Amando a Pablo, odiando a Escobar

Virginia Vallejo

Fragmento

Página legal, Amando a Pablo, odiando a Escobar

SEGUNDA EDICIÓN VINTAGE ESPAÑOL, MAYO 2018

Copyright © 2007 por Virginia Vallejo

Todos los derechos reservados. Publicado en los Estados Unidos de
América por Vintage Español, una división de Penguin Random House LLC, Nueva York, y distribuido en Canadá por Random House of Canada, una división de Penguin Random House Canada Limited, Toronto. Originalmente publicado en México por Penguin Random House Grupo Editorial, S. A., de C.V., México, D.F., en 2009.

Vintage es una marca registrada y Vintage Español y su colofón son marcas de Penguin Random House LLC.

Fotografías e imágenes cortesía del archivo personal de la autora.

Información de catalogación de publicaciones disponible en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos.

Vintage Español ISBN MTI en tapa blanda 9780525433422

Ebook ISBN 9780525433439

www.vintageespanol.com

Diseño de cubierta: Christopher Gale

Fotografía de cubierta: Virginia Vallejo © Hernán Díaz; Pablo Escobar © Eric Vandeville/Gamma-Rapho/Getty Images

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Dedicatoria, Amando a Pablo, odiando a Escobar

A mis muertos,

a los héroes y a los villanos.

Todos somos uno,

una sola nación.

Solo un átomo

reciclándose al infinito

desde siempre y para siempre.

Índice, Amando a Pablo, odiando a Escobar

ÍNDICE

Cubierta

Acerca de la autora

Página de título

Página legal

Dedicatoria

Introducción

PRIMERA PARTE
LOS DÍAS DE LA INOCENCIA Y DEL ENSUEÑO

El reino del oro blanco

Aspiraciones presidenciales

¡Pídeme lo que tú quieras!

¡Muerte a Secuestradores!

SEGUNDA PARTE
LOS DÍAS DEL ESPLENDOR Y DEL ESPANTO

La caricia de un revólver

Dos futuros presidentes y Veinte poemas de amor

La amante del Libertador

En brazos del demonio

Un lord y un drug lord

El séptimo hombre más rico del mundo

Cocaine Blues

¡No ese cerdo más rico que yo!

Bajo el cielo de Nápoles

Aquel palacio en llamas

Tarzán versus Pancho Villa

¡Qué pronto te olvidaste de París!

Un diamante y una despedida

TERCERA PARTE
LOS DÍAS DE LA AUSENCIA Y DEL SILENCIO

La conexión cubana

El rey del terror

Hoy hay fiesta en el infierno

Ilustraciones

Introducción, Amando a Pablo, odiando a Escobar

INTRODUCCIÓN

Son las seis de la mañana del martes 18 de julio de 2006. Tres autos blindados de la embajada estadounidense me recogen en el apartamento de mi madre en Bogotá para conducirme al aeropuerto, donde un avión con destino hacia algún lugar de Estados Unidos me espera con los motores encendidos. Un vehículo con personal de seguridad armado de ametralladoras nos precede a gran velocidad y otro nos sigue. La noche anterior, el jefe de seguridad de la embajada me ha advertido que personas sospechosas se encuentran apostadas al otro lado del parque sobre el cual mira el edificio y me ha informado que su misión es protegerme; por ningún motivo debo acercarme a las ventanas ni abrir la puerta a nadie. Otro auto con mis posesiones más preciadas ha partido una hora antes; pertenece a Antonio Galán Sarmiento, presidente del Concejo de Bogotá y hermano de Luis Carlos Galán, el candidato presidencial asesinado el 18 de agosto de 1989 por orden de Pablo Escobar Gaviria, jefe del cartel de Medellín.

Escobar, mi examante, fue muerto a tiros el 2 de diciembre de 1993. Para darlo de baja tras casi un año y medio de cacería, fueron necesarios una recompensa de veinticinco millones de dólares, un comando de la policía colombiana especialmente entrenado con tal fin y unos ocho mil hombres adscritos a los organismos de seguridad del Estado, los carteles de la droga rivales y los grupos paramilitares, docenas de efectivos de la DEA (Drug Enforcement Administration o Administración para el Control de Drogas), el FBI y la CIA, los Navy Seals de la Marina y el Grupo Delta del Ejército estadounidenses, aviones de su Gobierno con radares especiales y el dinero de algunos de los hombres más ricos de Colombia.

Dos días antes, he acusado en El Nuevo Herald de Miami al exsenador, exministro de Justicia y antiguo candidato presidencial Alberto Santofimio Botero de ser el instigador del crimen de Luis Carlos Galán y de haber tendido los puentes dorados entre los grandes capos del narcotráfico y cuatro presidentes de Colombia. El diario de Florida ha dedicado a mi historia un cuarto de la primera plana dominical y una completa de las interiores.

Álvaro Uribe Vélez, quien acaba de ser reelegido presidente de Colombia con más del setenta por ciento de los votos, se prepara para posesionarse el 7 de agosto. Tras mi oferta al fiscal general de la nación de testificar en el proceso en curso contra Santofimio —que debería prolongarse otros dos meses—, el procurador general y el juez del caso lo han cerrado abruptamente. En protesta, el expresidente embajador de Colombia en Washington, Andrés Pastrana, ha renunciado. Uribe ha tenido que cancelar el nombramiento de otro expresidente, Ernesto Samper, como nuevo embajador en Francia, y ha tenido que nombrar a una nueva ministra de Relaciones Exteriores para reemplazar a la anterior, que ha pasado a ocupar la embajada en Washington.

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