De lecturas y vidas

Claudia Marcucetti Pascoli

Fragmento

De lecturas y vidas

INTRODUCCIÓN

Sin proponérselo, este libro revela secretos íntimos. Gracias a las lecturas que los delatan, algunos personajes notables en sus oficios comparten aquí sus confidencias. Uno de los escritores más prolíficos en nuestro país confiesa, por ejemplo, cuál frase de Henry Miller consiguió que renunciara a su trabajo en la administración pública y se divorciara de su esposa. O un periodista, blanco y anglosajón, cuenta que leer Notas de un hijo nativo de James Baldwin, lo convirtió, aunque fuera por un momento, en un «negro» en la América racista de los años cincuenta. O un reconocido actor francés de vacaciones en México, declara por qué, desde que leyó Si esto es un hombre de Primo Levi, compra zapatos caros. Asimismo, y para contar también algunas de las interesantes historias que por razones de espacio y de criterio editorial no pudieron ser incluidas en esta antología, un director de cine mexicano afincado en los Estados Unidos, explicó cómo fue que leer Los hermanos Karamazov consiguió que dejara de comer durante casi una semana y cómo, a causa de ese ayuno, renunció a estudiar la carrera de administración de empresas. O un connotado editor literario reveló el momento en el que gritó a toda voz, por primera vez durante una de sus lecturas, ante la angustia que le provocó La isla de la pasión de Laura Restrepo. Todos cambios que fueron ocasionados, directa o indirectamente, por las letras.

Nadie puede negar que algunos libros —como La Biblia, Don Quijote de la Mancha, Bhagavad-gita, La Odisea, El Corán, El Manifiesto comunista o El origen de las especies— tuvieron un impacto tan grande en las generaciones de su época y las que les siguieron, que revolucionaron por entero el modo de pensar de la humanidad. Pero más allá de los cambios colectivos y abrumadores que los libros han ocasionado, y a veces incluso para que éstos sean posibles, deben tocar el universo personal de cada individuo; obrar en el ser —a veces de forma sutil e inconsciente, otras de modo muy directo— cambios trascendentales, algunos menos obvios y a menudo imperceptibles, pero influencias al fin. Influjos que, de muy distintas maneras pero siempre en conjunción con el momento personal del lector, van conformando una existencia.

Este texto tiene su primer origen en el reencuentro con mis lecturas, el fascinante ejercicio que me llevó a recordar la historia de mi vida a través de los libros que, más allá de genes y circunstancias, me hicieron ser quien soy. Al confesarme de este modo peculiar, me percaté de cuántas de mis aventuras se escondían en un título, cuántas decisiones elegí por una frase —una escena o un personaje— y cuántos caminos emprendí por una idea hallada en un libro. No me hubiera enamorado del amor maldito, que le profesé al terrorista griego Aleko Panagulis —protagonista de Un hombre— y que busqué en cada una de mis parejas, si no hubiera leído la novela que Oriana Fallaci le escribió; no me hubiera convertido de arquitecta proyectista a desarrolladora inmobiliaria de no haber entendido la importancia de generar riqueza que me trasmitió La rebelión de Atlas de Ayn Rand; no me habría casado con una personalidad opuesta a la mía de no haberme topado con la frase «sin contrarios no hay progresión» de El matrimonio del cielo y del infierno de William Blake, por mencionar tan solo algunas de mis vicisitudes.

Curiosa por naturaleza, a partir de ese ejercicio comencé a formular, primero a quienes me rodeaban y más tarde a quienes se dejaran, la misma pregunta que yo me había planteado: «¿Qué libros te cambiaron?». Entrevistas que se convirtieron, primero, en el proyecto televisivo titulado Cambio Literal y que después fueron transcritas en este libro. No se trataba de recitar los libros favoritos, sino de identificar cuáles nos llevaron a hacer algo que no habríamos hecho de no haberlos leído. Así, surgieron menciones y anécdotas que exponen a los entrevistados con situaciones tan distintas, incluso cuando se trata de una misma obra, que evidencian que no sólo un libro cambia al lector, sino que también quien lo lee, con el filtro de su interpretación, cambia el sentido del libro. La cuestión es que cualquier lector consciente puede tener este tipo de experiencias, que lo exponen a poderosas y profundas conexiones con los libros que conforman su biografía.

Cabe mencionar que varios de los entrevistados se inquietaron cuando les pedía, por el reducido tiempo disponible en televisión, que se refirieran a un solo libro de los tantos que deseaban mencionar. Hubo quien alegó que todos los libros lo habían cambiado un poco, alguno prefirió el término «influenciado», otros más forzaron su respuesta, pero ya sea que recordaran el impacto preciso de una determinada lectura o si habían tenido o no una verdadera catarsis, mostraron siempre un vínculo muy especial por el libro elegido, lo cual, me parece, dice mucho de quiénes son.

Por último, confío en que las historias aquí expuestas inspiren a leer, que antojen, aunque sea de forma transversal, hasta a los más escépticos para entregarse a la fuerza de las letras, aquellos garabatos que, puestos uno junto a otro, constituyen uno de los modos más efectivos de comunicarse con los demás, y también de transformarnos, como individuos y como sociedad.

De lecturas y vidas

01 DAMIÁN ALCÁZAR (Jiquilpan, Michoacán, 1953) es un actor con treinta años de trayectoria nacional e internacional, que ha participado en varias obras de teatro como El profesor y en películas como La dictadura perfecta, La delgada línea amarilla, La ley de Herodes, El infierno, Satanás y Las crónicas de Narnia: el príncipe Caspian, así como en las series El Dandy, Las Aparicio y Narcos, entre muchas otras. Es el actor mexicano con más premios Ariel ganados: al mejor actor en 1999 y en 2004, por las cintas Bajo California: El límite del tiempo y Crónicas, y como mejor actor de reparto por El anzuelo, así como por Lolo y El crimen del padre Amaro. Ganó también el galardón al mejor actor en el Festival de Cartagena (Colombia) por Dos crímenes, una adaptación de Roberto Sneider a la novela homónima de Jorge Ibargüengoitia. Desde junio de 2016 es diputado electo por MORENA en la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México.

El llano en llamas (primera edición, México, 1953), es una recopilación de cuentos que su autor, Juan Rulfo, publicó dos años antes de la renombrada novela Pedro Páramo. Desesperanza, dolor, soledad y violencia se mezclan en una prosa que reinventó el lenguaje cotid

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