Alfonsina Sinat

Martha Pelloni

A LAS SERPIENTES DE AGUA

María José Sáenz

Zoilo Canton

Laura Giménez Dixon

Hoby De Fino, Ludovica y Eduardo Siutti Squirru, Círculo Italiano, 2000.

PRÓLOGO 2025

Otra gira.

Sin viajes, dentro mío.

Placas tectónicas sacudiendo el magma.

Sequía inédita en nuestras almas

depurándose de milenios de abundancia

y humanos famélicos de poder.

Observar, sentir que como dice Buda

“todo movimiento es una imperfección”.

Refundada en mi reino serrano

elegí postergar la gira finalizando el año del conejo

rumbo al benéfico dragón de madera.

El planeta sigue girando, con Tánatos de anfitrión en cada

rincón agazapado.

Cultivé la semilla invisible que está madurando

con paciencia, conciencia y gratitud

para mí y para ustedes, los invisibles guías de nuestra

evolución en la rueda del Samsara.

L. S. D.

Semana de turismo argentino que incluye Semana Santa.

Los planetas se alinearon para que mi cansancio de fin de año, estrés electoral y ansiedad por los resultados del nuevo gobierno, la alienación y el desamparo en el país y en el mundo me susurraran que postergara la gira a México y a Miami para fechas más favorables.

Uruguay fue el país elegido para comenzar el año del dragón. La mayoría de la gente con la que hablaba y la que me escribe me rogaba que llegara muy pronto.

Chau, conejo de agua, que cambiaste la historia o definiste la geopolítica del planeta para este siglo.

La gran diferencia con otros veranos, no muy lejanos, es la sequía de ocho meses en la zona, no tanto porque no aparecieran en el cielo tormentas necesarias, sino por el nuevo imperio de productores de vid, arándanos, papas y forraje para animales, que ahuyentan las lluvias con disparos sofisticados en el resto del valle, para su beneficio.

Es un acto criminal.

Hay denuncias, asambleas, cartas que quedan en el limbo.

Algunos creen que en la Argentina nunca se erradicará la mafia local, a pesar de que en mi perseverancia taurina creo lo contrario.

Por eso, no fue un verano de descanso: cortes de agua sin aviso todos los días para administrar la poca agua que quedaba en cisternas, arroyos. Encima, la superabundancia de cabañas con piletas estilo Hollywood, que no son afines con la comarca, a las que se sumaron cortes de luz de medio día por la “otra estafa” de no inversión de IPEC, CEMDO en décadas.

OMOMOM.

Nuevos bichos dentro y fuera de la casa con el cambio climático.

Arañas pollito desfilando orgullosas en el living, la cocina, con una presencia intimidante; alacranes, chinche molle, larvas de mosquitos, y la llegada inexorable del dengue.

Las siete plagas de Egipto reencarnadas en el siglo XXI.

Gente cercana con covid o nuevas cepas que alteran el ADN, sin estudios preventivos ni formas de atajarlas por el alto índice de pobreza, de desocupación, de existencias subhumanas que viven en estados de indigencia que los no gobiernos que padecemos hace medio siglo hundieron en el abismo.

Ayyyyyyy, mundo, nos empeñamos en acelerar tu destrucción, la de los reinos minerales, vegetales, animales, sin posibilidad de convocatoria desde el corazón.

En cada pueblo, en cada ciudad, se cuecen habas.

Lo que rescato es la sociedad civil, cada vez más empoderada, consciente de su energía, que ya no quiere que los impuestos, los aportes magros de las jubilaciones y pensiones vayan a parar a los estafadores seriales de un país que sigue luchando cuerpo a cuerpo con los sobornos, tanto materiales como morales, de mujeres, chicas, niñas y hombres y niños sacrificados para placeres, esclavitud, violaciones que siguen ocurriendo cuando miramos Netflix.

Por eso, en enero de 2024, aún año del conejo, me adapté a no invitar a gente a las cabañas por razones de no poder brindarles el descanso merecido.

Dormí más, me di chapuzones en la pelopincho; allí me di cuenta de que con un remojo de agua limpia y vista a las sierras en los atardeceres, con los pájaros cantando y las liebres saltando por mi jardín, soy feliz.

Vi lunas llenas imponentes, cada vez con más mensajes oníricos, y revelaciones que confirman mis predicciones para el año del dragón de madera.

El nuevo tiempo llegó. Y ser parte de la metamorfosis del cambio es el desafío, querido zoo.

La estadía en “Malos Aires” a fin de enero –dos meses–, con el maravilloso viaje a Uruguay para celebrar el año del dragón, una semana al lado del mar, del cariño del Argentino Hotel y su gente, junto a Ana Isabel Veny, mi colaboradora de predicciones mundiales y amiga; Adriana, Francis y Edgardo, quienes me dan apoyo pránico, Uschi de María y la amorosa gente del hotel, donde disfrutamos con Catman del jardín, de las piletas termales y de los atardeceres con vista al mar.

Son mi base emocional para continuar en el TAO.

Luego, el 10 de febrero, decidí celebrar el inicio del año del dragón de madera en los siete chakras de Zoilo Canton y sus avatares hijos, Estanislao y Justina, que nos brindaron días de lujo con calidez, discreción y onda en un paraíso imaginado por su creador, serpiente de agua, y sus espíritus.

Fue una noche mágica, con la llegada de quienes pudieron y apreciaron la lluvia bendita, señal de un año próspero y tan removedor desde la galaxia al KUNDALINI para nosotros, los humanos desconectados de nuestra misión en la tierra.

Coincidió con el cumpleaños de Catman y la despedida de Fernando, mi amigo, que estuvo acompañándome en los momentos cruciales de la vida y en los más divertidos.

El dragón te elevó, querido chancho de fuego, para que no te perdieras el festejo desde las Pléyades.

Ana, mona de tierra, con su encanto y liviandad del ser, nos transportó por los caminos clorofílicos de Uruguay en nuestra estadía.

Lo bueno, si breve, dos veces bueno.

La vida compensa los ásperos días y noches con especies exóticas.

Lindos vuelos de ida y de vuelta. Y el retorno a “Malos Aires” para pasar febrero y marzo, hacer chequeos médicos, ver a mi hermana Margarita en la residencia del Pilar, en un estado vulnerable, en su destino de invalidez y resignación en el que siempre es grata cualquier visita del más acá o más allá.

Pocas amigas cercanas, y el karma de una mediación por humedad de los vampiros del edificio.

Pensé seriamente en no vivir más en la ciudad, pagando las deudas de los morosos de una década que se aprovechan de mi diezmo de derecho de autor.

La más eficaz prueba del porqué los argentinos no nos llevamos bien es lo que pasa en las reuniones de consorcio. Sean diez departamentos o treinta.

La miseria humana sale a la luz, y todos estamos “esperando que los morosos se pongan al día, que no nos metan el perro en temas de arreglos que no nos corresponden, y tengan la buena disposición de no gastar energía shan (spam) sobre nosotros.

2 de abril de 2024

Recordando la guerra de las Malvinas, en la que inmolaron a nuestros jóvenes como en los rituales paganos.

¿Dónde estarán esas almas?

¿Cuál habrá sido su última visión, deseo, plegaria antes de morir?

De ambos países. Los que estaban hace siglos y los nuestros.

Cuántos muertos que no han tenido la sepultura, el homenaje, el último adiós de quienes los amaron, criaron, educaron antes de la desgarradora despedida de sus pueblos, ciudades, y sobre todo provincias.

He aprendido por mis viajes en América, en China y en la Argentina la importancia que tiene en nuestra paz interior “dar lugar a los que vivieron y murieron”, sin importar su origen. Es esencial recuperar la invisibilidad y conectarnos con ella.

En las religiones, creencias, mitos y costumbres, valoramos los fundamentos o pilares en los que se basan, de la vida y de la muerte.

Los pájaros cantan a mi alrededor entusiasmados, recordando a sus muertos, que dejaron en forma etérica su presencia.

Somos testigos de las últimas guerras: como la salvaje invasión de Rusia a Ucrania, que lleva más de dos años aniquilando a su población de la misma sangre desde el origen, pues fueron parte de la URSS y se independizaron con estoicismo, vislumbrando un cambio en ideas, costumbres, filosofía. Ucrania, el granero de Europa, Kiev, cuna de artistas, escritores, pensadores valientes y patriotas, hombres y mujeres, que tomaron las armas para defender su trabajo arduo y silencioso por la libertad y el amor a su país.

Y desde hace seis meses, la volcánica relación entre Israel y Palestina, que no tuvo buenas raíces en su origen, y que explotaría de la peor manera con la invasión de Hamas a Israel en un ataque del paleolítico inferior y con la tecnología del siglo XXI. Enfrentamos al mundo con nuestras propias guerras no resueltas, en las que seguimos sumergidos en el “to be or not to be”.

Israel desmedido entre su culpa y su sed de venganza diezmando a la población civil de palestinos como si fueran hormigas, y sin piedad.

Qué poco aprendimos, querido zoo, en estos milenios.

América Latina devastada por los dictadores que matan de hambre y sed a sus pueblos, y crean una falsa realidad de espejismos que los lleva a la cima de los criminales de la historia de la humanidad.

Así estamos entrando al año del dragón de madera, rumbo al de su hermana kármica, la serpiente.

Purificación existencial, molecular, de los siete cuerpos y el cerebro, que no sabemos cuál es: el nuestro o el de la inteligencia artificial.

Tiempos en los cuales lo sagrado está enterrado, devaluado, anestesiado por cambios genéticos, de migraciones, cambio climático, el choque entre Oriente y Occidente, con ambos compitiendo por la geopolítica y los recursos naturales. Y exterminando con nuevos virus como el covid, el dengue ahora, que también está manipulado, y exacerbado por la pobreza y la desnutrición, la apatía y lo inesperado.

Un mundo que hemos convertido en nuestra tumba antes de nacer.

Conectando con lo invisible para reencontrarnos con nuestra existencia.

En las religiones la serpiente es el símbolo de la dualidad, para los cristianos, la culpable del pecado original; en Egipto, la que concede sabiduría e inmortalidad, en la India, la que despierta el KUNDALINI; en China, ella y el dragón representan los dos signos más afortunados del zodíaco, y no vuelven a reencarnar.

Y en América representa la transmutación, la clarividencia, el cambio de vida, la llama sagrada de la conciencia para aceptar nuestra divinidad y nuestra mortandad.

Estando en la galería del Oeste, en mi jardín siento presencias. Las vislumbro, percibo, intuyo; son las hadas, los elfos, gnomos, y los elementales.

En el campo fundacional están hace siglos los espíritus sanavirones y comechingones entreverados con los que llegaron a diezmar a los pueblos originarios de América.

Hay cementerios, y visitas de arqueólogos en el lugar lo confirmaron.

Bienvenidos al infra y al supramundo.

El otoño aún cálido en el hemisferio sur se toma su tiempo para transportarme a esa sensación de tibieza dorada que tiñe el cielo en el amanecer y en el crepúsculo, cuando comienzo mis rituales de encender “los fuegos” del hogar.

La leña apilada de las podas de mi amado aguaribay plantado por Abraham hace veinte años, donde está la tortuga del feng shui, que representa a la que descubrió el emperador Huang Ti al salir del río Lo, en cuyo caparazón de nueve partes se inspiró para crear el I CHING, la matemática, el ki 9 estrellas, y darnos una cosmovisión que nos acompaña hace cinco milenios. El aguaribay custodia las cenizas de mi padre; también las de mis perros y gatos que descansan en paz, por su vida terrenal que fue dura en los inviernos, en los celos de las perras en luna llena, en las peleas por cazar la liebre más apetitosa que se cruzaba en el jardín y en nuestra convivencia part time en nuestra casa.

El amor de los espíritus de mis mascotas, más humanos que cualquiera de nosotros, entra por mi ventana junto al sahumerio indio que prendí para comunicarme con los invisibles.

En día enlazador de mundos planetarios, KEMEE 10, en el TZOLKIN, el silencio sepulcral de la mañana es un regalo cósmico.

Siempre, desde niña, me gustaba andar por los caminos de tierra de Parque Leloir y hablar en voz alta con los que me acompañaban.

Sentía que estaba protegida.

A veces un perfume silvestre con una brisa o un canto del zorzal lo confirmaba; nunca me sentí sola, a pesar de que mi vida, aunque no lo crean, tiene más facetas de soledad que de actividad pública o social.

Tiempos de revelaciones serán los del dragón y la serpiente; casi con efecto dominó.

Ayer, en un asado con amigos, surgió el tema de si creía o no en los extraterrestres, si había visto ovnis, o si creía en el mundo intraterrestre.

Les dije que sí; y por supuesto surgió el club de los que creemos y el de los descreídos.

Wu wei (no forzar la acción de las cosas).

En estos días siento que estoy envuelta en una luz dorada suspendida en el aire.

Tiempo de bendiciones, creatividad, sueños proféticos.

Me dejo llevar por el fluir, el inhalar y el exhalar, el compás que baila el dragón para la mona.

El tiempo es arte y el arte es tiempo.

Gracias, José, por tu legado, visión y preparación para el nuevo mundo.

Estás cada día en la vela del color del KIN que corresponde, en mi gratitud por poder elegir, en la gente que no tiene salud, I-SHOKU JU, y sobre todo en los que están apegados a lo que no fue, no es ni será.

Hago mi brindis con mate mirando cómo el sol comienza a elevarse detrás de las sierras.

Hace dos días vi un documental estremecedor sobre el genocidio en Ruanda. Se cumplen treinta años de la crueldad más perversa que se pueda planear para crear una guerra civil entre su gente.

El Congo fue colonizado y dividido posteriormente entre Alemania y Bélgica con avidez expansiva, materialista. Se creyeron superiores por el color de piel, algo que hizo estragos en la historia de la humanidad, por la xenofobia y la explotación producida con poderío militar y planes de conquista. Más que colonizar, sometieron a su población a crueles prácticas de trabajo, violaciones, y muerte para estudiar antropológicamente la evolución de supuestas razas originarias: tutsis y hutus.

En síntesis, los belgas arrasaron y mataron a este noble pueblo en el que los rituales ancestrales eran sus formas de vida. Los buscaban en las cuevas donde tenían a sus muertos y en muchos casos les cortaban el cráneo y, en otros, llevaban el cuerpo entero a Europa, donde los estudiaban para supuestas comparaciones de su etnia, y los exponían en museos o los dejaban escondidos en cámaras de refrigeración, sin que nadie de su país o sus familias pudiera tener acceso a ellos. Así crearon un karma que es sin duda el boomerang que recibirán los descendientes como población por estas atrocidades.

Los actuales ruandos y ruandas dicen que, en su cultura, un cuerpo que no tiene sepultura seguirá deambulando como un espíritu el resto de su vida.

Y eso es lo que ocurre con la mitad de la humanidad, y sobre todo continúa en la actualidad. El llevar a cabo matanzas, el no respetar a las personas ni el sentido del descanso eterno siguen quitando la paz a la humanidad y en particular a los descendientes de las víctimas.

Llueve después de dos meses de sequía y calor en las sierras, los pajaritos cantan festejando esta bendición, y sin luz, a oscuras, adivino las teclas de mi laptop para contarles algo que me lacera el alma.

L. S. D.

INTRODUCCIÓN A LA ASTROLOGÍA CHINA

por Cristina Alvarado Engfui

Las cinco energías de la filosofía taoísta y la naturaleza

En la actualidad estamos en un momento de la civilización en el que pensamos que la naturaleza es una atracción turística. Nos tomamos “la selfie” con el teléfono inteligente frente a algún glaciar mientras con la otra mano sostenemos una botella plástica. Estamos plantados al frente de la naturaleza como si esta fuera una ocurrencia divina puesta a nuestro servicio. Usamos las inteligencias artificiales para modificar visualmente el entorno natural de maneras imposibles e incluso hay turistas que ven como una atracción más la Isla de basura de plástico que flota en el Pacífico. Todo con tal de obtener más “likes” y “clics” en redes sociales. Somos como el Rey Midas, solo que ahora todo lo que tocamos lo convertimos en Producto Bruto Interno o basura, mientras que la naturaleza nos ha quedado con todos los ciclos vitales fracturados. En estas páginas intentaré explicar una forma de retomar el Yo naturaleza, desde el punto de vista de la filosofía de las cinco energías Wu Xing, ya que es primordial encontrar otras filosofías que no pongan el crecimiento económico por encima de las necesidades de todo el conjunto de los seres sintientes, los recursos y el espacio propio, ya que nos las hemos arreglado para llegar a la frontera entre la existencia y la autoliquidación. Para evitar esa predicción tenebrosa, no hace falta inventar el hilo negro: los antiguos lo hicieron hace milenios.

El taoísmo y las cinco energías

Una de las premisas del taoísmo consiste en no separar al Yo humano del Yo naturaleza; es decir que para el taoísmo, el ser humano es naturaleza. La naturaleza obedece evoluciones a veces lentas, a veces apresuradas; nada se genera espontáneamente, y algunas de esas evoluciones ocurren debido a ciclos que en ocasiones mutan. En las prácticas taoístas, se observan y utilizan ciclos como los que marcan el zodíaco chino y el feng shui. Además de los ciclos, hay mutaciones, es decir cambios en el destino, que son señaladas por medio del I CHING. Esas mutaciones se pueden consultar en momentos de inquietud, pero para efectos de nuestra armonización y reintegración con el conjunto planetario, basta con respetar los ciclos energéticos y elementales. Estas prácticas fueron creadas tras cientos de años de observación de los fenómenos naturales y el comportamiento de los animales. Los primeros humanos asentados en lo que hoy conocemos como China se dieron cuenta de que también ellos obedecían a los mismos ciclos. Notaron que ciertos elementos, como los minerales, son limitados, y no es posible reproducirlos, por lo tanto, son recursos no renovables. Otros elementos dependen del resto del entorno para reproducirse, como la madera. Observaron que hay elementos que sí pueden mantenerse en ciclos independientes de la mano del hombre, como el agua; también que unos elementos obedecen a ciclos largos, como la tierra, y otros, a ciclos efímeros, aunque intensos, como el fuego. Esos ciclos son los que inspiraron primariamente a la medicina tradicional china.

Aquí quisiera hacer un paréntesis detallado: Estoy hablando de elementos, no de energía. No son los mismos los cuatro elementos de la alquimia que las cinco energías del taoísmo; sin embargo, las cinco energías y los cuatro elementos son interdependientes, porque nada en el universo puede ser destruido, nada puede ser creado de la nada; sino que el todo se deconstruye y construye una y otra vez. Es decir que, en el estado visible y comprobable de la física, las cinco energías se manifiestan en los cuatro elementos literales: el agua, el fuego, la tierra y el viento (agua, combustión, sustrato y atmósfera) y en su estado metafísico, las cinco energías se manifiestan como la madera, el fuego, la tierra, el metal y el agua.

Las primeras nociones de ciencia primitiva que hoy conocemos como alquimia llegaron a China por medio del contacto con civilizaciones de Asia Menor, quienes a su vez ya habían influenciado también a sus vecinos mediterráneos del norte de África y del sur de Europa, sin embargo, en la filosofía taoísta, la concepción de cinco tipos distintos de energías sutiles ya tenía sus contrapartes físicas. Voy a poner un ejemplo: para los taoístas, la energía madera es la manifestación invisible de la atmósfera manifestándose como el elemento viento, ¿notaron el uso de las palabras “energía” y “elemento”?

Cualquier tarde de primavera nos muestra el momento en que las copas de los árboles se mecen en el viento, hasta la brizna más pequeña de pasto parece bailar al menor soplo de aire. Después llega el verano con sus días calurosos y secos, propensos a incendiar bosques enteros. Después del fuego, la tierra queda como muestra de la manifestación de la integración de todos los elementos que antes eran parte de la madera y que son los más abundantes en el cosmos: Carbono, hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, fósforo y azufre… tierra, viento, fuego, agua… En resumen, la madera metaboliza los elementos del viento y de la tierra, los fija en sus hojas, tronco y tallos, estos son inyectados por medio de las raíces o caen a la tierra y, por degradación natural o combustión, se convierten en sustrato durante el otoño y el invierno, o son incendiados durante el verano. Como quiera que sea, todo comienza con la madera y todo acaba en el agua. El ciclo se repite en la madera, en los animales, en los humanos. El agua que bebemos hoy es la misma que alimentó las lágrimas de los dinosaurios. y la que antes de eso dio vida al primer organismo pluricelular que pudo reproducirse con otro con la misma mutación que la suya.

Múltiples usos y costumbres de la China antigua, como las dietas tradicionales, artes marciales, técnicas de caligrafía, medicina tradicional y creación de objetos fueron clasificados a partir del comportamiento de la naturaleza. Se usaron animales y descripciones detalladas de las energías para describir y hacer comunión con lo que los rodeaba, marcando su lugar en la danza del todo, tratando de dañar lo menos posible el entorno. La información era muy privilegiada y no todas las clases sociales podían acceder al conocimiento; sin embargo, este era aplicado casi en su totalidad al desarrollo agrícola, por lo tanto, las nociones básicas de la medicina tradicional y el uso del calendario sí estaban al alcance al menos de los campesinos. Por supuesto, no todo era idílico en la antigüedad. Paralela a las civilizaciones occidentales, la civilización china antigua contemplaba a la mujer y a la naturaleza como recursos para ser explotados al máximo. Sí hubo, sobre todo en los períodos más marcados por las guerras, momentos en que era más importante controlar y dominar que existir en paz. Por ejemplo, hay historias acerca de la manipulación de mercurio y otros elementos tóxicos en busca del elixir de la inmortalidad, que probaron ser mortales no solo para los emperadores que se atrevían a probarlos, sino para los cuerpos de agua que acababan contaminando poblados enteros.

A partir de la Revolución Industrial, la influencia de Occidente trajo la separación acelerada del hombre con el exterior. Esto provocó cambios titánicos, sobre todo tras la expansión de los imperios europeos sobre Asia, África y América después de las dos guerras mundiales y la Guerra Fría. Para China esas transformaciones derivaron en el nacimiento de la República Popular, la cual daría inicio a la era de la superexpansión de su economía por medio de la producción en masa a bajo costo. El Gran Salto Adelante, inspirado por la modernidad de Occidente, forzó un cambio de lo feudal a lo industrializado en menos de tres generaciones. Ese cambio fue precipitado por uno de los nativos del año de la serpiente más famosos de la humanidad, Mao Zedong1. No hablaré de la historia del presidente Mao y la segunda mitad del siglo XX en China, pero queda clara la marca imborrable que dejó en el gigante asiático. Basta con echar un vistazo en las tiendas en línea para darnos una idea de la cantidad de objetos, algunos más útiles que otros, de todas las calidades, para todas las necesidades y, ¡cuidado! que no son ocurrencia exclusiva de ingenieros chinos, son invenciones que provienen de la imaginación colectiva humana y artificial, de los ocho bolsillos multimillonarios que controlan lo que casi ocho mil millones de humanos del planeta consumimos.

Ahora, la labor es reconocer que este planeta no es nada más nuestra casa, sino que es NUESTRO SER. La mitología que rodea a la serpiente nos puede ayudar a comprender ese fenómeno, así como la teoría de las cinco energías. La serpiente, desde el punto de vista occidental, equivale al símbolo de los ciclos infinitos al morderse su propia cola para así transformarse en el Ouroboros. Pero en la naturaleza, las serpientes no se muerden la cola y lo que cazan para comer lo digieren despacio, el metabolismo entra en balance con el alimento suficiente, y al crecer hay que mudar de piel, que sirve de alimento o es perfectamente reciclable, aunque la serpiente sea venenosa.

Confundimos expansión por eternidad. La vida, como conjunto primordial, se explica muy bien por medio del ciclo de las cinco energías: madera, fuego, tierra, metal y agua, donde estas se van generando y controlando mutuamente. La expansión trae por fuerza un cambio en el tiempo-espacio, sin ese cambio la expansión explota, se estanca, se degenera o simplemente se agota. Por ejemplo, el recurso renovable más importante para nuestro metabolismo colectivo es el agua, pero el modo de producción que exige expansión económica no posee la paciencia necesaria para dejar que ese recurso se renueve, entonces se fractura el ciclo del agua por sobreextracción de recursos que involucran a todos los elementos y energías, por lo que la naturaleza no puede rellenar los mantos a punta de voluntad humana. Para colmo, la contaminación que generamos va enfermando al agua que queda en las reservas, vienen sequías, pandemias, huracanes, incendios, hambre, guerra y, finalmente, migraciones humanas y extinciones masivas. Eso ya lo comprendían los sabios de la antigüedad cuando comenzaron a analizar la naturaleza y dieron con los principios explicados por la medicina tradicional china, el feng shui, las artes marciales, etcétera; pero ni siquiera en esos tiempos los maestros lograron hacer que emperadores y guerreros dejaran de lado sus ambiciones, y el conocimiento profundo quedó recluido en monasterios, poesías y pláticas entre intelectuales.

Cinco acciones urgentes para cambiar de piel

Cada acción propuesta sigue la misma línea de las cinco energías del Wu Xing, que son las mismas energías que dan forma al zodíaco chino, sus horóscopos, el feng shui, el I CHING las artes marciales, el arte, la medicina y la cultura ancestral china en general. Cada una de las cinco energías tiene al menos cien características, pero de todas ellas, escogí las que tienen que ver con la salud de la naturaleza. Por ejemplo, cuando se habla de los cuerpos sutiles se ve la manifestación no visible, algo así como la esencia de una persona y de la naturaleza.

Podemos leer la salud en el cuerpo natural y en el metabolismo. Partimos del cuerpo humano porque es la naturaleza en acción desde nuestro propio punto de vista, como egos habitantes de un cuerpo físico; luego, si vemos a la naturaleza como el cuerpo total del que formamos parte como si fuéramos diminutas células de la Madre Tierra, podemos comprender qué le duele a nuestro planeta, o mejor dicho, qué nos duele. Un huracán enloquecido nos habla de la falta de energía madera, porque son los árboles y las algas, los arrecifes de corales y los manglares los que reducen el ímpetu del viento, del mismo modo que nuestro hígado metaboliza las grasas y filtra la sangre. La lava sale expulsada de los volcanes o circula por debajo de la corteza moviendo las placas continentales, que cuando se frotan unas con otras provocan terremotos, del mismo modo que las venas de nuestra circulación sanguínea trasportan oxígeno y nutrientes, pero si hay deficiencias o hay coágulos, estos pueden producir infartos, aneurismas, pequeños y devastadores terremotos en el cuerpo.

Una vez comprendido que somos naturaleza, podemos meditar en las siguientes tablas, sacar no solo nuestras propias conclusiones, sino también propuestas y acciones.

Madera

Virtud

Benevolencia

Expresa su salud con:

La mirada/ojos

Sentido

Vista

Cuerpo natural

Vegetación/hígado

Emoción

Enojo, resentimiento

Cuerpo sutil

Cuerpo etérico

Expresión

Visceral

Acción

Germinar

Metabolismo

Filtración de toxinas

Poca energía

Ceguera/Huracanes

Actividad

Danzar

Mucha energía

Agotamiento/Ahogamiento

Aprendizaje

La madera enseña que todo es metabolismo. Rechaza lo que no la nutre, consume solo lo que necesita, no le hace falta atascarse de alimento para nutrirse. Baila al son del viento, pero se mantiene bien apoyada en la tierra, conduce el viento con su respiración a veces iracunda. Crece sin esfuerzo, sin ambición. Una vez que alcanza el límite de su propio metabolismo, vuelve a la tierra y entrega su legado a la vida, germinando nuevamente desde la semilla que dejó como su más diminuto pero poderoso legado, hasta tocar el cielo nuevamente. Nada es desperdicio, cubre toda la tierra con su manto, hay vegetación desde el desierto hasta el fondo del mar. Cuando enferma el hígado, nos debilitamos, cuando enferma la vegetación, la tierra se debilita. Cuando enferma el hígado, lo que falla es la filtración de toxinas; entonces, si falla el filtro de la naturaleza –los bosques– tenemos que liberar la carga, agregar microorganismos en la tierra, incorporar hojas, y tanto en el caso del cuerpo humano cuanto en el de la naturaleza: descansar, no tocar, no alterar. Wu Wei.

Fuego

Virtud

Decoro

Expresa su salud con:

La lengua/boca

Sentido

Tacto

Cuerpo natural

Manto terrestre, lava /sangre

Emoción

Gozo, alegría

Cuerpo sutil

Cuerpo causal

Expresión

Empática

Acción

Elevar

Metabolismo

Circulación de sangre y hormonas

Poca energía

Hipotensión/Desnutrición

Actividad

Percibir

Mucha energía

Hipertensión/Incendios

Aprendizaje

Ilumina, ayuda a transportar y da calor a la comunidad, amistades y familia. Todo lo que ha creado se comparte, se expone para que sea ejemplo y eso mismo provoca unidad y alegría. Usa los objetos creados hasta que ya no puedan ser usados para un solo propósito. Una vez que herramientas, edificios, vehículos, ropas ya no sirvan para esa existencia, los recicla. Si esos objetos son biodegradables, mejor aún. Es decir: no permanece en un solo lugar, pero siempre deja tierra fértil tras de su paso, la cual seguirá alimentando a las generaciones futuras.

Tierra

Virtud

Sinceridad

Expresa su salud con:

Los labios

Sentido

Gusto

Cuerpo natural

Campo de siembra/Bazo

Emoción

Reflexión, obsesión

Cuerpo sutil

Cuerpo mental

Expresión

Física

Acción

Procesar

Metabolismo

Digestión

Poca energía

Diarrea/Plagas

Actividad

Ocupar un espacio

Mucha energía

Estreñimiento/Erosión

Aprendizaje

Acoge, alimenta, viste, protege, estabiliza, reutiliza todo lo que habita dentro y encima de ella, por más pequeño que sea. Si se siente desprotegida manda señales físicas evidentes, a veces violentas, pero no es rencorosa, permite que ideas, semillas y criaturas emerjan de ella adaptadas, en un ciclo cuyo fin depende únicamente de la vida que le siga dando el sol. Si pierde el balance, se seca; por eso los enfermos tienen los labios secos. Mientras menos toquemos y agredamos a la tierra, mejor nos va a tratar.

Metal

Virtud

Rectitud

Expresa su salud con:

La respiración

Sentido

Olfato

Cuerpo natural

Presión atmosférica/Pulmones

Emoción

Tristeza, duelo

Cuerpo sutil

Cuerpo espiritual

Expresión

Instintiva

Acción

Cosechar

Metabolismo

Respiración

Poca energía

Flemas/Infertilidad

Actividad

Yacer

Mucha energía

Depresión/Contaminación

Aprendizaje

Recupera, mantiene a salvo, cuida con esmero lo que ya posee, regresando la dignidad a todo objeto y a todo ser. Su acción de cortar sirve para transformar y cosechar, para transmutar y generar. Crea verdadera alquimia donde se encuentre. Solo necesita tiempo, agua y viento, si el metal falta, se detiene todo el ciclo de golpe, falta la respiración y el mundo pierde su voluntad para ser feliz. La riqueza verdadera se genera cuando se deja al metal en total libertad creativa y se evita su combustión.

Agua

Virtud

Sabiduría

Expresa su salud con:

Los oídos

Sentido

Oído

Cuerpo natural

Acuíferos/Riñones

Emoción

Temor, ansiedad

Cuerpo sutil

Cuerpo emocional

Expresión

Voluntad

Acción

Conservar

Metabolismo

Secreción

Poca energía

Deshidratación/Sequía

Actividad

Pesar

Mucha energía

Edema/Putrefacción

Aprendizaje

La maestra de los ciclos: todo lo contiene al mismo tiempo que todo lo deja pasar mientras todo lo purifica. Repara, antes de desechar, purifica, abraza y conserva, para que pase el invierno sin hambre. Cuando los seres sintientes escuchan saludablemente, la verdad se revela y la sabiduría distingue las instrucciones. Da vida si deja que el temor entre y salga, siempre en movimiento, pero en el fondo, literalmente el agua siempre permanece en paz. Es la más yin de las energías, por lo tanto, precisa también oscuridad, y cuando se toca el agua de la profundidad, se contamina durante eones, y limpiar los mantos equivaldría a hacerle hemodiálisis.

Es probable que la desaceleración de nuestra economía sea una empresa ardua, hemos firmado, protestado, rezado, meditado, cambiado por dentro, pero ahora podemos comenzar a ver todo lo que nos rodea como el todo que somos; por lo tanto, toca hacernos responsables. Dejemos de ser un cáncer que deforma y actuemos como una red de micorrizas2 y raíces que comunican y alimentan, entrelazando las redes que nos hacen humanos y, por ende, energía natural, ese imprescindible quinto elemento que se llama Vida, y una sexta y mágica energía llamada Conciencia.

Que el Tao les sea propicio

1 , 26 de diciembre de 1893, Shaoshan, Hunan, China.

2 Las micorrizas son un tipo de hongo que ayuda a transportar nutrientes entre las raíces de las plantas, provocando una red de comunicación y ayuda mutua de carácter bioquímico, un verdadero internet vegetal.

Astrología poética

FICHA TÉCNICA

Nombre chino de la rata

SHIU

Número de orden

PRIMERO

Horas regidas por la rata

23.00 A 01.00

Dirección de su signo

DIRECTAMENTE HACIA EL NORTE

Estación y mes principal

INVIERNO-DICIEMBRE

Corresponde al signo occidental

SAGITARIO

Energía fija

AGUA

Tronco

POSITIVO

ERES RATA SI NACISTE

05/02/1924 - 24/01/1925

RATA DE MADERA

24/01/1936 - 10/02/1937

RATA DE FUEGO

10/02/1948 - 28/01/1949

RATA DE TIERRA

28/01/1960 - 14/02/1961

RATA DE METAL

15/02/1972 - 02/02/1973

RATA DE AGUA

02/02/1984 - 19/02/1985

RATA DE MADERA

19/02/1996 - 06/02/1997

RATA DE FUEGO

07/02/2008 - 25/01/2009

RATA DE TIERRA

25/01/2020 - 11/02/2021

RATA DE METAL

Acechando en el córner del hemisferio derecho

de tu presa elegida en tu laboratorio mental

sin dormir, moverte, tiesa, auscultando el latido del corazón ajeno para encarcelarlo en tu baticueva.

Sos un relámpago en alta mar que desorienta al más orientado.

Sos noosfera. Biosfera y atmósfera cuando detectas el ADN que te empalaga hasta el éxtasis.

Sos, Argentina, rata de fuego del 9-7-1816

y otras cosmovisiones del continente que intento cultivar

para nuestro renacimiento sideral.

L. S. D.

PERSONALIDAD DE LA RATA

Por suerte, hace unos días con la TV salí de la 3D con un reportaje que le hizo Pablo Rossi a “Guillote”.

El recuerdo de la era Maradona-Coppola. Evocar esta dupla de ratas que se amaron y odiaron como solo este animal sabe hacerlo alivianó los meses de dengue y malaria económica y social en el país.

A pesar de los doce años que los separaban en el cronos, la complicidad, las travesuras, los planes subterráneos y cósmicos que lograron juntos ocuparon durante más de treinta años el interés de parte del pueblo en los medios televisivos y gráficos nacionales y mundiales.

Me enterneció ver a “Guillote” agradecido a la vida, a lo que logró en lo personal a partir de una familia humilde que convivía en un cuarto en Constitución. Siguió su vocación por disfrutar cada oportunidad que se le presentó con inteligencia emocional, algo que es parte del ADN del signo: las recompensas de la vida.

Este dúo hizo de las oportunidades aciertos y desaciertos.

Es

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